Teherán.- Ocho presos aparecieron en el incendio ocurrido el sábado en la cárcel de Evin, en Teherán, según un nuevo balance difundido el lunes por la autoridad judicial iraní.
El balance anterior daba cuenta de cuatro fallecidos y 61 heridos, de ellos cuatro tumbas.
"Cuatro personas (heridas) fallecieron en el hospital a causa del empeoramiento de su estado de salud, llevando el saldo a ocho muertos", presentado la web Mizan Online, la página de la autoridad judicial.
Todas las personas fallecidas estaban en la cárcel por delitos de robo, según esta fuente.
Las autoridades iraníes aseguraron el sábado que fueron "malhechores" los que provocaron enfrentamientos y un incendio en un almacén de ropa en el penal.
En la prisión de Evin, a veces apodada "Universidad Evin" por la cantidad de intelectuales encerrados en ella, se encuentran actualmente numerosas personas detenidas durante las protestas y, en general, presos políticos y de conciencia, así como extranjeros y binacionales.
La agencia oficial de noticias Irna afirmó que este incidente "no tiene nada que ver" con las manifestaciones en numerosos puntos del país por la muerte el 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini, que entraron en su semana quinta pese a una represión que ha dejó al menos 108 muertos según la oenegé Iran Human Rights (IHR).
Esta misma organización puso en duda la versión de las autoridades.
"A la vista de cómo las mentiras de los responsables se han convertido en norma, no aceptamos las explicaciones oficiales", reaccionó IHR, con sede en Oslo, asegurando que había recibido según las informaciones que los guardianes habían tratado de incitar a los presos.
Tras el incendio, varios oenegés y Estados Unidos dijeron estar preocupados por los prisioneros, aunque varios detenidos extranjeros podrán contactar con sus familias.
Allegados y grupos de apoyo a presos como la investigadora franco-iraní Fariba Adelkhah, el estadounidense Siamak Namazi y los austriacos Kamran Ghaderi y Massoud Mossaheb indicaron que se encontraban a salvo. También se encontraba a salvo Alessia Piperno, una viajera italiana detenida el 28 de septiembre, según la cancillería de su país.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, pidió "transparencia máxima" a las autoridades iraníes, en un momento en el que la UE se dispone este lunes a imponer sanciones a Irán.
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