La pandemia COVID-19 dejó como lección universal la necesidad de reformas radicales en los sistemas de salud del mundo. Con pocas excepciones, esto incluye a países tan avanzados como Estados Unidos, Reino Unido, y casi todos los europeos y asiáticos. Es obvio que, naciones como las nuestras de América Latina y de África, también deben acometer su modernización y adecuación a los retos enormes que supone la atención de salud en el siglo XXI. La gigantesca tarea puede aliviarse en buena medida a través de tecnologías de alta conectividad e información, que faciliten la integración de servicios de predicción, prevención y asistencia sanitaria en cada región. Además, es posible potenciar por esas mismas vías, a los trabajadores de la salud, y así ampliar la cobertura sanitaria con medicina digital.
En la región, es noticia la reforma colombiana, expresada como, la garantía que brinda el Estado para la atención integral en salud de toda la población(1). Ese país, sin embargo, ya posee un sistema que en 2022 alcanzó el 98% de afiliados a escala nacional, si bien el acceso alcanza a solo el 75% de los asegurados por entidades públicas y privadas (EPS). La reforma, procura la transformación digital, predictiva, preventiva y resolutiva, y establecer Centros de Atención Primaria (CAPIRS) cuya inversión en 2023 suma los USD 313 millones.
La tecnología, permite la conectividad de todo un país mediante la combinación de banda ancha (BA) con celulares inteligentes (CI), así como la potenciación de la cobertura de salud por minería de datos e inteligencia artificial. En Venezuela, ya hay 14 millones de usuarios con CI, y 190 empresas que ofrecen BA de alta velocidad por fibra óptica. Así pues, la actual escasez de trabajadores de la salud se puede compensar mediante una red nacional de alta tecnología que potencie tanto al usuario como a los médicos, mediante una infraestructura de acceso universal basada en medicina digital, predictiva, preventiva, y asistencial.
@rrangelaldao
1 https://www.senado.gov.co/index.php/documentos/senado-prensa/6927-texto-reforma-a-la-salud/file
En la región, es noticia la reforma colombiana, expresada como, la garantía que brinda el Estado para la atención integral en salud de toda la población(1). Ese país, sin embargo, ya posee un sistema que en 2022 alcanzó el 98% de afiliados a escala nacional, si bien el acceso alcanza a solo el 75% de los asegurados por entidades públicas y privadas (EPS). La reforma, procura la transformación digital, predictiva, preventiva y resolutiva, y establecer Centros de Atención Primaria (CAPIRS) cuya inversión en 2023 suma los USD 313 millones.
La tecnología, permite la conectividad de todo un país mediante la combinación de banda ancha (BA) con celulares inteligentes (CI), así como la potenciación de la cobertura de salud por minería de datos e inteligencia artificial. En Venezuela, ya hay 14 millones de usuarios con CI, y 190 empresas que ofrecen BA de alta velocidad por fibra óptica. Así pues, la actual escasez de trabajadores de la salud se puede compensar mediante una red nacional de alta tecnología que potencie tanto al usuario como a los médicos, mediante una infraestructura de acceso universal basada en medicina digital, predictiva, preventiva, y asistencial.
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1 https://www.senado.gov.co/index.php/documentos/senado-prensa/6927-texto-reforma-a-la-salud/file
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