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“Bad Bunny es un antes y un después en la cultura de Puerto Rico”

El historiador Jorell Meléndez-Badillo habla de su participación en el álbum "DeBÍ TiRAR MáS FOToS", para cuyos videos creó los contenidos

  • DULCE MARÍA RAMOS

19/01/2025 01:00 am

Todo un acontecimiento ha sido DeBÍ TiRAR MáS FOToS, el nuevo álbum de Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido artísticamente como Bad Bunny, lanzado el pasado 5 de enero, porque habla de la cultura puertorriqueña desde lo político, lo histórico y los géneros musicales que la representan, además de hacer crítica social sobre la gentrificación y la independencia de la isla.

Algo que ha generado debate es la inclusión de hitos históricos de la isla en las visuales que acompañan los videos de YouTube de las diecisietes canciones que conforman la producción, contenido realizado por el historiador Jorell Meléndez-Badillo, autor del libro Puerto Rico: Historia de una nación. El académico fue contactado por Bad Bunny porque existe un alto desconocimiento en la isla de su pasado, a esto se suma el hecho de que la educación pública fue precarizada durante la gestión de Ricardo Rosselló, que cerró 284 escuelas.

Desde Puerto Rico, El Universal conversó con Meléndez-Badillo para profundizar sobre la historia de la isla y la polémica figura de Bad Bunny, quien se reconcilia con su público y hace el ejercicio creativo de volver a sus raíces, explorar su experiencia con la fama y como bien ha afirmado en varias entrevistas que si bien no le gusta la política, expresarse porque afecta a su familia, sus amigos y su gente.

-¿Hasta qué punto, como historiador, puede medir el impacto y el acercamiento del público al contenido que realizó?
-No hay forma, pero como historiador no estoy pendiente de las métricas, a diferencia de las disqueras; para mí lo más importante era la exposición. En las redes sociales me han etiquetado en videos de persona mayores leyendo el contenido, varios maestros me han escrito agradeciendo mi trabajo y me han expresado que piensan incorporarlo en sus clases. Yo soy el primero en mi familia en tener una carrera universitaria y precisamente estudié historia porque mi interés era divulgar este conocimiento más allá de la academia, y claro esto ha generado un debate en Puerto Rico, en especial en las personas en desacuerdo sobre las verdaderas razones de Bad Bunny y sus intereses políticos.



-Precisamente, aunque en su carrera Bad Bunny tiene varias canciones de carácter social, con este álbum buena parte del público puede pensar que es marketing; ¿hasta qué punto está sembrando su camino en la política?
-Él está insertado en una maquinaria capitalista, eso es innegable, claro que hay unos elementos estéticos que son marketing. Pero si consideramos su fama, él podría estar haciendo otro tipo de proyecto, que no necesariamente reafirme lo que es ser puertorriqueño, que ontológicamente es un elemento de resistencia contra el colonialismo, porque parte de la americanización es eliminar nuestra cultura y nuestro idioma el español. Por eso la importancia de la canción Lo que le pasó a Hawaii, que es incorporada también al imperio estadounidense en 1898, de ahí que muchos piensen que Puerto Rico va por esa ruta. Bad Bunny no está inventándose o exagerando el hecho, más bien lo está amplificando en las conversaciones políticas locales. En el verano del 2019, cuando se logró expulsar al gobernador Ricardo Roselló por las protestas masivas, en esa época se filtró en un chat de Telegram un comentario de Edwin Miranda que decía: “Vi el futuro y es maravilloso, no hay puertorriqueños”.

-¿Cómo podríamos definir políticamente a Puerto Rico?
-Es una colonia de Estados Unidos en el siglo XXI, legalmente es un Estado Libre Asociado que se estableció en 1952, pero no se habla de los casos insulares de la Corte Suprema a comienzos del siglo XX, cuatro son sobre Puerto Rico, aquí se establece la relación legal: Puerto Rico es un territorio no incorporado a los Estados Unidos, la constitución no aplica en su totalidad y aunque los puertorriqueños, desde 1917, son ciudadanos estadounidenses, su categoría es de segunda clase.

-¿Un puertorriqueño se siente gringo o caribeño?
-Es complicado porque la identidad está muy atada a la ideología política de cada persona, yo creo en la independencia de Puerto Rico, y pienso en Puerto Rico como un país caribeño y latinoamericano, colonizado primero por España y después por Estados Unidos. Claro, muchos están orgullosos de ser parte de los Estados Unidos, no reconociendo así la historia de violencia, exclusión y desplazamiento. Una vez Arcadio Díaz Quiñones decía que en la academia Puerto Rico desaparece de los saberes porque no es ni Estados Unidos ni América Latina. Hay ocho millones de puertorriqueños en la diáspora y un poco más de tres millones viviendo en el archipiélago, entonces cómo pensamos una nación cuando la mayoría de sus habitantes están afuera.

 

-¿Si Puerto Rico logra independizarse puede sostenerse económicamente?
-Buena pregunta. Debido a las condiciones coloniales y la manera en que se ha estructurado la economía fiscal es muy difícil ahora mismo. Desde 1952 la política económica del país ha sida orientada al capital extranjero, en la actualidad con las leyes 20, 22 y 60 cuyo interés no son las corporaciones, son los millonarios, entonces con este sistema no hay forma de sostenerse.

-¿Puerto Rico qué produce?
-Teníamos una industria agrícola y un sistema de trenes muy poderoso, la cual se destruyó para dar paso a la industrialización que colapsó en los años setenta. La realidad colonial de la isla ha creado unas condiciones muy difíciles para imaginarnos un Puerto Rico soberano; no por eso debemos dejar de soñarlo y pensarlo. Antes había miedo, cuando uno hablaba de independencia se pensaba en Cuba o República Dominicana, dentro de ese discurso xenofóbico había un miedo a los apagones, a la falta de acceso a la comida, y eso está pasando hoy en Puerto Rico y la independencia no ha llegado. También la represión política ha sido salvaje; sin embargo, el miedo se ha ido perdiendo y prueba de ello fue en las últimas elecciones donde el Partido Independentista en alianza con el Movimiento Victoria Ciudadana, quedó en segundo lugar perdiendo por muy poco; de hecho Bad Bunny fue parte de la campaña que proponía una asamblea constituyente.

-¿Es posible la independencia de Puerto Rico?
-Sí. Necesitamos la descolonización y un proyecto de educación popular; por eso este trabajo de la historia en el álbum de Bad Bunny es tan importante, necesitamos concientizar a las personas.

-Más allá de la estrella, ¿por qué Bad Bunny es una figura tan relevante en Puerto Rico?
-Con Bad Bunny hay un antes y después en la cultura popular de la isla, es el artista más grande porque nadie había llegado a sus niveles. Es como el embajador de nuestra cultura. En las elecciones llamó a la juventud, que era bastante apática a la política, para que se inscribieran para votar, los números fueron récords. Además, Bad Bunny está pasando por un proceso de maduración personal que se refleja en su lírica; sí tiene el perreo, pero no es el mismo de hace cinco o siete años, está tocando otros temas, no solo lo histórico también hace política cuando en su álbum encontramos nuestros ritmos: la salsa, la plena y la bomba, este último un género afropuertorriqueño que fue perseguido y se consideraba ruido por la clase pudiente. Bad Bunny es para un puertorriqueño alguien cercano, familiar, es como el primo que lo logró.
@DulceMRamosR

El artista tuvo una activa participación en las elecciones de Puerto Rico (CORTESÍA)




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