Lo que está pasando en el país es importante. El Ejecutivo está paralizado y la razón es que en enero y febrero se han caído las ventas de manera asombrosa, después de una pequeña pero clara recuperación el año pasado.

Todas las causas apuntan a IGTF que nadie sabe por qué el presidente Maduro se empeñó en aplicar a una economía que se estaba recuperando.

Empantanado

Después tenemos el empantanamiento en no avanzar en medidas de amplitud económica de parte del Ejecutivo.

Era necesario autorizar las transacciones financieras de divisas entre bancos como se comenzó a hacer. Por ejemplo, si una empresa quería pagar a un trabajador por un banco, en dólares, en otro estado, lo podía hacer. Pero se acabó con eso y fue muy perjudicial.

Otras medidas

Asimismo, se esperaba una reducción del encaje legal que no se ha dado porque piensan que va a salir dinero del país.

Hubo muchas reuniones con las industrias para acordar acerca de los aranceles, para que los productos importados no salieran favorecidos por encima de los nacionales, pero no se hicieron esos acuerdos y ahora estos rubros pagan menos aranceles y son más baratos.

Un cuadro peligroso

Este cuadro se complementa con el tema de EE.UU. donde los republicanos tienen mucha presión sobre el presidente Biden.

Piensan que el presidente Biden ha hecho demasiado por Venezuela y quieren atar de manos al mandatario y embajador James Story, incluso amenazan con paralizar la licencia de Chevron en abril.

El presidente Maduro, en un juego peligroso anuncia que no regresará a la mesa de diálogo hasta que no se paguen los 3.000 millones de dólares acordados en octubre en México, sabiendo que eso depende de las NU y no es simple.

Maduro no da marcha atrás

Lo que sí sabemos es que Maduro no se va detener y no dará un viraje hacia atrás.

El Ejecutivo está paralizado y todo ha repercutido en los altos impuestos, en varias medidas erróneas y en una desaceleración de la economía.

De hecho, los reportes sobre las consecuencias para el consumo del venezolano, en los últimos dos meses, son muy negativos, en el sentido de que ha bajado.

El consumo baja

Claro, se entiende, porque, aunque no hay escasez de productos, los altos precios han ensanchado la brecha entre los más pobres y los que tienen como pagar.

La gente, otra vez, decide entre comer o vestirse y hace poco, al menos podía comprar ropa y alimentos, dependiendo de los precios, pero otra vez el venezolano comenzaba a recuperar eso.

Actualmente ya no se puede.