Julie Barnsley: “A través de 'El vuelo' comunicamos lo más profundo del ser humano”
Hasta hoy, a las 5:00 pm, se podrá apreciar la versión renovada de su pieza de 2012 de esta consagrada intérprete, coreógrafa, docente e investigadora de la danza contemporánea
“A través de nuestras danzas en la obra El vuelo, comunicamos lo más profundo del ser humano, lo desnudamos, lo vemos en sus múltiples emociones y maneras de comunicarse, desde la más armónica y comunicativa, a lo más difícil, lo más aislado y fragmentado. Es la oportunidad de ponerle un espejo a nuestros propios comportamientos y posibilidades de estar en la vida. Vivimos el mundo y al otro a través de nuestros sentidos. Hay que aprender a ver, a escuchar, a comunicar a través del tacto”.
Cuando Julie Barnsley habla del significado de su coreografía El vuelo (2012), se tiene la sensación que apenas la está descubriendo, calibrando, dimensionando. A pesar de ser uno de los tótems de la danza contemporánea en el país, para ella, una inglesa de Yorkshire que llegó al país en 1980 invitada para ser miembro fundador de la compañía DanzaHoy y gracias al trópico, o más bien los cuerpos y el movimiento del trópico, decidió anclar su intelecto y su sensibilidad en estas tierras, nada es definitivo, nada está terminado. Todavía danza, crea, enseña… Más vital que nunca.
Y es precisamente su obra El vuelo la que ha regresado a los escenarios este fin de semana, con una última presentación hoy, a las 5:00 pm, en los Talleres de Realización del Teatro Teresa Carreño, en una producción de Teresa Danza Contemporánea con la colaboración de Aktion Kolectiva, compañía que en principio se llamó Acción Colectiva y que Barnsley dirigió entre 1985 y 2014.
“Esta versión es una nueva escritura corporal, con nuevas composiciones en el espacio, nuevas energías impregnado las formas anteriormente habitadas por otros cuerpos, inéditas improvisaciones revelando estados previamente ocultos de los seres... Lo que importa es el fluir avasallante de las energías más vitales e intrínsecas de cada cuerpo presente en escena, energías irrepetibles y vivas…”, dice la coreógrafa.
-¿De dónde surgió esta coreografía, qué la inspiró y cómo fue su proceso de creación?
-La semilla de El vuelo aparece en 2007, en mi obra Après Petipa, creada después de la muerte de mi madre. Me inspiré en la figura del cisne de la tradición del ballet clásico: el cisne como símbolo de trasformación y trascendencia del cuerpo/espíritu después de la muerte. En esa época me impresionó la obra La muerte del cisne de Michel Fokine, donde el cisne casi no puede levantarse del piso en su último intento por volar antes de morir.
“En 2008 bailé un solo en un homenaje a Eugenio Montejo, después de su fallecimiento, durante un concierto al aire libre en la Plaza Bolívar de Chacao -agrega-. Esta vez me inspiré en su hermoso poema La terredad de un pájaro. Estuve acompañada por unas hermosas imágenes en video creadas por Goar Sánchez. En 2011 fui comisionada por el Centro Cultural Chacao para crear una obra dentro de una serie de eventos para inaugurar el nuevo Teatro Municipal de Chacao. Retomé la idea del vuelo, ya no solo como concepto y metáfora vinculados a la muerte, sino relacionada también a los múltiples, dinámicos y diversos procesos y trasformaciones de la vida.
“Como punto de partida me inspiré y revisitaba obras que fueron realizadas en diferentes décadas de mi vida. Obras con diferentes formas, pulsaciones, emocionalidades e intencionalidades corporales. Otro tema y objetivo de El vuelo fue intentar expresarnos dentro de un contexto taoísta de la vida, donde el microcosmos del cuerpo y el macrocosmos del mundo son interdependientes, hechos de los mismos materiales, en permanentes intercambios y diálogos, tanto a niveles materiales y energéticos como espirituales”.
Ensayos de El vuelo, 2024 (CORTESÍA CHRISTIAN MIJARES)
-¿Cómo ha cambiado su cuerpo desde su arribo a Venezuela?
