Nuncio Apostólico en la solemnidad de La Chinita
“Ante las dificultades, debemos ser artífices de La Paz”
Teresa Luengo
No estamos solos, Dios está con nosotros y nos invita a ser artífices de la paz, a llevar la esperanza y su amor como lo hizo la Santísima Virgen María, afirmó el Nuncio Apostólico en Venezuela, monseñor Alberto Ortega Martín, durante la Solemne Eucaristía por los 315 años de la renovación mariana de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, efectuada en la tarde de este lunes, en la plazoleta de San Juan de Dios.
Pasadas las 5 de la tarde, la Reliquia de La Chinita fue trasladada por los Servidores Marianos desde el pórtico del Santuario Basílica hacia la plazoleta, todo decorado en elegantes tonos rosa, blanco y verde manzana y un hermoso manto rosa pálido con bordados y detalles de una custodia, con el que se rinde homenaje a los 125 años de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento del Altar y el Año Jubilar. En esta edición de las fiestas religiosas, también se celebran 82 años de la coronación canónica de nuestra Reina Morena.
Una multitud de fieles en medio de aplausos y con la asistencia de autoridades civiles y militares, entonó el himno Gloria a ti Casta Señora junto al coro de Niños Cantores del Zulia
En la homilía, el representante de la Santa Sede, acompañado del arzobispo de Maracaibo monseñor José Luis Azuaje y demás integrantes del clero zuliano y visitante; recordó la importancia de los dones que Dios concede cada uno y nos insta a dejarnos llevar por su gracia y su ternura, hablar de ellos con humildad, ser positivos y dejar que guíen nuestra vida.
En medio de las dificultades debemos ser artífices de paz. En las angustias de nuestro corazón y tiempos, hay esperanza. El Papá Francisco nos invita a ver la realidad con ojos de fe y allí en medio de la angustia se descubre que hay esperanza. Donde parece que hay injusticia, dolor y pobreza, el Señor se acerca para liberarnos y hacer que la vida resplandezca.
La esperanza cristiana necesita de nuestro compromiso y de una fe que opera en la caridad. Dios cuenta con cada uno de ustedes cómo lo hizo con María, que dijo sí y nos dio la salvación al traernos al Príncipe de la Paz, que siempre está presente en la Eucaristía.
Debemos estar abiertos a construir el bien. La palabra de Dios nos invita a la alegría porque el está cerca de cada uno
Expresó que vivimos tiempos difíciles en los que hacen falta amigos fieles a Dios.
Para concluir, una representante de las Siervas del Santísimo Sacramento del Altar, leyó la consagración de los zulianos a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
FE CHIQUINQUIREÑA
Cada 18 de noviembre se ha convertido en un día de regocijo y fervor, donde se desbordan peticiones por la salud, el reencuentro familiar, la paz en Venezuela y en el mundo, la presentación de los nuevos integrantes de las familias, los niños que llegan a cada hogar, los estudios, el trabajo y el agradecimiento por cada cumplido.
Devotos acompañaron la ceremonia religiosa y la procesión por principales calles del casco central, en medio de gaitas, alegría, flores, cantos, oraciones y aplausos.
Posteriormente, la imagen de La Chinita fue llevada por los Servidores Marianos y escoltada por efectivos de la GNB en la tradicional procesión, tras un espectáculo de luces y fuegos artificiales. Desde el 19 y hasta el 30 de noviembre sigue el cronograma de actividades y visitas en diferentes instituciones y planteles, así como la asistencia de las zonas pastorales a la Basílica.
El 1ero. de diciembre se realiza la última procesión conocida como la Aurora Chiquinquireña o Subida de la Virgen, con la que finalizan las fiestas patronales y La Chinita vuelve de nuevo a su camarín.
No estamos solos, Dios está con nosotros y nos invita a ser artífices de la paz, a llevar la esperanza y su amor como lo hizo la Santísima Virgen María, afirmó el Nuncio Apostólico en Venezuela, monseñor Alberto Ortega Martín, durante la Solemne Eucaristía por los 315 años de la renovación mariana de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, efectuada en la tarde de este lunes, en la plazoleta de San Juan de Dios.
Pasadas las 5 de la tarde, la Reliquia de La Chinita fue trasladada por los Servidores Marianos desde el pórtico del Santuario Basílica hacia la plazoleta, todo decorado en elegantes tonos rosa, blanco y verde manzana y un hermoso manto rosa pálido con bordados y detalles de una custodia, con el que se rinde homenaje a los 125 años de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento del Altar y el Año Jubilar. En esta edición de las fiestas religiosas, también se celebran 82 años de la coronación canónica de nuestra Reina Morena.
Una multitud de fieles en medio de aplausos y con la asistencia de autoridades civiles y militares, entonó el himno Gloria a ti Casta Señora junto al coro de Niños Cantores del Zulia
En la homilía, el representante de la Santa Sede, acompañado del arzobispo de Maracaibo monseñor José Luis Azuaje y demás integrantes del clero zuliano y visitante; recordó la importancia de los dones que Dios concede cada uno y nos insta a dejarnos llevar por su gracia y su ternura, hablar de ellos con humildad, ser positivos y dejar que guíen nuestra vida.
En medio de las dificultades debemos ser artífices de paz. En las angustias de nuestro corazón y tiempos, hay esperanza. El Papá Francisco nos invita a ver la realidad con ojos de fe y allí en medio de la angustia se descubre que hay esperanza. Donde parece que hay injusticia, dolor y pobreza, el Señor se acerca para liberarnos y hacer que la vida resplandezca.
La esperanza cristiana necesita de nuestro compromiso y de una fe que opera en la caridad. Dios cuenta con cada uno de ustedes cómo lo hizo con María, que dijo sí y nos dio la salvación al traernos al Príncipe de la Paz, que siempre está presente en la Eucaristía.
Debemos estar abiertos a construir el bien. La palabra de Dios nos invita a la alegría porque el está cerca de cada uno
Expresó que vivimos tiempos difíciles en los que hacen falta amigos fieles a Dios.
Para concluir, una representante de las Siervas del Santísimo Sacramento del Altar, leyó la consagración de los zulianos a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
FE CHIQUINQUIREÑA
Cada 18 de noviembre se ha convertido en un día de regocijo y fervor, donde se desbordan peticiones por la salud, el reencuentro familiar, la paz en Venezuela y en el mundo, la presentación de los nuevos integrantes de las familias, los niños que llegan a cada hogar, los estudios, el trabajo y el agradecimiento por cada cumplido.
Devotos acompañaron la ceremonia religiosa y la procesión por principales calles del casco central, en medio de gaitas, alegría, flores, cantos, oraciones y aplausos.
Posteriormente, la imagen de La Chinita fue llevada por los Servidores Marianos y escoltada por efectivos de la GNB en la tradicional procesión, tras un espectáculo de luces y fuegos artificiales. Desde el 19 y hasta el 30 de noviembre sigue el cronograma de actividades y visitas en diferentes instituciones y planteles, así como la asistencia de las zonas pastorales a la Basílica.
El 1ero. de diciembre se realiza la última procesión conocida como la Aurora Chiquinquireña o Subida de la Virgen, con la que finalizan las fiestas patronales y La Chinita vuelve de nuevo a su camarín.
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