Sombras del mal: Matar para evitar un gran terremoto en California
Es la historia de un hombre que estuvo marcado por la fecha de su nacimiento
El cine y la televisión nos han dejado una enseñanza sobre los insospechados móviles que impulsan a los asesinos en serie a matar. Desde la presencia de dominantes madres hasta la confección de trajes a la medida.
Todos los asesinos han tenido motivos para cometer sus crímenes. Eso facilita la solución de los casos y da a los espectadores un hilo que les permite entender las historias.
Pero en la realidad los crímenes parecen aislados, no conectados. Muchos parecen no tener un móvil. La policía no encuentra lazos y los asesinos pueden actuar impunemente.
Hoy conoceremos a Herbert William Mullin, un asesino en serie nacido el 18 de abril de 1947 en Salinas, California. La fecha de su nacimiento es importante porque coincide con el aniversario del gran terremoto de San Francisco de 1906.
Hijo de un estricto, pero no abusivo, héroe de la Segunda Guerra Mundial, y una mujer dedicada al hogar, Herbert fue un niño inteligente y rodeado de amigos, tuvo una infancia tranquila. Sin embargo, tras graduarse comenzó a presentar un comportamiento errático. La muerte de su mejor amigo lo devastó y agravó sus problemas.
A los 21 años fue internado en un hospital psiquiátrico. Hablaba solo, escuchaba voces y se autolesiona, pero salió por su propia voluntad. Se le negó la posibilidad de ingresar a las Fuerzas Armadas y lo sacaron de su apartamento debido a los gritos que producía.
En 1972 regresó al hogar paterno, acompañado por unas voces que anunciaban que un terremoto, mayor que el de 1906, era inminente y él podía evitarlo… Con sacrificios humanos.
Mullin creía que el sismo se había evitado por la guerra de Vietnam. Pero al terminar la sangría con el fin de la guerra, se precipitó el terremoto, así que decidió evitarlo.
El 13 de octubre de 1972 asesinó a su primera víctima: Un vagabundo, “quien le había enviado mensajes telepáticos pidiéndole que lo matara para salvar a muchos”.
El 24 de ese mes mató a puñaladas a una joven. El 11 de noviembre asesinó a un sacerdote, quien “se ofreció como sacrificio”.
El 25 de enero de 1973 decidió matar a un amigo traficante de drogas. Fue a su casa, pero no lo encontró. Le preguntó a la inquilina por la dirección de su amigo y, al obtenerla, acribilló a la mujer y a sus dos hijos de 4 y 9 años. Luego fue la casa del amigo y también lo mató.
El 10 de febrero de 1973 masacró a cuatro excursionistas y culminó su racha el 13 del mismo mes matando en pleno día a Fred Pérez. Fue detenido minutos más tarde.
La policía no había vinculado los 13 asesinatos hasta que Mullin los confesó. Tras un polémico juicio en el que se debatió su salud mental, fue condenado a cadena perpetua.
Herbert Mullin, quien creía que matando podría evitar el gran terremoto en California, murió de causas naturales en una cárcel californiana el 18 de agosto de 2022. Pudo sobrevivir a dos grandes terremotos, el de Loma Prieta en 1989 y el de San Francisco en 2008.
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