"Cats": el desastre con el que Hollywood cierra 2019
La nueva película de Tom Hooper, que ha recibido las peores críticas, se estrena hoy en Venezuela
De todos los musicales de Andrew Lloyd Webber, Cats es uno de los más difíciles de digerir no solo porque supone imaginar a unas criaturas mitad gatos mitad humanos, que además cantan y bailan, sino por el carácter existencialista del texto que narra la historia de una “tribu” de gatos “jélicos” que debe elegir al miembro de la manada que renacerá, por aquello de las nueve vidas de los gatos.
No hablamos, pues, de una pieza de teatro musical basada en personajes históricos como Jesucristo o Eva Perón; o centrada en una historia de amor entre una hermosa soprano y un compositor desfigurado. El de Cats es un material que, desde el escenario, arropa su propio discurso por la vistosidad de su escenografía y vestuario, su sugerente coreografía y una partitura que se deja colar fácilmente con temas como Memory. Su densidad, quizás, está en los versos de T.S. Elliot que lo inspiraron.
Pero si bien Cats ha funcionado maravillosamente en los escenarios del West End londinense o en los de Broadway, su paso al cine ha sido desastroso, pues el Cats que se estrena hoy en Venezuela, una semana después de haberlo hecho en Estados Unidos, ha recibido las peores críticas del año.
La página Rotten Tomatoes, que recopila las críticas de los principales medios, le otorgó solo 17% de reseñas positivas al filme, cuya producción costó 95 millones de dólares y en su primer fin de semana de estreno recaudó en taquilla 6 millones de dólares, muy por debajo de la estimación más baja que se preveía sería de 15 millones de dólares.
Tom Hooper, su director y responsable de cintas como El discurso del rey (2010), Los miserables (2012) y La chica danesa (2015), se ha apresurado a decir que, aunque ya estrenada, pronto llegará a las salas una versión más acabada de Cats, pues el filme se estrenó sin haber terminado todos los efectos especiales.
A lo que Hooper no ha podido hacerle frente es a que muchos de los cuestionamientos de su filme, transcienden los aspectos técnicos. Durante su presentación en la ComicCon, en julio pasado, la reacción del público al ver a estrellas como Judi Dench, Ian McKellen, Idris Elba y Jennifer Hudson disfrazadas como mininos, fue una sonora risa que presagiaba que difícilmente los personajes conectarían con la audiencia. Ni siquiera la presencia de Taylor Swift en el reparto ha ayudado a estrechar la brecha entre el público joven y esta versión de Cats.
John Anderson, el crítico de The Wall Street Journal, escribió: “No hay una historia que contar, la música de Webber es inmediatamente olvidable y, como un gato parado en una puerta abierta, le toma una eternidad llevarte adonde quiere llegar”.
Al crítico Sergio López Aguirre, de la revista Premiere, tampoco lo convenció el filme, pero es un poco más realista: “Estamos ante un evento visual de proporciones catastróficas, como lo sería un accidente automovilístico en el que sabemos que está mal mirar, pero todos necesitamos verlo con nuestros ojos para creerlo. Y eso pocas películas fallidas lo logran”.
Hollywood cierra un año de pocas grandes películas con este estrepitoso fracaso.
No hablamos, pues, de una pieza de teatro musical basada en personajes históricos como Jesucristo o Eva Perón; o centrada en una historia de amor entre una hermosa soprano y un compositor desfigurado. El de Cats es un material que, desde el escenario, arropa su propio discurso por la vistosidad de su escenografía y vestuario, su sugerente coreografía y una partitura que se deja colar fácilmente con temas como Memory. Su densidad, quizás, está en los versos de T.S. Elliot que lo inspiraron.
Pero si bien Cats ha funcionado maravillosamente en los escenarios del West End londinense o en los de Broadway, su paso al cine ha sido desastroso, pues el Cats que se estrena hoy en Venezuela, una semana después de haberlo hecho en Estados Unidos, ha recibido las peores críticas del año.
La página Rotten Tomatoes, que recopila las críticas de los principales medios, le otorgó solo 17% de reseñas positivas al filme, cuya producción costó 95 millones de dólares y en su primer fin de semana de estreno recaudó en taquilla 6 millones de dólares, muy por debajo de la estimación más baja que se preveía sería de 15 millones de dólares.
Tom Hooper, su director y responsable de cintas como El discurso del rey (2010), Los miserables (2012) y La chica danesa (2015), se ha apresurado a decir que, aunque ya estrenada, pronto llegará a las salas una versión más acabada de Cats, pues el filme se estrenó sin haber terminado todos los efectos especiales.
A lo que Hooper no ha podido hacerle frente es a que muchos de los cuestionamientos de su filme, transcienden los aspectos técnicos. Durante su presentación en la ComicCon, en julio pasado, la reacción del público al ver a estrellas como Judi Dench, Ian McKellen, Idris Elba y Jennifer Hudson disfrazadas como mininos, fue una sonora risa que presagiaba que difícilmente los personajes conectarían con la audiencia. Ni siquiera la presencia de Taylor Swift en el reparto ha ayudado a estrechar la brecha entre el público joven y esta versión de Cats.
John Anderson, el crítico de The Wall Street Journal, escribió: “No hay una historia que contar, la música de Webber es inmediatamente olvidable y, como un gato parado en una puerta abierta, le toma una eternidad llevarte adonde quiere llegar”.
Al crítico Sergio López Aguirre, de la revista Premiere, tampoco lo convenció el filme, pero es un poco más realista: “Estamos ante un evento visual de proporciones catastróficas, como lo sería un accidente automovilístico en el que sabemos que está mal mirar, pero todos necesitamos verlo con nuestros ojos para creerlo. Y eso pocas películas fallidas lo logran”.
Hollywood cierra un año de pocas grandes películas con este estrepitoso fracaso.
@juanchi62
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