El confinamiento expande el universo fotográfico de Lara Alcántara
La fotógrafa venezolana, residenciada en Nueva York, afirma que la cuarentena despertó a su musa interior. Lo cierto que es su producción fotográfica ha aumentado por estos días
"Oportunidad para desarrollar pasiones y nuevos proyectos", esta frase se repite desde que muchos países entraron en una cuarentena preventiva por la pandemia de Covid-19. La invitación es aceptada por unos y por otros no, estos días son asumidos por todos de formas distintas y, específicamente, para la fotógrafa venezolana Lara Alcántara, el confinamientos le ha dado la oportunidad de reencontrarse con su musa e iniciar una nueva serie.
Desde lo más cotidiano de los quehaceres hogareños hasta las más mágicas fantasías, han invadido la mente de Alcántara, residenciada en Nueva York. Esas situaciones, fantásticas y comunes, las plasma en autorretratos cargados de la ansiedad e incertidumbre que agobian hoy en día a cualquier ser humano.
La serie fotográfica se inició hace dos semanas, luego de haberse decretado la cuarentena en Estados Unidos. La fotógrafa vive en una de las ciudades del mundo más afectadas por la pandemia; a este miedo se le une la frustración incontrolable de la paralización absoluta de la mayoría de los sectores económicos.
La serie es mostrada en las redes sociales de Alcántara, quien cuenta con varias exposiciones a lo largo de su carrera en galería de Caracas y Nueva York. Sobre las redes sociales como nueva plataforma para presentar el arte, la fotógrafa expresa:
"Soy una gran fanática de las redes sociales. Creo mucho en ellas como una manera de llevar al arte a una audiencia exponencial e internacional. Es un museo que siempre está abierto. Para mí, las redes sociales nunca han sido enemigas, he tomado cursos de mercadeo digital porque me produce fascinación cómo funcionan. Mi audiencia ha estado muy entretenida con esta cuarentena y mis imágenes, las he utilizado como un sitio donde las puedo invitar a soñar un poco, a reír y a escapar de la realidad. El crecimiento de los seguidores es la evidencia de que está funcionando, las personas comentan y me cuentan cómo mis fotografías los hacen reír, o pensar un poco más allá, los entretiene. Además, durante el encierro las redes sociales han multiplicado su audiencia por ser una ventana hacia afuera".
-Obviamente, la experiencia es diferente: ver una obra desde un móvil no es lo mismo que verla en una galería y pararte frente a ella. Pero si puedo crear algún tipo de sentimiento mediante una imagen tan pequeña como la de un celular, significa para mí que cuando esa imagen esté impresa en gran formato y sea vista en todo su grandeza, será apreciada aún más. Igualmente, no todos podrán ver esa imagen en la pared de una galería porque no todos viven o están en este país o en este lugar. Tener una audiencia digital para mí es importante y me enriquece ver cómo las personas que siguen mi cuenta en Instagram disfrutan con ellas".
Desde lo más cotidiano de los quehaceres hogareños hasta las más mágicas fantasías, han invadido la mente de Alcántara, residenciada en Nueva York. Esas situaciones, fantásticas y comunes, las plasma en autorretratos cargados de la ansiedad e incertidumbre que agobian hoy en día a cualquier ser humano.
La serie fotográfica se inició hace dos semanas, luego de haberse decretado la cuarentena en Estados Unidos. La fotógrafa vive en una de las ciudades del mundo más afectadas por la pandemia; a este miedo se le une la frustración incontrolable de la paralización absoluta de la mayoría de los sectores económicos.
"La incertidumbre me golpeó muy fuerte, a esto se le suma que tenía que acostumbrarme a trabajar desde casa todo el día, tenía que buscar como desahogarme. La fotografía siempre ha sido mi forma de expresión, comencé a buscar formas de desentenderme de las noticias y crear mis propios escenarios. Las ideas comenzaron a fluir de una forma exponencial mientras yo me ocupaba de tantas actividades en casa que nunca hacía. La realidad era muy fuerte para mí, así que tenía que buscar entrar en mi propio universo", cuenta Alcántara.
Además de fotógrafa y relacionista pública dedicada a la moda, Alcántara es madre, una de las que canta de camino a la heladería con sus hijas. También afirma que siempre ha buscado utilizar cuentos y fantasías en la educación de ambas. Esas historias, y referencias del arte universal, están presentes en los autorretratos.
"Los adultos usualmente se apagan con el tiempo, yo trataré que la niña en mí nunca lo haga. Mis hijas son parte de este trabajo de confinamiento, son básicamente mis asistentes. En cualquier momento que las necesito ellas están a ahí, además de eso pueden ver a su mamá crear escenarios extraordinarios que les enseñan que la creatividad es fundamental. El confinamiento ha despertado mi musa interior, ha despertado a la artista que siempre ha vivido en mi", explica.
