Viajero de naturaleza
Monterrey
Fundada en 1596, La ciudad ubicada al norte de México, se muestra moderna y amable para recorrerla
Solo bastan unos minutos al salir del aeropuerto para notar que la capital del estado Nuevo León es una ciudad grande, llena de modernidad y algo de influencia americana. Monterrey tiene la capacidad de fusionar muchos elementos: historia, naturaleza, tradición y maravillas arquitectónicas.
Fundada por Diego Montemayor, en 1596, esta localidad en medio de las montañas se ha convertido en un próspero centro de negocios y uno de los mejores lugares para vivir y visitar en México.
La mejor manera de comenzar a conocer este destino es por el centro, lleno de grandes edificios, pero también construcciones clásicas que hacen que el lugar se asemeje a otras capitales latinoamericanas.
El corazón de Monterrey es la Macroplaza, con unas 40 hectáreas llenas de áreas verdes y monumentos icónicos, como la vistosa Fuente de la Vida y el Faro del Comercio, una altísima estructura de color rojo, visible desde muchos lugares. Estar en la Macroplaza es sentir que todo está al alcance de la mano, todo depende del orden que quiera seguir el visitante y el deseo de caminar para admirar con calma cada detalle. Por el extremo oeste se puede ingresar a la calle José Morelos, un atractivo boulevard lleno de comercios de todo tipo, perfecto para realizar algunas compras y darle una primera probada a la comida local, como los tacos con chicharrón o deshebrada.
Al este de la gran plaza es posible conocer la Catedral de Monterrey, modesta pero muy bonita, visitar el Museo de Arte Contemporáneo y caminar por Barrio Antiguo, un pintoresco sector con fachadas coloridas y calles de piedra, donde el pasado se mimetiza con el presente y hacen de este lugar un paseo muy agradable, durante el día o la noche.
Lo ideal es ingresar por la calle Morelos, para ir detallando los colores de las construcciones y luego entrar al Mercado Barrio Antiguo, un nuevo y acogedor edificio donde se reúne una extraordinaria oferta gastronómica, local e internacional, muestra del espíritu vanguardista de Monterrey, que no deja de lado sus raíces culturales.
Más adelante es el turno de visitar "Me muero de hambre" una vistosa esquina, perfecta para tomarse una buena foto de recuerdo y luego pasar a alguno de los restaurantes que funcionan en el bonito edificio.
Pero todo esto resulta ser apenas un abreboca de Monterrey, al caminar hacia el norte de la Macroplaza se divisa enorme el Museo del Palacio Gobierno. Esta edificación, de arquitectura neoclásica, tardó 13 años en construirse y reúne en 4 salas una extraordinaria muestra histórica para entender el pasado de Nuevo León.
A poca distancia se encuentra el Museo de Historia Mexicana, una estructura imponente que guarda en sus 15 mil metros cuadrados la exhibición histórica más importante del norte de México. Se trata de 1.200 piezas, tan variadas como sorprendentes, para aprender sobre la evolución histórica de este país, desde la época prehispánica hasta el siglo XX. El edificio se conecta por un puente con el Museo del Noreste, ubicado a un costado.
Es justo en este punto de la ciudad donde inicia el que tal vez sea el mayor atractivo turístico de Monterrey: el Paseo Santa Lucía, un río artificial que recorre más de 2 kilómetros de la ciudad, considerado una de las 13 maravillas de México creadas por el hombre. El paseo se centra en el recorrido por el canal, que puede realizarse a bordo de una embarcación turística o a pie, por bonitos senderos, rodeados de jardines y fuentes de agua.
Esta maravilla arquitectónica sorprende con lo llamativo del color del agua y el juego perfecto que hace con las numerosas áreas verdes, muy bien cuidadas. A lo largo del camino se pueden encontrar algunos restaurantes frente al río y murales artísticos que elevan el paisaje urbano a otro nivel.
El Paseo Santa Lucía conecta el centro de Monterrey con el Parque Fundidora, un emblema de la ciudad, declarado Museo de Sitio de Arqueología Industrial, ya que hasta 1986 esta fue una industria de fundición de acero. Actualmente es el gran parque de la ciudad y cuenta con un moderno museo dedicado al acero, llamado Horno 3, una singular y gigantesca estructura original de la fundidora, magistralmente restaurada. El parque posee enormes áreas verdes, amplias caminerías, un hotel y un centro de convenciones, entre otras edificaciones. Fundidora abre todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche, es la sede de grandes eventos artísticos y culturales en la ciudad. Este es uno de los muchos lugares desde donde se puede admirar la imponencia del Cerro La Silla, la alta montaña que vigila el horizonte de Monterrey y constituye un gran atractivo natural en la zona.
Para entrar en contacto con el lado más autóctono de Monterrey, hay que dirigirse al Mercado Juárez, ubicado en la avenida Benito Juárez. Es un lugar ideal para llenarse de los colores, los aromas, sabores y creencias mexicanas. También es un punto perfecto para degustar el cabrito asado, plato típico de la gastronomía de Monterrey. En la misma avenida puede conocer la hermosa Basílica de Nuestra Señora del Roble, Patrimonio Cultural de Nuevo León.
Para pautar su viaje
Copa Airlines ofrece vuelos a Monterrey a través del Hub de las Américas, ubicado en Ciudad de Panamá, con conexión desde Maiquetía, Valencia o Macaraibo. www.copaair.com.
El hotel Krystal Monterrey, además de cómodo y elegante, cuenta con una privilegiada ubicación a pocos metros de la Macroplaza. www.krystalhotels.com.mx.
@eduardomonzn
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