Cuidando belleza y canto
Las semillas, los frutos y los vegetales son fundamentales para la dieta de los loritos, guacamayas y periquitos australianos domésticos
MAIRA FERREIRA
No es inusual encontrar loros, guacamayas y periquitos australianos como mascotas en los hogares de los venezolanos, por lo que sin lugar a dudas, es muy importante cuidar su alimentación ya que de esto depende la muda y brillo de su plumaje, su canto; y por ende, su bienestar.
La mayoría de las personas creen que las aves domésticas solo consumen semillas de girasol. Sin embargo, para el veterinario Raúl Rojas esta es una concepción errada. Si bien es verdad que le aporta ciertos nutrientes, la dieta habitual de estos animales también incluye frutas y vegetales.
Cada uno de estos componentes es vital en una alimentación balanceada para los plumíferos.
¿Qué pueden comer?
De acuerdo al veterinario Rojas, las personas, a la hora de proporcionarle una dieta equilibrada a los loritos, deben tener en cuenta varios aspectos.
Semillas: Son la base de su alimentación y a su vez, las encargadas de proporcionarles energía. Pueden ser las arvejas, los garbanzos, los granos de maíz, las semillas de soya y los cereales como el trigo y la avena. No obstante, son escasas en vitaminas A, D3, B12, así como aminoácidos y minerales tales como el yodo, calcio y sodio. Por ejemplo, el girasol posee un 20% de proteínas y en cuanto a grasas hasta un 50%.
Por lo tanto, alimentar a las aves únicamente con semillas pueden ocasionarles problemas en su salud, entre los cuales se puede mencionar la obesidad, el desequilibrio en calcio/fósforo, problemas hepáticos, entre otros.
Frutas: Raúl Rojas recomienda suministrarle a las aves cualquier tipo de las frutas criollas, excepto las cítricas, debido a que ellas las apetecen y además las disfrutan. Los melones con todo y semillas, los mangos y los mamones son buenas alternativas.
El contenido de grasas de estos alimentos es bajo, al igual que los niveles de proteínas, por lo que se debe agregar un complemento vitamínico. En relación al agua y azúcares su cantidad es alta, así como el aporte de fibra.
Vegetales: Las zanahorias y las auyamas, pueden tener un gran aporte de vitaminas; por lo tanto representan un buen complemento para la dieta, que debe ser cuidada para su sano desarrollo.
Por su bienestar
Debido a la situación del país, muchos venezolanos alimentan a los animales domésticos con “lo que encuentren”, aunque esta práctica puede ser perjudicial para ellos.
En el caso de los loros y los periquitos, requieren una cantidad de proteínas, carbohidratos y energía para mantenerse sanos. Suministrarles en exceso alimentos procesados indicados para los perros, los gatos, los cerdos y las gallinas, puede resultar dañino.
Según explicó, el veterinario Raúl Rojas esta comida posee mucha cantidad de hierro, lo que genera enfermedades en el hígado de las aves, que tienden a ser mortales.
Por este motivo, aclaró que las personas les pueden colocar este tipo de alimento una vez a la semana, como complemento de la dieta para aportarles aminoácidos.
Igualmente aconseja que el exceso de grasas, los huevos crudos y las carnes tampoco son buenas para los loritos, pues no son animales carnívoros; por lo tanto, su sistema digestivo no está adaptado para digerirlos.
Tampoco se les debe suministrar un alimento en mal estado o que tenga moho. Además, cuando las aves están en reproducción es importante que coman adecuadamente.
En cifras
6 veces al día se le debe dar alimento a los pichones de los loros para satisfacer sus necesidades. Es muy común en los hogares venezolanos darles “arepa y leche”. Sin embargo, esta práctica no es buena, pues su organismo no está preparado para soportar lácteos. Lo mejor es prepararles una “papilla”, con cereales.
Otros cuidados
Es importante saber que tener aves en cautiverio, afecta la supervivencia de las especies y el equilibrio de los ecosistemas. Sin embargo, es una realidad en el país, que se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Por ello para su cuidado y su capacidad de adaptación a este entorno, se deben tener en cuenta ciertas normas, tales como: colocarles agua fresca; y a su vez, arcilla para que mantengan su gran pico, el cual puede romper y abrir hasta la cáscara más fuerte y resistente. Esta acción también los protege contra las toxinas producidas por los hongos.