A la idea que busca recrear y al diseño del escenario, se le suma otra de sus más grandes pasiones: la moda. Por lo que afirma que en la serie ha mezclado las cosas que ama.
La moda es su trabajo principal, y actualmente se encuentra paralizado: "La mayoría de mis clientes que vienen para la semana de la moda, ya no vendrán, y las campañas de fotografía fueron pospuestas hasta nuevo aviso. Eso no quita mis ganas de crear, mis ganas de producir trabajo y expresarme a través de la imagen", cuenta.
La moda es su trabajo principal, y actualmente se encuentra paralizado: "La mayoría de mis clientes que vienen para la semana de la moda, ya no vendrán, y las campañas de fotografía fueron pospuestas hasta nuevo aviso. Eso no quita mis ganas de crear, mis ganas de producir trabajo y expresarme a través de la imagen", cuenta.
-Estados Unidos es de los países más afectados por la pandemia. ¿Considera que la creación artística, en cualquiera de sus expresiones, ayuda a afrontar el miedo o la incertidumbre?
-Como artista ha sido extremadamente importante poder expresar mis angustias y sentimientos a través del arte. Desde que comenzó todo, he utilizado cada momento, cada escena, para desviar mis pensamientos a un lugar de paz, de locura con un toque de humor. No es fácil sobrellevar esta situación cuando estás en la boca del lobo. La pandemia golpeó con toda su fuerza aquí en la ciudad de Nueva York como nunca nos imaginamos. El miedo de la gente se siente, las calles de la ciudad que nunca duerme están solas... Es muy extraño. Además, mi esposo es médico y tener que escuchar la realidad de alguien que ha visto cara a cara al enemigo invisible, no es fácil. Es poco el escape que hay allí, hay momentos donde prefiero ni preguntar porque siento que me angustio el doble.
-Como artista ha sido extremadamente importante poder expresar mis angustias y sentimientos a través del arte. Desde que comenzó todo, he utilizado cada momento, cada escena, para desviar mis pensamientos a un lugar de paz, de locura con un toque de humor. No es fácil sobrellevar esta situación cuando estás en la boca del lobo. La pandemia golpeó con toda su fuerza aquí en la ciudad de Nueva York como nunca nos imaginamos. El miedo de la gente se siente, las calles de la ciudad que nunca duerme están solas... Es muy extraño. Además, mi esposo es médico y tener que escuchar la realidad de alguien que ha visto cara a cara al enemigo invisible, no es fácil. Es poco el escape que hay allí, hay momentos donde prefiero ni preguntar porque siento que me angustio el doble.
A parte de la fotografía como escape, Alcántara confiesa: "En lo personal, trato de respirar profundo todas las mañanas, tomarme mi café con calma, sentar a las niñas en sus respectivas clases y a las 8:00 am, comienzo a pensar en cómo organizar mi día entre tantas tareas que tengo en casa. Me pongo pequeñas actividades organizadas por horas, y allí siempre trato de dejar tiempo para crear al menos una imagen diaria".
La serie es mostrada en las redes sociales de Alcántara, quien cuenta con varias exposiciones a lo largo de su carrera en galería de Caracas y Nueva York. Sobre las redes sociales como nueva plataforma para presentar el arte, la fotógrafa expresa:
"Soy una gran fanática de las redes sociales. Creo mucho en ellas como una manera de llevar al arte a una audiencia exponencial e internacional. Es un museo que siempre está abierto. Para mí, las redes sociales nunca han sido enemigas, he tomado cursos de mercadeo digital porque me produce fascinación cómo funcionan. Mi audiencia ha estado muy entretenida con esta cuarentena y mis imágenes, las he utilizado como un sitio donde las puedo invitar a soñar un poco, a reír y a escapar de la realidad. El crecimiento de los seguidores es la evidencia de que está funcionando, las personas comentan y me cuentan cómo mis fotografías los hacen reír, o pensar un poco más allá, los entretiene. Además, durante el encierro las redes sociales han multiplicado su audiencia por ser una ventana hacia afuera".
-Obviamente, la experiencia es diferente: ver una obra desde un móvil no es lo mismo que verla en una galería y pararte frente a ella. Pero si puedo crear algún tipo de sentimiento mediante una imagen tan pequeña como la de un celular, significa para mí que cuando esa imagen esté impresa en gran formato y sea vista en todo su grandeza, será apreciada aún más. Igualmente, no todos podrán ver esa imagen en la pared de una galería porque no todos viven o están en este país o en este lugar. Tener una audiencia digital para mí es importante y me enriquece ver cómo las personas que siguen mi cuenta en Instagram disfrutan con ellas".
Este nuevo universo creado por la fotógrafa venezolana puede ser seguido diariamente a través de su cuenta @laraalcantara.
@CarolynManrique
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