El centro de Caracas, los cuentos de sus esquinas y de sus lugares históricos
Los peculiares nombres de algunas localizaciones nos conectan con relatos del pasado
Javier Castillo
La sensibilidad del visitante se estremece ante la historia en el Centro de Caracas. Desde los tiempos más remotos de la ciudad la forma de dar direcciones era a través de puntos de referencia y estos en general eran las esquinas que fueron adquiriendo nombres muy particulares, dejando una tradición oral muy rica que hoy podemos descubrir con el tour “Caracas: cuentos de esquinas” que ofrece El Guía Tour.
Algunas de las esquinas de es este tour
El recorrido lleva al visitante en un viaje en el tiempo que permite imaginarse cómo fue el transitar de la vida cotidiana en las antiguas esquinas de Caracas, partiendo de la esquina de Traposos o de Los Traposos.
A pesar de que existen variaciones en las historias que explican el origen del nombre de la referida esquina, la mayoría de las fuentes coinciden en que de trapos viene traposos. Unos cuentan que, en el lugar las personas dejaban las ropas que ya no se usaban y quienes de allí tomaran ropa eran conocidos entonces como los traposos. Otros aseguran que una ostentosa familia que allí vivió perdió sus bienes, teniendo incluso que vender sus ropas para sobrevivir, de allí que entonces se convirtieron en traposos.
Un terremoto, una frase y la posteridad
Caminar por la calle en la que se encuentra la casa natal del Libertador Simón Bolívar da otra perspectiva y más cuando se piensa que justo en la esquina de San Jacinto, por donde quedaba el convento del mismo nombre, con presencia desde el siglo XVI hasta el XIX, el Libertador pronunció luego del terremoto del 26 de marzo de 1812 una de las más famosas frases que se le atribuye. El paisaje invita a imaginarnos ¿Cómo pudo haber sido la escena?
En la plaza frente a las ruinas del convento de San Jancito, gritos de dolor capaces de penetrar el alma y en medio del tumulto aquel hombre de contextura delgada e ideas temerarias profiriendo aquella frase: ¡Si se opone la Naturaleza, lucharemos contra ella y la haremos que nos obedezca!
Pero uno de los cuentos de la esquina de San Jacinto es que no hay certeza de que Bolívar haya dicho esa frase efectivamente. Y aunque hoy se da por cierta la frase repetida en libros, clases y tours es posible que haya sido más bien pensada por José Domingo Díaz, fiel realista de la época y fuente original de la misma. Ello para desacreditar a un patriota a carta cabal como Simón Bolívar al hacerlo ver como un hereje, pues se daba a entender que con aquella frase quien posteriormente se convertiría en el Libertador desafiaba la voluntad de Dios quien tiene el control de la naturaleza.
Esta anécdota es un deleite para caraqueños y turistas porque nos permite reconocer que las rivalidades e intrigas políticas han estado presentes desde que hombre hace política. De ser cierta la versión en la que Bolívar no dijo la frase, mal le salió la jugada a Díaz porque la misma se convirtió en una de las más icónicas adjudicadas al Libertador.
No todas las historias son centenarias
En la esquina principal se ubica el teatro homónimo, una obra arquitectónica de Gustavo Wallis en estilo Art Decó. Siempre llama la atención de los turistas quienes se muestran sorprendidos al conocer que una de las ultimas locaciones donde se presentó Carlos Gardel antes de fallecer en Colombia fue este teatro. Unas quince mil personas distribuidas en ocho funciones diferentes se dieron cita en este teatro y el Rialto para escuchar al cantante de tango más famoso de todos los tiempos. Fue Gardel un suceso que conmocionó a Caracas, un verdadero fenómeno de masas que antes la ciudad no había visto.
No todas las historias son centenarias
En la esquina principal se ubica el teatro homónimo, una obra arquitectónica de Gustavo Wallis en estilo Art Decó. Siempre llama la atención de los turistas quienes se muestran sorprendidos al conocer que una de las ultimas locaciones donde se presentó Carlos Gardel antes de fallecer en Colombia fue este teatro. Unas quince mil personas distribuidas en ocho funciones diferentes se dieron cita en este teatro y el Rialto para escuchar al cantante de tango más famoso de todos los tiempos. Fue Gardel un suceso que conmocionó a Caracas, un verdadero fenómeno de masas que antes la ciudad no había visto.
Pero no es esta la única historia curiosa de la esquina principal que se devela en el tour. Resulta que un artista venezolano nos deja una interesante anécdota. Chelique Sarabia, de nombre de pila José Enrique, compositor de la canción Ansiedad, versionada por múltiples artistas, muchas veces contó la historia de esta canción que nace después de haber visto una película llamada Ansiedad en el teatro principal el día de su cumpleaños en 1955.
La película era protagonizada por Pedro Infante y Libertad Lamarque. Cualquiera pensaría que la película y la canción tienen una misma historia, pero la verdad es que el compositor confesaba que de la película solo tomó el nombre porque la canción simplemente reflejaba una emoción adolescente.
Vino, finos fiambres y buena compañía
Luego de recorrer en el centro de la ciudad las esquinas de: Traposos, San Jacinto, Gradillas, Monjas, Principal, la Torre y Santa Capilla y también visitar espacios públicos tales como: el Pasaje Linares, la Plaza El Venezolano y la Plaza Bolívar para conocer sus historias, no hay un mejor cierre que compartir una copa de buen vino de mora y una degustación de finos fiambres.
Hacer esto en buena compañía mientras disfrutamos de una sabrosa tertulia que se atreve a brindar por la historia de Caracas y sus esquinas es el corolario de un tour transformado en una experiencia maravillosa que queda plasmada en el recuerdo de los turistas que la viven.
@elguiatour
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