-Vengo de una cultura donde se cultivaba el pragmatismo y el intelecto separado de la emocionalidad, la sensorialidad y la fiscalidad, dimensiones consideradas inferiores, provocando una fragmentación del ser. A través de los caminos del arte, especialmente de la danza contemporánea y a pesar de la situación actual del país, llena de incertidumbre y conflictos, Venezuela me ha brindado durante mis largos años aquí, a nivel personal y profesional, los más extraordinarios encuentros y diálogos. Sus paisajes, su gente y los proyectos permanentes de danza han trasformado profundamente mi ser y mi visión del cuerpo y del mundo.
-Este país fue una potencia en danza contemporánea. ¿Cómo ve el presente y cómo avizora el futuro de este arte?
-La actual política cultural prioriza la danza tradicional, folclórica; es fabuloso apoyar cualquier danza, estoy totalmente de acuerdo, pero lamentablemente no aprecia tanto las manifestaciones de la danza contemporánea. Nunca la danza contemporánea ha tenido mucho apoyo económico, en una época sí tuvo muchísimo a nivel de plataformas, circuitos escénicos por todo el país, intercambios tanto nacionales como internacionales, congresos… Todo eso se ha perdido. También es cierto que existe la licenciatura en danza y compañías institucionales de danza contemporánea, pero no puede ser solamente a nivel institucional, hay que apoyar a los nuevos creadores, los nuevos bailarines, hay que darles espacio, hay que escucharlos, hay que ver lo que están haciendo.
@juanchi62
Cuando Julie Barnsley habla del significado de su coreografía El vuelo (2012), se tiene la sensación que apenas la está descubriendo, calibrando, dimensionando. A pesar de ser uno de los tótems de la danza contemporánea en el país, para ella, una inglesa de Yorkshire que llegó al país en 1980 invitada para ser miembro fundador de la compañía DanzaHoy y gracias al trópico, o más bien los cuerpos y el movimiento del trópico, decidió anclar su intelecto y su sensibilidad en estas tierras, nada es definitivo, nada está terminado. Todavía danza, crea, enseña… Más vital que nunca.
Y es precisamente su obra El vuelo la que ha regresado a los escenarios este fin de semana, con una última presentación hoy, a las 5:00 pm, en los Talleres de Realización del Teatro Teresa Carreño, en una producción de Teresa Danza Contemporánea con la colaboración de Aktion Kolectiva, compañía que en principio se llamó Acción Colectiva y que Barnsley dirigió entre 1985 y 2014.
“Esta versión es una nueva escritura corporal, con nuevas composiciones en el espacio, nuevas energías impregnado las formas anteriormente habitadas por otros cuerpos, inéditas improvisaciones revelando estados previamente ocultos de los seres... Lo que importa es el fluir avasallante de las energías más vitales e intrínsecas de cada cuerpo presente en escena, energías irrepetibles y vivas…”, dice la coreógrafa.
Julie Barnsley en Après Petipa (CORTESÍA JOSÉ REINALDO GUÉDEZ)
-¿De dónde surgió esta coreografía, qué la inspiró y cómo fue su proceso de creación?
-La semilla de El vuelo aparece en 2007, en mi obra Après Petipa, creada después de la muerte de mi madre. Me inspiré en la figura del cisne de la tradición del ballet clásico: el cisne como símbolo de trasformación y trascendencia del cuerpo/espíritu después de la muerte. En esa época me impresionó la obra La muerte del cisne de Michel Fokine, donde el cisne casi no puede levantarse del piso en su último intento por volar antes de morir.
“En 2008 bailé un solo en un homenaje a Eugenio Montejo, después de su fallecimiento, durante un concierto al aire libre en la Plaza Bolívar de Chacao -agrega-. Esta vez me inspiré en su hermoso poema La terredad de un pájaro. Estuve acompañada por unas hermosas imágenes en video creadas por Goar Sánchez. En 2011 fui comisionada por el Centro Cultural Chacao para crear una obra dentro de una serie de eventos para inaugurar el nuevo Teatro Municipal de Chacao. Retomé la idea del vuelo, ya no solo como concepto y metáfora vinculados a la muerte, sino relacionada también a los múltiples, dinámicos y diversos procesos y trasformaciones de la vida.
