La Navidad estuvo de visita en Caracas y uno de los lugares donde se hizo sentir fue en el Hotel Cayena, ubicado en La Castellana. Dos citas marcaron el inicio de la temporada: la apertura de las fiestas y la premiación del concurso de las casitas de jengibre.

La apertura de la Navidad permitió a los invitados conocer la decoración diseñada para las áreas comunes del hotel donde destacaban trineos y detalles propios de la temporada combinados con arte y elegancia. Las casitas de jengibre constituyeron el foco central y para este encuentro no podía faltar la figura central San Nicolás, que además de tomarse la obligada foto con los más pequeños también se paseó entre los presentes para saludarlos. Una selección de villancicos sirvieron como fondo musical done no faltaron los brindis. En el rol de anfitriones principales figuraron Vittorio Di Ruggiero, Lorena Otaola de Di Ruggiero y Lorena Pérez de Otaola. También estuvo Luis Semprún Van Grieken, gerente general del hotel.

El grupo se reunió en los espacios del restaurante La Sibilla, uno de los comedores elegantes de Caracas que durante esta temporada también le ha dado un toque decembrino a su menú, sin abandonar sus platos estrellas basados en la gastronomía italiana. El segundo capítulo recibió a los 8 finalistas del concurso de casitas de jengibre, una tradición muy antigua que según los investigadores apareció en la época de Isabel I de Inglaterra, pero se consagró como costumbre navideña en el siglo XIX, específicamente en Alemania y uno de los cuentos de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel,  parece que sirvió de inspiración para hacer de un postre todo un arte decorativo. Esta costumbre viajó a Estados Unidos y posteriormente se popularizó en buena parte de Occidente. Para auparla el Hotel Cayena quiso realizar una actividad donde se promoviera también el trabajo artesanal de la pastelería y convocó a participar en este concurso que contó con el apoyo de chocolates El Rey, que donó una cantidad de chocolate a los participantes.

Como finalistas quedaron ocho nombres Sucré, Rebecake, Caracacake, Chipilis Cake, El Dulce, Galletisimas Vallone, Coscorrón y Tabata’s Cake & Cupcakes. Sus pasteleros se esmeraron en ser originales, presentar un trabajo que estimulara las emociones, mostrar su capacidad decorativa y sentido de estética. El jurado estuvo integrado por conocedores de la gastronomía y de las tendencias, además del público que visita el hotel Cayena.

El primer premio correspondió a Galletísima Vallone, representado por Paula Vallone y Gabriel La Rosa. Su primera experiencia con las casitas de jengibre resultó exitosa. Presentaron una casa típica en cuyo interior se podía ver a uno de sus habitantes y un arbolito de Navidad. El segundo lugar correspondió a El Dulce, siendo los hacedores de una hermosa casa los hermanos Randall y Antonio Sevilla, inspirada en la tradición germana por su decorado que parecía una filigrana sobre las paredes que saben a canela, clavo de olor y nuez moscada. El tercer premio se lo llevó Tabata’s Cake & Cupcake, representada por Adriana Pagés cuya dulce construcción se cubrió de pastillaje blanco, rosa y azul, trabajo que es su especialidad.

Para los ganadores hubo varios premios, entre ellos que quienes obtuvieron el primer y segundo lugar elaboren un postre que figurará por unas semanas en el menú del restaurante La Sibilla.

Lorena Otaola de Di Ruggiero subrayó su satisfacción por el éxito de este primer desafío donde se presenta a los visitantes del hotel el trabajo de estos jóvenes emprendedores venezolanos y así estimularlos para que continúen en busca de la excelencia, además de contribuir a difundir tradiciones y ofrecer un espacio para la familia que desea celebrar unida esta temporada.