Un total de 25 bolsas de comida fueron entregadas este lunes por parte del dirigente social de Naiguatá Xavier Quintero y la Jefatura Civil gracias al apoyo de la empresa privada.

Los responsables de los aportes fueron el Supermercado Río Mar que donó 15 bolsas y otras 10 a cargo de JJ Siglo XXI.

La idea es ayudar a las familias de escasos recursos a paliar los efectos de la pandemia de la Covid-19.

Vicyumar Darias, encargada de Recursos Humanos de Río Mar, explicó que la donación la hacen con mucho cariño y solidaridad a las familias más vulnerables para subsanar las necesidades que han surgido con la pandemia.

Detalló que la iniciativa fue respaldada de inmediato por los trabajadores del supermercado, ya que todos son naiguatareños. “Queremos prestarle un apoyo constante a la población, que sientan nuestra solidaridad, que somos una mano amiga y no únicamente una empresa privada. Todos somos habitantes de Naiguatá y tenemos ese sentir hacia toda la comunidad”.

Aseguró que tienen previsto llegar a más sectores de la parroquia con miras a aligerar el peso de las consecuencias del coronavirus.

Las bolsas contenían dos harinas Pan, una margarina, un aceite de soya, un kilo de caraotas, una sal, medio kilo de café, una lata de sardinas, una lata de atún, un kilo de arroz y un kilo de pasta.

Otro que se sumó al llamado de los dirigentes sociales de Naiguatá fue Simón Goncalves, encargado del supermercado JJ Siglo XXI, quien aportó 10 bolsas más. Se prevé entregar este beneficio al menos cada quince días.

“Siempre se colabora. Siempre estamos a la orden. No solamente para vender, sino para colaborar cuando se debe y cuando más se necesita. La jefatura, mi amigo Xavier han estado contando con nosotros, no desde ahorita, sino desde hace muchos años, para atender la crisis que tenemos con la pandemia”.

Explicó que se decidió, esta vez, colaborar con un poco más de lo que se ofrecía antes para ayudar de mejor manera. “Son 10 bolsas que tienen lo básico para alimentarse. Esto incluye huevos, granos, harinas, café, pasta y arroz”.

Uno de los beneficiados fue Hernán Gómez, quien es padre de cinco hijos y dijo que no ha podido salir a pescar debido al inclemente sol. Además, contó que para conseguir algo de dinero vende mangos en la calle.

“Esto es una bendición de Dios. Estoy muy agradecido. Aquí nadie se esperaba esto. La gente dice que quería saquear Río Mar, pero yo digo después qué irán a comer; eso nos perjudica a todos. Yo vengo para acá y me regalan”.