Catando Lugares
Ruta del Báltico
Un paseo turístico por Estonia, Finlandia y Letonia, en el cual se muestra la diversidad cultural y arquitectónica
Gabriel Balbas
Ubicada al noreste del continente europeo la ruta por las costas del Báltico comprende un interesante paseo turístico por Estonia, Finlandia y Letonia, en un recorrido que muestra la diversidad cultural y arquitectónica de una zona marcada por su herencia de la antigua Unión Soviética.
Más tranquilas y menos conocidas que las ciudades españolas, italianas o francesas, pero con un encanto peculiar, las capitales del Báltico: Tallin, Riga, Helsinki y Vilna, se han considerado como un eje del turismo "de bajo costo" en Europa. La vida en esta zona es por mucho más económica que en las grandes urbes europeas, por lo que su turismo - menos ostentoso- atrae a miles de mochileros y a otros tantos viajeros que buscan conocer más por menor precio.
Estonia
Como sacado de un cuento de hadas, así es Tallín (capital de Estonia). Una pequeña ciudad que emerge entre caminos de piedras y los restos de murallas y torres de castillos medievales. Es imposible pasear por sus calles sin pensar en caballeros con armaduras montando a caballo, princesas, y por supuesto dragones escupiendo fuego. La capital estonia es tan mágica que parece de mentira.
Llegar es económico y sencillo, aerolíneas low cost como Ryanair conectan a Estonia con el resto del continente; mientras que las grandes líneas aéreas como Air France, Air Europa, TAP, Turkish e Iberia, mantienen vuelos frecuentes para trasladar pasajeros diariamente a Tallín.
El hospedaje se resuelve por unos 30 euros en los distintos hostales de excelente calidad que pueden encontrarse a través de las páginas web especializadas.
La recomendación es perderse entre callejuelas empedradas y dejar que sea la ciudad medieval la que te encuentre y te sorprenda. Los restos de los castillos están integrados a la urbe por toda la capital; vas caminando y te topas con una torre, algún arco, o una muralla de aquella época.
En un paseo por Tallín iremos descubriendo también los bares, donde es imperdible tomar el vino caliente con especias; los restaurantes con comida tradicional, y las tiendas de obsequios típicos donde las matrioshka (muñecas rusas) son las protagonistas. No se puede abandonar la ciudad sin la visita a la catedral de Alejandro Nevski, una edificación que recuerda la época en que Estonia perteneció al imperio ruso.
Finlandia
Uno de los grandes atractivos turísticos de la capital de Estonia es poder agarrar un ferry por el Báltico y cruzar a pasar un día en Finlandia. Helsinki, situada a las orillas del golfo finlandés, es una capital reservada y tranquila, ideal como para ser recorrida caminando en un fullday.
Lo más idóneo es comenzar el recorrido hacia la Catedral e ir conociendo la capital en el trayecto. Esta iglesia es uno de los templos religiosos más grandes del país y fue construida en la cima de unas grandes escalinatas que comienzan en la plaza del senado.
La estación de trenes Rautatientori es otro edificio llamativo, con el cual nos toparemos en la vía entre el puerto del ferry y la vía a la catedral. En la fachada principal están los 4 gigantes de piedra, y cada uno sostiene una esfera luminosa. Esta sin duda es una de las postales más fotografiadas en un paseo breve por Helsinki.
Letonia
Con tan solo un viaje de poco más de 4 horas en bus se llega desde la capital de Estonia a la capital de Letonia. Los autobuses de la línea Ecolines tienen todas las comodidades: baños, película, wifi, puertos de carga, y hasta refrigerio. Es la forma más económica, rápida y sencilla de trasladarse entre estos 2 países.
Riga es una capital pintoresca, de edificios coloridos y arquitectura llamativa. Es conocida como la "Perla del Báltico", e identificada por su hermoso casco antiguo. En su interior encontramos un conjunto de pequeñas calles que pudiesen parecer un laberinto, pero que desembocan en curiosidades propias de la ciudad; una de ellas la plaza del ayuntamiento con la Casa de los Cabezas Negras, una construcción que es quizá el ícono de Riga en el mundo.
El otro gran atractivo de Riga es su mercado central, el cual es considerado el mercado cubierto más grande de Europa. En total agrupa 5 pabellones con más de 3 mil puestos organizados por el tipo de comida que venden: sector de carnes, sector de peces (sumamente llamativo por la diversidad de pesca que encontrarán), panadería ¡Créanme, nunca habrán visto tantos panes juntos en su vida! y la zona de la miel que es una de las más curiosas, porque ofrece mieles de distintos colores, texturas, sabores y aromas, debido a las diversas flores de las que las abejas pueden alimentarse.
¿Continuar o retornar?
Riga puede ser fácilmente un punto medio en un viaje por el Báltico, si se decide seguir en bus hasta Lituania o Bielorrusia, o un punto final del recorrido para volver en un vuelo que conecte Letonia con otras grandes capitales como Berlín. Cual sea la decisión, ya en este punto del viaje usted estará más que satisfecho por haber seleccionado esta hermosa ruta como destino turístico.
@GabrielBalbas
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