Familiares de fallecidos en la Cota 905 rechazan medida de prohibición de velorios
“Es triste enterrar a mi hijo sin darle un último adiós”, indicó la madre de una de las víctimas
“La orden es que ningún 62 salga a una funeraria o velorio, a esos muertos deben llevarlos directamente al cementerio donde los sepultarán, sin abrir el ataúd, sin muchedumbres, solo la mamá o las personas que salgan con esos muertos desde la morgue”.
La información la suministró un funcionario que labora en la morgue de Bello Monte, confirmada por un funerario y por un oficial de la Policía Nacional Bolivariana.
El oficial, quien pidió no ser identificado, señaló que 62 es la clave radial que se utiliza para describir un enfrentamiento. Los 62 a los que se refieren son los fallecidos en esos choques entre fuerzas policiales y presuntos delincuentes, particularmente a los provenientes de los enfrentamientos ocurridos en la Cota 905.
Los funcionarios policiales salen en motos desde la morgue de Bello Monte escoltando las carrozas fúnebres hasta los cementerios donde se va a realizar la sepultura. Una vez en el lugar verifican que el ataúd no sea abierto, que se coloque en el hueco y lo cubran de tierra. Deben tomar una fotografía de la operación y de la tumba cubierta, luego se retiran.
Vale destacar que la medida no es nueva, desde inicios de año se ha venido implementando. Su objetivo sería evitar que le rindan homenajes a los fallecidos en los enfrentamientos, sin embargo es la decisión que termina castigando a los familiares de las víctimas, que son quienes se encargan de los trámites, del retiro de los cuerpos de la morgue y de su sepultura.
“No poder despedirme hace peor su muerte”
“Me siento muy mal, es muy triste perder a un hijo sea como sea la forma de su muerte. Es un dolor muy grande. Pero no poder despedirlo lo hace peor aún. No nos dejan decirle adiós. La última vez que lo vi fue tan horrible, estaba lleno de sangre y desnudo en el sótano de la morgue, no quisiera recordarlo así, pero esa es la última imagen que me queda de él”.
Maura Gámez, madre de Edwin Gámez de 24 años, señala que a su hijo lo mataron delante de su nieta de 4 años. “Él era obrero, pero la policía lo vincula con la banda de Koki y con la Cota 905 y dicen que lo mataron en un 62, pero quién se va a enfrentar a tiros con su familia en la casa, lo mataron delante de su hija”.
Agregó que en ese enfrentamiento ocurrido el pasado lunes 12 de julio en El Valle, fue detenida la pareja de él, “a los dos los implican en terrorismo, él tuvo sus problemas con la justicia, pero se había enderezado, ella está presa y está embarazada”.
Reconozco que se había ido por el mal camino
A mi hijo, Luis Miguel Valdés Cova (27) lo mataron en la Cota 905. No sabemos cuando fue nos enteramos cuando nos llamaron por teléfono para decirnos que uno de los muertos de la Cota se parecía mucho a él. Lo mataron junto a otro, iba una moto en un camino de tierra cuando les dispararon. De verdad que no sé en qué parte de la Cota que lo mataron.
Luis Miguel dejó cuatro hijos. “Él estaba en el mal camino. Hace dos años, el día de mi cumpleaños, el 16 de enero, había salido de la cárcel y se fue a ese mundo. Me siento muy mal porque no pude hacer nada por él, porque él escogió esa vida y no hubo manera de sacarlo de allí. A mis otros hijos les he dicho, les he dado consejos, esa de la delincuencia es una carrera fácil, pero es la más corta acaba con tu vida, allí está mi hijo muerto”.
“Él se vino para la Cota”
La mamá de Mauro Antonio Brazón Contreras de 34 años también enfrentaba la realidad de enterrar a un hijo que en vida estuvo involucrado en el mundo de la delincuencia.
“El estaba preso en Carúpano y salió libre hace más de un año. Hace tres meses se desapareció, decidió irse de Carúpano y se vino para la Cota 905, quería unirse a esa banda que era como un imán para él y allí está terminó muerto. No hubo manera de que se enderezara, él sabía que en algún momento lo matarían”.
“Es muy doloroso no verlo, no poder llevarlo y enterrarlo allá en Carúpano. Que la policía no nos deje despedirnos, hace más de tres meses que no lo veía, y lo vi tan mal en la morgue, ese será el último recuerdo que tengo de él”.
A una semana continúan retirando cadáveres
A una semana de los violentos enfrentamientos en Caracas, familiares de los fallecidos continuaban retirando los cuerpos. A los de Edwin Gámez, Luis Miguel Valdés Cova y Mauro Antonio Brazón Contreras se suman el retiro de los cadáveres de Sarid López y el de un joven no identificado cuyos familiares se negaron a dar los datos de identidad pero que reconocieron que era miembro de la banda y que murió en la Cota 905 y finalmente Dángelo Jesús Mendoza.
Sarid era miembro de la banda de Koki, fue retratado durante la toma que hizo esa organización del Club de la Policía Metropolitana, estaba residenciado en San Agustín del Sur, de donde huyó el pasado sábado, este martes murió en un supuesto enfrentamiento en Caucagüita con funcionarios de Polimiranda y del Cicpc.
“Es inocente”
El recuento de las víctimas de la violencia capitalina cierra con el caso de Dángelo Jesús Mendoza Angulo de 30 años, “él tenía dos trabajos, laboraba en el Hipódromo en las mañanas y en el Instituto Venezolano de Seguros Sociales de Coche, en los dos era obrero y no tenía problemas con la justicia”.
