Una de las citas matutinas más aromáticas de la temporada la protagonizó el emprendimiento Aroma di Caffè, fungiendo como principal anfitrión Francis Nanco, uno de los directivos de esta iniciativa que tiene como principal protagonista al café venezolano.
Después de las palabras de bienvenida el aroma de esta infusión comenzó a invadir los espacios de Soma Café, en el Trasnocho Cultural. Mientras esto sucedía Manuel Lara, un joven diseñador gráfico, que se ha dado a la tarea de reproducir con sus creyones y plumas los iconos arquitectónicos de la ciudad. En esta oportunidad presentó una colección donde cada edificio está vinculado con la tradición del café.
Manuel Lara, Tamara Lugo Marcano, la obra con el edificio del Sistema Francis Nanco
Se pudo admirar el Parque Cristal, ese cubo perforado que se encuentra en Los Palos Grandes, un proyecto de los arquitectos Jimmy Alcock y Roberto Collevecchio. A esta obra vinculó el molinillo de café. La caraqueñísima iglesia de la Divina Pastora de Caracas, edificio religioso de finales del siglo XVIII que convoca a los creyentes de la parroquia homónima, protagoniza otra de las postales. En esta obra destaca las cúpulas y las relaciona con la tradicional Grecca. Otro símbolo de la ciudad, las torres del Centro Simón Bolívar, cobra una nueva dimensión en este trabajo. Las torres gemelas que identificaron a Caracas durante gran parte del siglo XX, conservan en la obra de Lara, su geometría y para ellas reservó el arte de colar café en una manga, muy tradicional en los estados andinos. El cine Radio City, construido bajo la inspiración del teatro neoyorquino del mismo nombre, forma parte de esta colección. Ubicado en el boulevard de Sabana Grande, se hermana con la máquina para hacer el café expresso, dando como resultado una imagen monolítica. Y por último, una de las obras más recientes, el Centro de Acción Social de la Música, que congrega a uno de los programas más importantes del ámbito musical venezolano, el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, una proyecto del arquitecto Tomás Lugo donde las artes plástica se convierten en compañera de su principal habitante, la música. Para esta construcción contemporánea Manuel Lara reservó la cafetera aeroexpress, un invento del siglo XXI que reduce el sabor amargo del café. Este trabajo que se pudo apreciar en gran formato, también se puede obtener en forma de postales que están a la venta en las tiendas de Aroma di Caffè.
La bandola dejó oír sus cuerdas
Manuel Lara es egresado de la Universidad José María Vargas y representó a Venezuela en la Bienal Iberomericana de Diseño 2018 que se celebró en Madrid. Este emprendimiento que muestra la pasión del joven por la capital venezolana no sólo se encuentra en postales sino que ya ha invadido las telas. Su trabajo puede conocerse en @greetingsccs .
Para completar la mañana, se sumaron la música. Esta vez la guitarra acompañó las voces de Andrea Paola Márquez y la de Ángel Ricardo Gómez, quienes interpretaron un repertorio de música venezolana. Mientras las notas alegraban el ambiente se compartió el desayuno y la variedad de cafés del menú de esta marca, servido por los jóvenes que con su vestimenta recuerdan a los patiquines que cortejaban a las jóvenes al salir de la misa dominical. Las originales mezclas invitaron a repetir de esta infusión que gracias a iniciativas como Aroma di Caffè, le dan una nueva perspectiva pues se cuida desde el campo hasta culminar en la taza humeante y aromática.
Ángel Ricardo Gómez y su voz ganaron los aplausos
La sede del Sistema según Manuel Lara
El teatro Radio City convertido en una máquina de expresso
La iglesia de La Pastora con sus cúpulas transformadas en cafeteras
Parque Cristal y su vínculo con el café
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