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Albi de Abreu: "No repetirme es un reto actoral muy grande"

Desde hace más de cuatro años, el actor venezolano vive en México. Actualmente forma parte del elenco de “La negociadora” y en paralelo, escribió una serie y una película con las cuales planea dirigir

  • EDUARDO ANDRES MURIA

02/02/2020 01:00 am

Albi de Abreu (Caracas, 1975) intuía lo que podía suceder con la industria de la televisión en Venezuela. Cuenta que luego de lograr su primer protagónico en La soberana (RCTV), se percató de que quería más, y por tal razón decidió buscar nuevas oportunidades para su carrera en tierras ajenas.

Viajó a Los Ángeles y durante dos años aprendió inglés y estudió actuación. Posteriormente, el actor venezolano de ascendencia europea se mudó a Colombia donde hizo trabajos para la cadena Fox y una película. “En ese momento, las series eran la vanguardia, no sabía dónde iba a desembocar todo. Netflix estaba arrancando, pero decidí que quería formar parte de eso. Cuando comencé a ver que las productoras colombianas se estaban mudando a México, entendí que había que volver a moverse y aquí llevo cuatro años y medio”, explica.

Actualmente, De Abreu se encuentra radicado en el país azteca donde forma parte del elenco de La negociadora, serie protagonizada por la actriz Bárbara Morí, donde él encarna a un villano.

–¿Cuál fue su primer trabajó fuera de Venezuela?
–Lo primero en lo que trabajé cuando llegué a Estados Unidos durante dos meses, y no por necesidad sino porque tenía visa de turista, fue de valet parking. Era lo único que no pedía permiso de trabajo, me permitía conocer el país, tener contacto con personas americanas, y no me gastaba los ahorros. Luego me aburrí. Era un trabajo bastante monótono. Fue entonces cuando empecé a meterme en la producción, que era lo mío.

–¿Cómo mantenerse vigente en el público venezolano desde el exilio?
–Siempre hay que tener contacto con lo que es de uno. Venezuela siempre será mía y siempre está dentro de mí, aun cuando uno esté afuera. Solía ser un poco intermitente en las redes sociales, pero ahora sí estoy más activo porque entiendo que ya no es un motivo de ego, sino que son una tendencia y hacía allá vamos. De esa forma no me alejo del público y me permite mostrarles a las personas qué estoy haciendo. Lo bueno es que no solo saben de ti, sino que también puedes saber de ellos.

Y prosigue: “El del entretenimiento es un negocio donde te golpean el ego a cada rato. Te dicen que no un millón de veces. Hay que aguantar mucho golpe y quedarse de pie si quieres ganar. Eso como ser humano te nutre y da una experiencia de vida muy amplia. Entonces esa experiencia quiero compartirla en mis redes, que quien me siga, me pregunte y pueda ayudarlo”.

–¿Qué tan difícil fue para usted entrar en el mercado mexicano?
–El mexicano es un mercado que se consume él mismo. Son más de 130 millones de personas. Lo que ellos producen, con que se vea ahí, ya puede ser suficiente. Si a eso le sumamos todos los mexicanos que están en Estados Unidos, muy poco les puede interesar lo que se produce en otros países, a excepción de España. La mayoría del producto latinoamericano se está haciendo en México, y en todas las plataformas. Mucho de lo que veremos en los próximos años tendrá su sello.

“La industria te exige hablar mexicano, ese es el primer escoyo que hay que pasar. Valoran mucho el hecho que vengas preparado, pero también determina qué tan famoso seas en México. Acá el mercado que me ha tratado muy bien porque he logrado muchas cosas en poco tiempo, pero hay que trabajar duro”, agrega.

–¿Ha sido complejo para usted vivir en un país ajeno?
–Depende de la óptica que le des. Si eres extranjero siempre cuesta un poco más. Al momento de elegir elencos, siempre se inclinan por la nacionalidad de los actores de ese país. De resto no sufro de esas cosas, excepto estar separado de la familia y no poder visitarla con frecuencia. Hay que aprovechar las ventajas de vivir en otro sitio. Agradezco la amplitud de mente que eso te genera y la tolerancia.

–¿Cómo llega la propuesta de La negociadora?
–Sabía del proyecto desde que se estaba escribiendo y manifesté mucho interés desde un principio. Fue un proceso largo y competido. Me tocó hacer audiciones varias veces con actores mexicanos muy buenos. Pienso que fue un trabajo muy difícil para la producción elegir quien iba a interpretar cada papel. Asumí un personaje retador e interesante. Quedé satisfecho por la calidad con la que se hizo la serie.

–¿Ha considerado cambiar el registro y dejar de encarnar villanos?
–No es una decisión mía, es lo que me llega. En Los pecados de Bárbara (Televisa) también hago un villano, pero al estilo comedia. Ningún villano se parece a otro. A diferencia de otros actores que se quejan de que los encasillan, yo estoy abierto a hacer otro tipo de personajes, pero si siguen llegando villanos, los seguiré tomando porque para mí no repetirme es un reto actoral muy grande. En La noche de las dos lunas no hago de villano, entonces tengo otras facetas en donde mostrarme.

–¿Añora un protagónico ahora fuera de su país?
–Ser el protagonista no necesariamente implica ser el principal. Depende mucho del peso que el personaje tenga dentro de la historia y el peso que, además, le otorgas cuando te piden representarlo. Obviamente hay una cara para vender. Siempre hago personajes de los cuales la historia toma el ritmo. No siempre el que da la cara en el afiche tiene el mejor papel. Una de las ventajas es que puede darte más popularidad. Sin embargo, creo que el protagónico es algo que los venezolanos tienen que replantearse, porque estamos muy mal acostumbrados por el patrón de las telenovelas. Afuera se trata del personaje que más destaca y sobre quien se basa la trama y sus giros.

-Además de actuar, ¿realiza otra actividad creativa en paralelo?
-Cuando puedo escribo. He podido completar una serie y ahora estoy completando una película. Mi intención es comenzar a dirigir con una de ellas. Es un proceso bastante largo, donde se escribe, se hacen correcciones y hay que levantar el dinero. Afortunadamente, he dirigido todos los videos de mi esposa Andrea Lacoste. No dirijo más porque hacerlo es una inversión muy grande. Estoy esperando propuestas, pero digamos que no he salido a buscarlas con la misma intensidad que salgo a buscar personajes para actuar.

–¿Ha vuelto a Venezuela?
–Volví hace dos años, luego del estreno de La noche de las dos lunas, un diciembre. Estuve al menos dos semanas encantando reencontrándome con amigos y disfrutando de todo lo que me gusta de Caracas y el litoral. No siento que me vaya a regresar a Venezuela a vivir para siempre porque todas las puertas que he abierto afuera, son las que quiero seguir aprovechando. Pero sigo con la esperanza que superemos la crisis y la terrible situación política. Así como también que la producción nacional se vuelva a activar a un grado mayor para telenovelas y series. Hay gente que se está formando afuera y cuando vuelva, estaremos entre los primeros países que generen buen contenido.

@EduardoMuriaM
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