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Las invasiones: un delito sin responsables ni culpables

En tres meses se registraron al menos 30 ocupaciones ilegales de inmuebles en Caracas

  • CARLOS D' HOY

16/04/2023 08:00 am

Las invasiones han sido un tema recurrente en Venezuela, no es un tema nuevo. Si vemos los barrios de nuestro país, todos nacieron en terrenos que fueron ocupados ilegalmente.
En los últimos 25 años las invasiones se convirtieron en herramienta política, las transformaron en una especie de “justicia bizarra” para quienes alegaban no tener acceso a viviendas dignas y tomaban por la fuerza lo que por derecho no les pertenecía. Los legítimos dueños quedaban atrapados en un laberinto burocrático para recuperar sus propiedades, muchas de esas batallas resultaron perdidas.
En ese ínterin observamos como supuestos movimientos sociales, grupos armados, funcionarios y políticos se convirtieron en impulsores y protagonistas de muchas de esas acciones.
Lo más grave fue la lentitud oficial, cuando actuaban, algunas autoridades hicieron muy poco para combatir el flagelo, apenas se limitaban a desalojar los espacios ocupados, mientras que la Fiscalía prácticamente parecía ausente. Según especialistas, muy pocos de los invasores han sido enjuiciados, la impunidad alcanza el 90%.

30 invasiones en el primer trimestre
El periodista y activista Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas (FDNC), ratifica el repunte de las invasiones ocurridas en los últimos meses: “Hemos registrado la ocupación de al menos 30 inmuebles durante el primer trimestre de este año”.
A pesar del alarmante número de ocupaciones ilegales, a juicio de Rojas lo más grave es la participación activa de grupos armados, además de uniformados y líderes locales y regionales en estas ocupaciones.
Entre estos hechos destaca el caso de un grupo de funcionarios vinculados al Cicpc que invadieron un apartamento en Candelaria. “Los funcionarios se replegaron y abandonaron el inmueble por la presión que hicimos”, acotó.
La lista continúa. En San Bernardino un grupo armado invadió un edificio, también en la avenida Fuerzas Armadas, en Sabana Grande. “Caracas está golpeada por la ola de invasiones”, dice.

La excusa de la siembra
Rojas denuncia también la ocupación del Parque el Bolsillo de Valle Abajo por grupos afectos al partido de Gobierno, “incluso hay diputados involucrados entre quienes tomaron el terreno de los niños bajo la excusa de hacer unos cultivos, pero también invadieron los estacionamientos ubicados a un lado del parque”.
“La siembra es un cuento, una excusa, y eso lo observamos en otras invasiones que han realizado. Tenemos la invasión del Parque Hugo Chávez, en la Carretera Panamericana, donde poco a poco han deforestado, quemado y construido carreteras rurales; también el Parque Nacional El Ávila, rebautizado como Waraira Repano, Macarao”, explica.
Esta tendencia se mantendría también en el interior del país, y poco a poco terminan urbanizando con barrios los terrenos ocupados, los cuales son vendidos por el invasor y quienes se resguardan detrás de él. Se trata de un negocio millonario que ocurre bajo la anuencia de las autoridades que no actúan contra los invasores, destaca.
Quizá el daño más grave ocurre al sur del país, en el Parque Nacional Canaima, donde miles de hectáreas han sido devastadas en una salvaje e irracional fiebre del oro que no es controlada por las autoridades nacionales, regionales o municipales, agrega.

¿Negligencia o complicidad?
Rojas considera que hay una evidente falta de acción por parte de las autoridades, especialmente por parte de la justicia: “No hay juicios, no se imponen las sanciones establecidas en el artículo 471 del Código Penal que castiga con penas de cinco a 10 años para los invasores, pero no hay imputación”.
“Nos hemos reunido con el Ministerio Público, pero no hemos tenido respuestas en el sentido que buscamos, es un problema que parece que contara con una complicidad silenciosa por parte de las autoridades, no se hace mucho para atacar el problema, no se enjuicia a los responsables”, señala.
“La impunidad es un estímulo para el delincuente, si nadie es castigado por cometer un delito, entonces no hay ningún obstáculo para invadir”, agrega Rojas.
“Es por eso que consideramos tan importante la acción de los organismos, especialmente de la FIscalía, porque de no tomar cartas en este tema, muy pronto nos veremos ante una gran ola de invasiones”, concluye.

Un mal con muchas consecuencias
“Las invasiones que se multiplicaron en el país como pólvora encendida, no solo afectaron la propiedad privada sino que ahuyentaron las inversiones y deterioraron la imagen de Venezuela como un lugar seguro para invertir”, señala el criminólogo y profesor universitario Luis Izquiel.
“La consecuencia de la impunidad, no solo en este delito, sino en todos los delitos, es que los autores no tienen motivos para no repetir los hechos delictivos, la gente que ve que el infractor quedó impune probablemente tendrá la tentación de violar la ley, ya que no hay instituciones que lo castiguen”, añade.
Puntualiza que no se trata de un delito difícil de atacar. Es de los delitos denominados permanentes, “es decir, desde que invaden un apartamento o terreno, activan el delito que se mantendrá hasta que cese, eso facilitaría la detención en flagrancia, los cuerpos policiales podrían llevarse detenido al invasor y enjuiciarlo, pero eso no ocurre, a lo sumo los desalojan y los dejan libres, la impunidad reina, no hay acciones”.

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