Caracas.- Representantes del gobierno y de la oposición se acusan mutuamente de “infiltraciones” en sus distintos ámbitos de desenvolvimiento, en lo que constituiría actualmente una práctica cotidiana, según se observa de publicaciones que durante los últimos años han venido dando cuenta de la estratégica práctica de espionaje con fines mayormente de saboteo.
Este jueves, medios informativos divulgaron la acusación del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente y segundo vicepresidente del Partidos Socialista Unidos de Venezuela, Diosdado Cabello, según la cual gente del intervenido (por el TSJ) partido Voluntad Popular se habrían infiltrado en recientes actos de protesta en el interior del país. Por el otro lado, la activista por los derechos humanos, de tendencia opositora radical, Tamara Sujú, denuncia a través de la red Twitter una presunta infiltración policial.
Cabello y las infiltraciones
En su reanudada actividad como presentador de su programa semanal, Con el mazo dando, Cabello anunció la detención de una persona identificada como José Gregorio Moreno, a quien le atribuye ser miembro activo del partido Voluntad Popular y acusado de "principal coordinador de las acciones violentas en el estado Cojedes".
Aseguró Cabello que Moreno formaba parte de un grupo de "guarimberos" organizado, conectado a una cuenta en WhatsApp y residenciado en Colombia, desde donde habría viajado para promover los disturbios en Cojedes.
Sobre el tema de las infiltraciones, Cabello ha figurado también en el papel de denunciante en otras oportunidades, como en el caso del desertor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, hoy como “testigo protegido” del Gobierno de Estados Unidos, Leasmy Salazar, quién en el año 2015 dijo haber encabezado el grupo de seguridad del presidente de la ANC y lo señaló de formar parte del llamado “Cartel de los Soles”. En esta oportunidad, tras desmentir ambas versiones, lo acusó de haber sido un infiltrado en equipo de seguridad del extinto presidente Hugo Chávez.
Cabello también se constituyó como fuente de información a la par de los más altos voceros del Ejecutivo nacional, incluyendo al propio presidente de la República, en relación con la frustrada operación Gedeon, admitiendo que el Gobierno de Nicolás Maduro no solamente penetró la “fallida operación conspirativa”, sino aún más allá, que tiene "agentes infiltrados" en las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de Colombia, según lo dicho en su oportunidad por el entonces ministro de Información y Comunicaciones, Jorge Rodríguez.
En aquellos momentos también intervino el diputado Juan Guaidó para acusar directamente a Diosdado Cabello de financiar, infiltrar y masacrar la frustrada «Operación Gedeón» que desembarcó en La Guaira y en la costa aragüeña.
Sobre “infiltraciones” en Venezuela, destaca también la información publicada por el Diario de las Américas en febrero de este año, según la cual la Junta Internacional para el Control de Estupefacientes, que se enmarca en el sistema de Naciones Unidas, alertó sobre “una posible infiltración del narcotráfico en las fuerzas de seguridad de Venezuela que habría tomado forma a través del Cártel de los Soles”; y vinculado a esta información, el Departamento del Tesoro de Estados anunció el pasado 29 de agosto que ofrece una millonaria recompensa por informaciones que conduzcan a la captura de tres jefes policiales venezolanos presuntamente vinculados a operaciones de narcotráfico que afectan a ese país.
Suju: infiltrar comunidades
Por su parte Tamara Suju denunció este jueves vía Twitter que el jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Iván Hernández Dala, habría dado la orden a todos los funcionarios del Distrito Capital de infiltrarse en la cotidianidad de los ciudadanos, en restaurantes, quioscos, panaderias y comercios en general.
La orden, según explica, consiste en salir a la calle "vestidos de civil" y "bien vestidos", en lugares comunes, especialmente de Petare, El Valle, Catia, Cota 905, Altos Mirandinos, ARC, Guarenas-Guatire y neutralizar a los ciudadanos si se ve “algo extraño”
gilbertocarreno@gmail.com
Este jueves, medios informativos divulgaron la acusación del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente y segundo vicepresidente del Partidos Socialista Unidos de Venezuela, Diosdado Cabello, según la cual gente del intervenido (por el TSJ) partido Voluntad Popular se habrían infiltrado en recientes actos de protesta en el interior del país. Por el otro lado, la activista por los derechos humanos, de tendencia opositora radical, Tamara Sujú, denuncia a través de la red Twitter una presunta infiltración policial.
Cabello y las infiltraciones
En su reanudada actividad como presentador de su programa semanal, Con el mazo dando, Cabello anunció la detención de una persona identificada como José Gregorio Moreno, a quien le atribuye ser miembro activo del partido Voluntad Popular y acusado de "principal coordinador de las acciones violentas en el estado Cojedes".
Aseguró Cabello que Moreno formaba parte de un grupo de "guarimberos" organizado, conectado a una cuenta en WhatsApp y residenciado en Colombia, desde donde habría viajado para promover los disturbios en Cojedes.
Sobre el tema de las infiltraciones, Cabello ha figurado también en el papel de denunciante en otras oportunidades, como en el caso del desertor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, hoy como “testigo protegido” del Gobierno de Estados Unidos, Leasmy Salazar, quién en el año 2015 dijo haber encabezado el grupo de seguridad del presidente de la ANC y lo señaló de formar parte del llamado “Cartel de los Soles”. En esta oportunidad, tras desmentir ambas versiones, lo acusó de haber sido un infiltrado en equipo de seguridad del extinto presidente Hugo Chávez.
Cabello también se constituyó como fuente de información a la par de los más altos voceros del Ejecutivo nacional, incluyendo al propio presidente de la República, en relación con la frustrada operación Gedeon, admitiendo que el Gobierno de Nicolás Maduro no solamente penetró la “fallida operación conspirativa”, sino aún más allá, que tiene "agentes infiltrados" en las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de Colombia, según lo dicho en su oportunidad por el entonces ministro de Información y Comunicaciones, Jorge Rodríguez.
En aquellos momentos también intervino el diputado Juan Guaidó para acusar directamente a Diosdado Cabello de financiar, infiltrar y masacrar la frustrada «Operación Gedeón» que desembarcó en La Guaira y en la costa aragüeña.
Sobre “infiltraciones” en Venezuela, destaca también la información publicada por el Diario de las Américas en febrero de este año, según la cual la Junta Internacional para el Control de Estupefacientes, que se enmarca en el sistema de Naciones Unidas, alertó sobre “una posible infiltración del narcotráfico en las fuerzas de seguridad de Venezuela que habría tomado forma a través del Cártel de los Soles”; y vinculado a esta información, el Departamento del Tesoro de Estados anunció el pasado 29 de agosto que ofrece una millonaria recompensa por informaciones que conduzcan a la captura de tres jefes policiales venezolanos presuntamente vinculados a operaciones de narcotráfico que afectan a ese país.
Suju: infiltrar comunidades
Por su parte Tamara Suju denunció este jueves vía Twitter que el jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), Iván Hernández Dala, habría dado la orden a todos los funcionarios del Distrito Capital de infiltrarse en la cotidianidad de los ciudadanos, en restaurantes, quioscos, panaderias y comercios en general.
La orden, según explica, consiste en salir a la calle "vestidos de civil" y "bien vestidos", en lugares comunes, especialmente de Petare, El Valle, Catia, Cota 905, Altos Mirandinos, ARC, Guarenas-Guatire y neutralizar a los ciudadanos si se ve “algo extraño”
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