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Sombras del Mal: ADN revela identidad de Jack el Destripador

Pruebas apuntan a Aaron Kosminski como el asesino, pero expertos cuestionan su fiabilidad

  • Diario El Universal

23/02/2025 06:00 am

“Jack el Destripador”, el asesino en serie más infame de la historia, quien aterrorizó Londres en 1888 con una serie de brutales crímenes en el distrito de Whitechapel, finalmente habría sido identificado. Sus víctimas, en su mayoría mujeres vulnerables, fueron asesinadas y mutiladas de manera espeluznante, dejando un legado de terror y misterio que ha perdurado por más de un siglo. A pesar de las numerosas teorías y sospechosos, su identidad nunca fue confirmada... hasta ahora.

En febrero de 2025, el historiador Russell Edwards anunció que pruebas de ADN extraídas de un chal encontrado en la escena del crimen de Catherine Eddowes, una de las víctimas, apuntan a Aaron Kosminski, un barbero polaco, como el responsable. El chal, adquirido por Edwards en 2007, contenía muestras de sangre y semen que coincidieron con los descendientes de Eddowes y Kosminski. Según Edwards, este descubrimiento es "el avance más sólido en más de un siglo".

Kosminski, un inmigrante judío polaco que vivía en Whitechapel, ya había sido considerado sospechoso en 1888. Sufría de trastornos mentales y fue internado en un asilo en 1889, donde murió en 1919. Aunque la policía lo investigó, nunca se reunieron pruebas suficientes para procesarlo.

Los defensores de la teoría de Kosminski argumentan que el ADN mitocondrial, heredado de la madre, es una evidencia contundente. Karen Miller, tataranieta de Eddowes, respalda la investigación y exige una nueva revisión legal para "nombrar oficialmente al asesino". Además, las características físicas de Kosminski, como su cabello castaño y ojos marrones, coinciden con descripciones de testigos de la época.

Sin embargo, muchos expertos cuestionan la fiabilidad de las pruebas. El ADN mitocondrial solo puede excluir sospechosos, no confirmar identidades de manera definitiva. Además, el chal no fue debidamente documentado en 1888, lo que genera dudas sobre su autenticidad. Algunos científicos también critican la falta de revisión por pares y la posible contaminación de las muestras.

Más allá de la identidad, el caso de “Jack el Destripador” sigue siendo un símbolo de la violencia de género y la marginación social. Muchas de sus víctimas no eran prostitutas, como se creía, sino mujeres pobres y vulnerables. Hallie Rubenhold, autora de The Five, destaca que "Jack atacaba a mujeres mientras dormían, no por su estilo de vida".

Aunque el ADN sugiere que Kosminski podría ser “Jack el Destripador”, las dudas persisten. Sin una verificación legal y científica independiente, el caso sigue abierto. Lo que es seguro es que, después de 136 años, las víctimas aún esperan justicia.

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