Trump recibió a Netanyahu optimista sobre el plan de paz para medio oriente que revelará el martes
Lideres palestinos han declarado estar en desacuerdo con dicho plan, puesto que para ellos la Casa Blanca ya no tiene "credibilidad"
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró optimista este lunes sobre su plan de paz para Medio Oriente al recibir a su "amigo", el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, y anunció que el documento, rechazado categóricamente por los palestinos, será presentado el martes.
Trump, quien también se reunió más tarde con el líder de la oposición israelí, Benny Gantz, dijo que la propuesta, considerada "histórica" por Netanyahu, se dará a conocer el martes al mediodía (17H00 GMT).
Los palestinos han criticado el plan de paz de Trump, considerándolo sesgado hacia Israel. Ningún líder palestino fue invitado a la Casa Blanca.
Pero Trump dijo a los periodistas que "podría tener una oportunidad" para promover la paz.
"Creemos que finalmente tendremos el apoyo de los palestinos", dijo. El plan es "algo que deberían desear... Es muy bueno para ellos, de hecho es demasiado bueno para ellos".
También afirmó que "muchas de las naciones árabes" respaldan su iniciativa.
Netanyahu elogió por su parte a Trump como "el mejor amigo que Israel ha tenido en la Casa Blanca" y una vez más describió el plan de paz como "el acuerdo del siglo".
Las reuniones de Trump con Netanyahu y Gantz metieron de lleno al presidente estadounidense en el tenso clima de las elecciones parlamentarias israelíes del 2 de marzo, para las que el derechista Likud de Netanyahu y la centrista alianza Azul y Blanco de Gantz aparecen cabeza a cabeza.
Para Netanyahu, la reunión en la Oficina Oval y un plan de paz favorable reforzarán la idea de que cuenta con el apoyo del presidente de Estados Unidos.
La visita de Gantz no tuvo la misma cobertura mediática, aunque sí circuló una foto del apretón de manos, aparentemente tomada por asistentes. La Casa Blanca se limitó a decir que la reunión entre ambos había sido "productiva", reseñó AFP.
Propuesta "ya muerta"
Trump, que apenas llegó al poder en 2017 confió el delicado asunto de la paz en Medio Oriente a su yerno y asesor Jared Kushner, repite que sueña con tener éxito donde fracasaron sus predecesores.
Pero nunca ha explicado cómo hará regresar a las negociaciones a los palestinos, quienes creen que Washington ya no tiene la credibilidad para actuar como mediador tras declarar a Jerusalén como la capital israelí, reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, y dejar de oponerse a los asentamientos israelíes en tierras palestinas ocupadas.
Según altos funcionarios palestinos, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, ha rechazado las ofertas de diálogo de Trump, considerando la propuesta "ya muerta".
El primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, instó este lunes a las potencias internacionales a boicotear el plan, que según él fue diseñado "para proteger a Trump de la destitución y proteger a Netanyahu de la prisión".
Trump enfrenta un juicio político en el Senado y Netanyahu lucha contra un creciente escándalo de corrupción.
Estados Unidos presentó en junio el componente económico de la iniciativa, que prevé aproximadamente 50.000 millones de dólares en inversiones internacionales en los Territorios Palestinos y los países árabes vecinos durante diez años.
Pero los detalles concretos de este proyecto siguen siendo objeto de especulación.
Según los palestinos, incluye la anexión por parte de Israel del Valle del Jordán, una vasta área estratégica de Cisjordania y de los asentamientos en los Territorios Palestinos, así como el reconocimiento oficial de Jerusalén como la única capital de Israel.
“Nueva fase”
El entusiasmo de Trump, y las expresiones esperanzadas de Netanyahu y de Gantz de los últimos días, contrastan con la visión palestina.
Los líderes palestinos advirtieron que, en lugar de traer la paz, el plan podría desencadenar su retirada de las disposiciones clave de los Acuerdos de Oslo de 1993, que buscaron trazar relaciones pacíficas entre israelíes y palestinos.
"El gobierno de Estados Unidos no encontrará un solo palestino que respalde este proyecto", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino en un comunicado el domingo. "El plan de Trump es la trama del siglo para liquidar la causa palestina".
Netanyahu quiere continuar con sus políticas de línea dura necesarias, según él, para proporcionar seguridad a los israelíes, pero que para los críticos condenan a los palestinos en los territorios ocupados a un futuro cada vez más sombrío.
El proyecto estadounidense también fue rechazado por Hamás, el movimiento islamista que controla la Franja de Gaza, donde la autoridad de Abas es limitada.
El plan estadounidense "no se aprobará" e incluso podría llevar a los palestinos a una "nueva etapa" de su lucha, advirtió Ismail Haniyeh, líder de Hamás.
Por su parte, el grupo transnacional yihadista Estado Islámico prometió el lunes hacer de Israel su objetivo principal.
