Además de Felipe VI, quien estuvo acompañado de la reina Letizia, también se invistió caballero al rey Guillermo Alejandro, quien asistió junto a su esposa, la reina Máxima. Isabel II  le otorgó la orden al rey de España en junio de 2017, durante la visita de Estado y al  rey de Holanda al año siguiente.

La primera ceremonia, llamada Garter Day (Día de la Liga),  tiene lugar en el Salón del Trono donde se reúnen las damas y los caballeros de la orden que luego se dirigen a la capilla de San Jorge, donde se lleva a cabo la ceremonia religiosa. Junto a la soberana británica han estado ocho miembros de su familia, el príncipe Carlos, la duquesa de Cornwall, los duques de Cambridge, la princesa Ana y los condes de Wessex.

Una de las características de esta orden es la de ser vitalicia y solo se retira si quien la porta comete delito de traición, herejía o cobardía. Cabe destacar la pomposidad del acto, especialmente por la vestidura de los socios, que llevan togas de terciopelo, sombrero estilo Tudor con plumas blancas y el colar de la orden donde cuelga la imagen de San Jorge matando a la serpiente.

Al concluir esta primera parte del protocolo, la reina Isabel II invitó a un almuerzo y se cerró con una tradición que es todo un símbolo en Inglaterra, la hora del té.

Las reinas y la duquesa de Cambridge dieron pie para medir su elegancia, la siempre esperada guerra de estilo ratificó que Letizia, Máxima y Catherine suelen ser acertadas en sus elecciones.  Letizia seleccionó un traje de falda midi con mangas abullonadas y cuello alto en blanco con estampados en negro de la firma Cherubina, que hizo juego con su tocado, de la misma casa, que se caracterizó por lo moderno ya que se trataba de una amplia diadema negra que deun lado surgió un grupo flores y plumas colocadas de manera irregular y un velito de tul que cubría la parte superior del rostro. Como joyas a destacar estuvieron los zarcillos que pertenecieron a la reina Victoria Eugenia, nieta de la reina Victoria y bisabuela del rey Felipe VI. 

La reina Máxima no cedió en su rol de elegante, esta vez con un modelo en rosa palo cuyas mangas se transformaron en capa,  para marcar la cintura un amplio cinturón en seda del mismo tono del vestido y con hebilla dorada, firmado por Claes Iversen. Esta vez la esposa del rey de Holanda seleccionó un  tocado de medio lado con flores en la parte interior que completó el conjunto monocromático y recogió su melena en un moño bajo.

Catherine de Cambridge optó nuevamente por el blanco en un traje abrigo con la etiqueta de Catherine Walker, cuyo único adorno fueron los ribetes negros en el cuello bebé y en el talle que afinaron la cintura. El tocado negro, clásico de Lock & Co lo suavizó una pluma rizada.

La condesa de Wessex, Letizia de España, duquesa de Cornwall, Máxima de Holanda y duquesa de Cambridge