La hemorragia subconjuntival podría anunciar una hipertensión silenciosa
No presenta síntomas y lo más llamativo es el derrame sanguíneo en la parte blanca del ojo
Para cualquier ser humano un derrame sanguíneo es alarmante, todavía más cuando sucede de manera inesperada y, aparentemente, sin motivo alguno. La salida de la sangre de sus canales naturales de circulación, los vasos sanguíneos, ciertamente no es algo normal, y las razones de ello no siempre entrañan gravedad, pero indudablemente deben ser estudiadas.
En el caso del ojo, muchas son las causas por las cuales podría presentarse una mancha de sangre, una de ellas es la hemorragia subconjuntival. Esta se produce cuando precisamente se da la rotura de un pequeño vaso sanguíneo y sangra dentro de la conjuntiva, que no es más que la capa delgada de tejido transparente que cubre la parte blanca del ojo (esclerótica).
“Da cuando un vasito de la subconjutiva del ojo se rompe por un cambio en la presión arterial, que es diferente a la presión intraocular. Da sin sintomatología previa, es decir, es asintomática, pero si está asociada con hipertensión arterial el paciente sí manifiesta síntomas que suelen ser asociados a esta, como un dolor de cabeza”, explica María Silvana Sequera, médico oftalmólogo, especialista en glaucoma y catarata.
Sin embargo, también existen los casos de pacientes que pueden tener presión arterial alta (hipertensión) por años sin tener síntomas, algo muy peligroso porque el daño al sistema cardiovascular se está produciendo de manera silenciosa.
En ese sentido, Sequera advierte que “la principal causa es que pueda darse por cambios en la presión arterial, por eso hay que hacer un control periódico de esta”, y así indagar si quizás este sea un primer aviso de que está comenzando a alterarse, aumentando negativamente.
En estos casos, con frecuencia, la hemorragia se nota apenas la persona se despierta y se mira en un espejo.
Una hemorragia en un ojo sano
Al principio la sangre derramada se aprecia de un rojo intenso y brillante, magnificada por el contraste de color que le da la superficie blanca de la esclerótica donde se encuentra. No se correrá fuera de la conjuntiva, ni se puede eliminar sino esperando alrededor de tres semanas para que el cuerpo la reabsorba.
“No va asociada con ningún tipo de dolor ocular, no causa problemas de la visión, tampoco está relacionada con el aumento de la presión intraocular. En teoría es un ojo totalmente sano, solo que presenta una hemorragia subconjuntival”, aclara la oftalmóloga.
Otras causas
La especialista en glaucoma y catarata explica que los traumatismos sobre el área ocular, así sean leves, también pueden hacer que algún vaso sanguíneo o varios se rompan y se derrame la sangre.
Igualmente las maniobras de fuerza como pujar o estornudar muy fuerte propiciarían lesiones sobre esos conductos tubulares minúsculos.
La exposición solar extensa, una cirugía ocular y la toma de algún medicamento anticoagulante, como la aspirina, son otras de las posibles razones que explicarían una hemorragia subconjuntival.
“También en el caso de los pacientes que presentan dengue hemorrágico o cualquier alteración de la coagulación sanguínea”, menciona, porque hay patologías que producen derrames sanguíneos, pero en estos casos las evaluaciones médicas deben ir dirigidas específicamente hacia estas.
Finalmente, si una persona presenta una hemorragia sanguínea ocular con estas características lo que debe hacer es asistir inmediatamente a la consulta con el oftalmólogo. “El paciente no debe automedicarse, colocarse ningún tratamiento casero, ni hielo sobre el ojo. También debe evitar frotarse el ojo para no aumentar la lesión en el vaso sanguíneo”, enfatiza la doctora María Silvana Sequera.
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