Su nuevo líder, Abu Ibrahim al Hashemi al Qurachi, dijo en un supuesto mensaje difundido por internet estar "determinado" a comenzar una "nueva fase que no es otra que combatir contra los judíos y recuperar todo lo que robaron a los musulmanes".
Trump, quien también se reunió más tarde con el líder de la oposición israelí, Benny Gantz, dijo que la propuesta, considerada "histórica" por Netanyahu, se dará a conocer el martes al mediodía (17H00 GMT).
Los palestinos han criticado el plan de paz de Trump, considerándolo sesgado hacia Israel. Ningún líder palestino fue invitado a la Casa Blanca.
Pero Trump dijo a los periodistas que "podría tener una oportunidad" para promover la paz.
"Creemos que finalmente tendremos el apoyo de los palestinos", dijo. El plan es "algo que deberían desear... Es muy bueno para ellos, de hecho es demasiado bueno para ellos".
También afirmó que "muchas de las naciones árabes" respaldan su iniciativa.
Netanyahu elogió por su parte a Trump como "el mejor amigo que Israel ha tenido en la Casa Blanca" y una vez más describió el plan de paz como "el acuerdo del siglo".
Las reuniones de Trump con Netanyahu y Gantz metieron de lleno al presidente estadounidense en el tenso clima de las elecciones parlamentarias israelíes del 2 de marzo, para las que el derechista Likud de Netanyahu y la centrista alianza Azul y Blanco de Gantz aparecen cabeza a cabeza.
Para Netanyahu, la reunión en la Oficina Oval y un plan de paz favorable reforzarán la idea de que cuenta con el apoyo del presidente de Estados Unidos.
La visita de Gantz no tuvo la misma cobertura mediática, aunque sí circuló una foto del apretón de manos, aparentemente tomada por asistentes. La Casa Blanca se limitó a decir que la reunión entre ambos había sido "productiva", reseñó AFP.
Propuesta "ya muerta"
Trump, que apenas llegó al poder en 2017 confió el delicado asunto de la paz en Medio Oriente a su yerno y asesor Jared Kushner, repite que sueña con tener éxito donde fracasaron sus predecesores.
Pero nunca ha explicado cómo hará regresar a las negociaciones a los palestinos, quienes creen que Washington ya no tiene la credibilidad para actuar como mediador tras declarar a Jerusalén como la capital israelí, reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, y dejar de oponerse a los asentamientos israelíes en tierras palestinas ocupadas.
Según altos funcionarios palestinos, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, ha rechazado las ofertas de diálogo de Trump, considerando la propuesta "ya muerta".
El primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, instó este lunes a las potencias internacionales a boicotear el plan, que según él fue diseñado "para proteger a Trump de la destitución y proteger a Netanyahu de la prisión".
Trump enfrenta un juicio político en el Senado y Netanyahu lucha contra un creciente escándalo de corrupción.
Estados Unidos presentó en junio el componente económico de la iniciativa, que prevé aproximadamente 50.000 millones de dólares en inversiones internacionales en los Territorios Palestinos y los países árabes vecinos durante diez años.
Pero los detalles concretos de este proyecto siguen siendo objeto de especulación.
Según los palestinos, incluye la anexión por parte de Israel del Valle del Jordán, una vasta área estratégica de Cisjordania y de los asentamientos en los Territorios Palestinos, así como el reconocimiento oficial de Jerusalén como la única capital de Israel.
“Nueva fase”
El entusiasmo de Trump, y las expresiones esperanzadas de Netanyahu y de Gantz de los últimos días, contrastan con la visión palestina.
Los líderes palestinos advirtieron que, en lugar de traer la paz, el plan podría desencadenar su retirada de las disposiciones clave de los Acuerdos de Oslo de 1993, que buscaron trazar relaciones pacíficas entre israelíes y palestinos.
"El gobierno de Estados Unidos no encontrará un solo palestino que respalde este proyecto", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino en un comunicado el domingo. "El plan de Trump es la trama del siglo para liquidar la causa palestina".
Netanyahu quiere continuar con sus políticas de línea dura necesarias, según él, para proporcionar seguridad a los israelíes, pero que para los críticos condenan a los palestinos en los territorios ocupados a un futuro cada vez más sombrío.
El proyecto estadounidense también fue rechazado por Hamás, el movimiento islamista que controla la Franja de Gaza, donde la autoridad de Abas es limitada.
El plan estadounidense "no se aprobará" e incluso podría llevar a los palestinos a una "nueva etapa" de su lucha, advirtió Ismail Haniyeh, líder de Hamás.
Por su parte, el grupo transnacional yihadista Estado Islámico prometió el lunes hacer de Israel su objetivo principal.
Su nuevo líder, Abu Ibrahim al Hashemi al Qurachi, dijo en un supuesto mensaje difundido por internet estar "determinado" a comenzar una "nueva fase que no es otra que combatir contra los judíos y recuperar todo lo que robaron a los musulmanes".
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