En 1971, Alejandro Otero recibió la beca Guggenheim para desarrollar y profundizar sus investigaciones sobre el color, el movimiento, el agua y la luz, aplicadas por él a su quehacer artístico.
El artista, nacido en El Manteco, estado Bolívar, el 7 de marzo de 1921, llegó al Instituto de Tecnología de Massachusetts (M.I.T., por sus siglas en inglés) con la idea de integrar en su propuesta ciencia y arte.
Sin embargo, el interés de Otero no estaba en sentar las bases o promover la existencia de un arte científico o tecnológico, sino en incorporar a sus obras partes mecánicas o eléctricas (motores, por ejemplo) que no se impusieran a lo que él deseaba representar con el arte: la exuberante naturaleza que lo rodeó en su niñez, el sol incandescente de El Manteco. el caudal de los ríos Orinoco y Caroní, y la permanente ventisca del lugar en el que creció. Nunca el conocimiento científico ahogó su necesidad de expresarse sensiblemente.
"A mí no me define el interés por lo tecnológico, o lo científico, sino por la temática en cuanto a las posibilidades y las conquistas científicas y tecnológicas que ha hecho el hombre y han provocado el avance de la humanidad", dijo el artista en la revista Arsterisco.
"Abra Solar". Plaza Venezuela, Caracas (CORTESÍA)
En el M.I.T., Otero desarrolló sus esculturas orbitales a escala urbana, de las que a partir de mañana será exhibida en la galería Odalys Madrid, ubicada en la calle Orfila 5, 28010 de la capital española, una selección inédita de dibujos, maquetas y esculturas en la exposición Otero monumental, con la que el Grupo Odalys y la Fundación Otero-Pardo inician la celebración del centenario del nacimiento del creador de los Coloritmos y de uno de los máximos representantes, junto con Carlos Cruz-Diez y Jesús Soto, del arte del siglo XX en Venezuela y el mundo, donde Otero también es visto como un singular exponente de la abstracción geométrica. La muestra, que se realiza con la colaboración de ArtesanoGroup, cuenta con la curaduría de Adolfo Wilson.
Los dibujos y maquetas presentes en la muestra, y realizados entre 1969 y 1987, son un testimonio de las motivaciones, intereses y ambiciones creativas de Alejandro Otero, en el contexto de su investigación en torno a la escultura y al sentido del arte de su tiempo.
Concebidos como proyectos para trabajos tridimensionales, los dibujos de Otero son, en realidad, obras autónomas y completas en sí mismas, ejercicios gráficos donde el manejo de la línea revela un virtuosismo y refinamiento asombrosos.
Decía Alejandro Otero que "el arte es una forma de reforzar la fe en la vida". Sin duda, Otero monumental es también un acto de fe con el que se busca acercar al público a un creador inigualable. La muestra de Odalys Madrid estará abierta hasta el 25 de abril, en horarios de martes a sábado, de 11:00 a 14:00 y de 15:00 a 20:00.
@juanchi62
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