La información la suministró un funcionario que labora en la morgue de Bello Monte, confirmada por un funerario y por un oficial de la Policía Nacional Bolivariana.
El oficial, quien pidió no ser identificado, señaló que 62 es la clave radial que se utiliza para describir un enfrentamiento. Los 62 a los que se refieren son los fallecidos en esos choques entre fuerzas policiales y presuntos delincuentes, particularmente a los provenientes de los enfrentamientos ocurridos en la Cota 905.
Los funcionarios policiales salen en motos desde la morgue de Bello Monte escoltando las carrozas fúnebres hasta los cementerios donde se va a realizar la sepultura. Una vez en el lugar verifican que el ataúd no sea abierto, que se coloque en el hueco y lo cubran de tierra. Deben tomar una fotografía de la operación y de la tumba cubierta, luego se retiran.
Vale destacar que la medida no es nueva, desde inicios de año se ha venido implementando. Su objetivo sería evitar que le rindan homenajes a los fallecidos en los enfrentamientos, sin embargo es la decisión que termina castigando a los familiares de las víctimas, que son quienes se encargan de los trámites, del retiro de los cuerpos de la morgue y de su sepultura.
“No poder despedirme hace peor su muerte”
“Me siento muy mal, es muy triste perder a un hijo sea como sea la forma de su muerte. Es un dolor muy grande. Pero no poder despedirlo lo hace peor aún. No nos dejan decirle adiós. La última vez que lo vi fue tan horrible, estaba lleno de sangre y desnudo en el sótano de la morgue, no quisiera recordarlo así, pero esa es la última imagen que me queda de él”.
Maura Gámez, madre de Edwin Gámez de 24 años, señala que a su hijo lo mataron delante de su nieta de 4 años. “Él era obrero, pero la policía lo vincula con la banda de Koki y con la Cota 905 y dicen que lo mataron en un 62, pero quién se va a enfrentar a tiros con su familia en la casa, lo mataron delante de su hija”.
Agregó que en ese enfrentamiento ocurrido el pasado lunes 12 de julio en El Valle, fue detenida la pareja de él, “a los dos los implican en terrorismo, él tuvo sus problemas con la justicia, pero se había enderezado, ella está presa y está embarazada”.
Reconozco que se había ido por el mal camino
A mi hijo, Luis Miguel Valdés Cova (27) lo mataron en la Cota 905. No sabemos cuando fue nos enteramos cuando nos llamaron por teléfono para decirnos que uno de los muertos de la Cota se parecía mucho a él. Lo mataron junto a otro, iba una moto en un camino de tierra cuando les dispararon. De verdad que no sé en qué parte de la Cota que lo mataron.
Luis Miguel dejó cuatro hijos. “Él estaba en el mal camino. Hace dos años, el día de mi cumpleaños, el 16 de enero, había salido de la cárcel y se fue a ese mundo. Me siento muy mal porque no pude hacer nada por él, porque él escogió esa vida y no hubo manera de sacarlo de allí. A mis otros hijos les he dicho, les he dado consejos, esa de la delincuencia es una carrera fácil, pero es la más corta acaba con tu vida, allí está mi hijo muerto”.
“Él se vino para la Cota”
La mamá de Mauro Antonio Brazón Contreras de 34 años también enfrentaba la realidad de enterrar a un hijo que en vida estuvo involucrado en el mundo de la delincuencia.
“El estaba preso en Carúpano y salió libre hace más de un año. Hace tres meses se desapareció, decidió irse de Carúpano y se vino para la Cota 905, quería unirse a esa banda que era como un imán para él y allí está terminó muerto. No hubo manera de que se enderezara, él sabía que en algún momento lo matarían”.
“Es muy doloroso no verlo, no poder llevarlo y enterrarlo allá en Carúpano. Que la policía no nos deje despedirnos, hace más de tres meses que no lo veía, y lo vi tan mal en la morgue, ese será el último recuerdo que tengo de él”.
A una semana continúan retirando cadáveres
A una semana de los violentos enfrentamientos en Caracas, familiares de los fallecidos continuaban retirando los cuerpos. A los de Edwin Gámez, Luis Miguel Valdés Cova y Mauro Antonio Brazón Contreras se suman el retiro de los cadáveres de Sarid López y el de un joven no identificado cuyos familiares se negaron a dar los datos de identidad pero que reconocieron que era miembro de la banda y que murió en la Cota 905 y finalmente Dángelo Jesús Mendoza.
Sarid era miembro de la banda de Koki, fue retratado durante la toma que hizo esa organización del Club de la Policía Metropolitana, estaba residenciado en San Agustín del Sur, de donde huyó el pasado sábado, este martes murió en un supuesto enfrentamiento en Caucagüita con funcionarios de Polimiranda y del Cicpc.
“Es inocente”
El recuento de las víctimas de la violencia capitalina cierra con el caso de Dángelo Jesús Mendoza Angulo de 30 años, “él tenía dos trabajos, laboraba en el Hipódromo en las mañanas y en el Instituto Venezolano de Seguros Sociales de Coche, en los dos era obrero y no tenía problemas con la justicia”.
La policía dice que él se enfrentó, sin embargo, sus familiares indican que lo mataron mientras dormía, “Dángelo llegó cansado a la casa se puso sus audífonos y se acostó. Su hermana tuvo que salir a visitar a otro familiar y cuando no había nadie en la casa llegó la policía, no sabemos qué pasó, él era inocente no hizo nada, tenía problemas mentales luego de una caída, era una persona sana solo le importaba su música y sus trabajos. Al final lo mataron como a un perro”.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones