Nicaragua vuelve a la mesa de diálogo bajo presión internacional
El gobierno y la oposición acordaron volver a la mesa de trabajo a cambio de excarcelar el viernes a "un núcleo apreciable" de personas apresadas por las protestas antigubernamentales del año pasado
Managua.- La oposición y el gobierno reanudaron este jueves el diálogo en Nicaragua con la expectativa de la excarcelación de "presos políticos" y bajo presiones de Europa y Estados Unidos, que exige adelantar los comicios del 2021 como salida a la crisis.
Las conversaciones arrancaron con la presencia de la comitiva oficial, presidida por el canciller Denis Moncada, y de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), en el sur de la capital, informó AFP.
A la cita no acudió el representante de los estudiantes en la mesa de diálogo, Max Jerez, luego que la coalición universitaria rechazara el miércoles el reinicio de las negociaciones sin que el gobierno hiciera efectiva su promesa de liberar a los "presos políticos".
"Los presos políticos son nuestro punto prioritario. El acuerdo dice que no pueden salir todos al mismo tiempo, tendrán que salir paulatinamente de acuerdo con un cronograma", explicó el jefe de la delegación opositora, Carlos Tünnermann, al ingresar a la sede de la reunión.
El miércoles, el gobierno y la oposición acordaron volver a la mesa de trabajo a cambio de excarcelar el viernes a "un núcleo apreciable" de personas apresadas por las protestas antigubernamentales del año pasado, de acuerdo con una declaración conjunta.
Sin embargo, los estudiantes anunciaron que no serán "partícipes de una negociación donde (solo) hay promesas", dejando entrever fisuras en el bloque opositor, aunque dijeron que mantienen su adhesión a la Alianza.
El exvicecanciller José Pallais, miembro de la coalición opositora, admitió que "los estudiantes quieren ver hechos" y trató de disimular las fisuras al señalar que "la alianza se mantiene unida".
Las pláticas reiniciaron con la presencia del nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, como testigo, y el enviado especial de la OEA, Luis Ángel Rosadilla.
Presión internacional
El principal asesor para Centroamérica del Departamento de Estado, Todd Robinson, llamo al gobierno de Ortega a negociar de "buena fe" para restablecer la democracia con medidas concretas y defendió el planteamiento opositor de adelantar las elecciones de 2012, algo a lo que el gobierno del presidente Daniel Ortega se ha negado de plano.
"En esas elecciones buscamos nuevos líderes en Nicaragua. Líderes que no incluyen a Ortega y Murillo", apuntó Robinson, en alusión a esposa del mandatario y vicepresidenta Rosario Murillo.
En tanto, la Eurocámara urgió este jueves a la Unión Europea a "adoptar un proceso escalonado de sanciones" contra el gobierno de Ortega hasta que se restablezcan "los derechos humanos y las libertades fundamentales".
Por 322 votos a favor, 25 en contra y 39 abstenciones, los eurodiputados reclamaron además a Managua "la liberación inmediata e incondicional de los presos políticos, el cese inmediato de todas las formas de represión (...) y el retorno de las organizaciones internacionales al país".
La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), que surgió en medio de las protestas contra el gobierno el año pasado, llamó a manifestarse el sábado en la capital, desafiando la prohibición oficial de expresarse en las calles.
"A movilizarnos por la liberación incondicional y absoluta de todos los presos políticos", exhortó el movimiento en un comunicado.
Negociación sin presos
La UNAB respaldó la decisión de los estudiantes de no apoyar el reinicio del diálogo sin una previa liberación de los opositores.
Los estudiantes lideraron las protestas iniciadas en abril contra Ortega, cuya represión dejó al menos 325 muertos, más de 700 detenidos y unos 50.000 opositores exiliados.
"No se puede negociar con rehenes, ni con una pistola en cabeza", coincidió el Movimiento de Renovación Sandinista, integrado por disidentes del gobernante Frente Sandinista.
A los reclamos se sumó el Comité Pro Libertad de Presos Políticos, que en una declaración se opuso a retomar las pláticas sin la "total liberación de presos".
El empresario Mario Arana, de la alianza opositora, dijo que es "imposible ignorar la reacción de todos", pero aclaró que el objetivo del diálogo sigue siendo liberar a los presos y adelantar las elecciones de 2021.
El diálogo, que ya había fracasado el año pasado en medio de las protestas, se reanudó el 27 de febrero, días después de que representantes empresariales se acercaron a Ortega para buscar un entendimiento ante el agravamiento de la crisis económica y las sanciones internacionales que pesan sobre Nicaragua.
Sin embargo, sufrieron un revés el domingo cuando la alianza anunció que se retiraba hasta que se liberaran a todos los opositores.
El miércoles, el gobierno accedió a liberar a varios, en medio de crecientes presiones internacionales.
Managua enfrenta dificultades para acceder a créditos internacionales tras la aprobación, en diciembre, de una ley en Estados Unidos contra el gobierno de Ortega, lo que preocupa al sector empresarial.
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