Miguel Noya: "La electrónica no es solo fiesta"
El músico y pionero de la música electrónica en el país ofrece en el Goethe-Institut de San Bernardino, y en alianza con la Fundación Nuevas Bandas, conferencias sobre las sonoridades electrónicas en Alemania
IVANNA MÉNDEZ
El Universal
Para quienes no saben de música electrónica, esta no es más que música de fiesta. Sin embargo, para Miguel Noya, que sucumbió ante las sonoridades del sintetizador en el año 72 y desde entonces no ha parado, que además es compositor y egresado de la primera promoción de estudios de música electrónica en Berklee College, es mucho más.
Así lo ha compartido este artista y estudioso de esta música en un ciclo de conferencias en el Goethe Institut, que finaliza hoy con El presente del futuro, y en el que ha contado la historia de la música electrónica "desde un punto de vista personal": el de quien ha tenido la oportunidad de conversar incluso con personalidades como Robert Henke.
Para narrar esta historia y sus particularidades, Noya parte de Alemania, país que, dice, se enfrentó a un paradigma cultural muy fuerte, un enfrentamiento entre una cultura súper poderosa y la infiltración de las culturas americana e inglesa. A partir de allí comenzó el rock experimental alemán, influenciado por la psicodelia americana e inglesa, de donde provienen los movimientos más fuertes de música electrónica alemana. Del Krautrock surgió el Cosmic Music, que influiría en los exponentes más modernos.
Asimismo, a la hora de explicar la pertinencia de la historia musical alemana, Noya señala que a través de su tesis de maestría notó la influencia de las bandas alternativas alemanas en la música electrónica en Venezuela, y, por supuesto, menciona nombres como el de Vytas Brenner.
-Cabe cuestionarse qué ha ocurrido desde la generación de Vytas hasta ahora.
-El fenómeno Vytas es muy interesante. Por un lado, es el encantamiento de los alemanes por el lugar . Ellos ven algo que nosotros no vemos. En el caso de Vytas, inició esta experimentación de mezclar rock progresivo con folklore. Y no fue el único. Está también Gerry Weil, austríaco, que mezcla el jazz progresivo y el jazz rock con el merengue venezolano. Ambos lo hacen exitosamente. Puede decirse que los dos son pioneros del World Music. Estos tipos en Venezuela estaban haciendo cosas antes que mucha gente en otras partes del globo.
Sostiene que "al inicio de los 70, existía este interés en los alemanes hacia las culturas colaterales, como buscando distanciarse de los problemas que habían cometido las generaciones anteriores".
-Hoy en día, el problema, que en realidad no es un problema sino un efecto de toda esa historia, es que es imposible saber cuánta gente está haciendo música electrónica, ni cuál es buena o mala. Es muy difícil saberlo porque la democratización tecnológica permite que cualquiera hoy en día haga música.
-¿Considera eso positivo o negativo?
-Todo tiene su lado bueno y su lado malo. Es bueno, porque todo el mundo hace música. Lo malo es que cómo puede operar un músico profesional en medio de una sobreoferta, sobre todo porque toda está en 4/4. El fenómeno de la música electrónica se tradujo en fiestas, obviamente existe un paralelo de música exploratoria, de gente a la que le interesa hacer cosas mas avanzadas, pero las fiestas y la masificación del paradigma musical han desbordado las posibilidades profesionales de mucha gente seria.
Afirma que, al principio cuando comenzó todo este movimiento, "los músicos alemanes de posguerra podían conseguir equipos porque había planes del Gobierno de promover movimientos alternativos, pues daban por sentado que los comerciales se sostenían a si mismos. Había un interés social y cultural en los nichos, que son los que van a dar el contenido serio a las artes, la cultura y la ciencia. Pero hoy en día ese paradigma está determinado por el mercado".
-¿Actualmente existen propuestas de valor en la electrónica venezolana?
-Siempre va a haber alguna manifestación, aun con toda la intención totalitaria absurda de controlar la cultura. El joropo viene de España, el pensamiento marxista-leninista se generó en Europa. Por un lado quieren ser antioccidentales, pero su fundamento teórico viene de allí. Vivimos un periodo muy complicado.
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