“Como punto de partida me inspiré y revisitaba obras que fueron realizadas en diferentes décadas de mi vida. Obras con diferentes formas, pulsaciones, emocionalidades e intencionalidades corporales. Otro tema y objetivo de El vuelo fue intentar expresarnos dentro de un contexto taoísta de la vida, donde el microcosmos del cuerpo y el macrocosmos del mundo son interdependientes, hechos de los mismos materiales, en permanentes intercambios y diálogos, tanto a niveles materiales y energéticos como espirituales”.
El vuelo, 2012 (CORTESÍA RENATO DONZELLI)
El vuelo, 2012 (CORTESÍA VÍCTOR ALEXANDRE)
-En general, ¿cómo es el proceso creativo de Julie Barnsley?
-La danza, como todas las expresiones del arte que surgen desde los diferentes sentidos corporales, se hace para revelar y comunicar ciertos aspectos del ser humano y sus entornos, con el objetivo de conectarnos, sanarnos y revelarnos a nosotros mismos. Siempre ocurre un diálogo entre el creador y sus materiales, en el caso de la danza, entre el coreógrafo y el intérprete. Una forma física o una frase de movimiento sin que el intérprete se conecte a esta desde su interior, es una expresión estéril, vacía y mecánica.
“Como bailarines -prosigue- exploramos constante y creativamente con los elementos físicos naturales de la gravedad y la suspensión (o la resistencia a esta gravedad). De las diferentes manipulaciones de las pulsaciones ascendentes y descendentes dentro del cuerpo es de donde surgen las múltiples y diversas estéticas y lenguajes del movimiento. La fisicalidad se traduce también en intelectualidad, emocionalidad y espiritualidad”.
-En general, ¿cómo es el proceso creativo de Julie Barnsley?
-La danza, como todas las expresiones del arte que surgen desde los diferentes sentidos corporales, se hace para revelar y comunicar ciertos aspectos del ser humano y sus entornos, con el objetivo de conectarnos, sanarnos y revelarnos a nosotros mismos. Siempre ocurre un diálogo entre el creador y sus materiales, en el caso de la danza, entre el coreógrafo y el intérprete. Una forma física o una frase de movimiento sin que el intérprete se conecte a esta desde su interior, es una expresión estéril, vacía y mecánica.
“Como bailarines -prosigue- exploramos constante y creativamente con los elementos físicos naturales de la gravedad y la suspensión (o la resistencia a esta gravedad). De las diferentes manipulaciones de las pulsaciones ascendentes y descendentes dentro del cuerpo es de donde surgen las múltiples y diversas estéticas y lenguajes del movimiento. La fisicalidad se traduce también en intelectualidad, emocionalidad y espiritualidad”.
Ensayos de El vuelo, 2024 (CORTESÍA CHRISTIAN MIJARES)
-¿Cómo ha cambiado su cuerpo desde su arribo a Venezuela?
-Vengo de una cultura donde se cultivaba el pragmatismo y el intelecto separado de la emocionalidad, la sensorialidad y la fiscalidad, dimensiones consideradas inferiores, provocando una fragmentación del ser. A través de los caminos del arte, especialmente de la danza contemporánea y a pesar de la situación actual del país, llena de incertidumbre y conflictos, Venezuela me ha brindado durante mis largos años aquí, a nivel personal y profesional, los más extraordinarios encuentros y diálogos. Sus paisajes, su gente y los proyectos permanentes de danza han trasformado profundamente mi ser y mi visión del cuerpo y del mundo.
-Este país fue una potencia en danza contemporánea. ¿Cómo ve el presente y cómo avizora el futuro de este arte?
-La actual política cultural prioriza la danza tradicional, folclórica; es fabuloso apoyar cualquier danza, estoy totalmente de acuerdo, pero lamentablemente no aprecia tanto las manifestaciones de la danza contemporánea. Nunca la danza contemporánea ha tenido mucho apoyo económico, en una época sí tuvo muchísimo a nivel de plataformas, circuitos escénicos por todo el país, intercambios tanto nacionales como internacionales, congresos… Todo eso se ha perdido. También es cierto que existe la licenciatura en danza y compañías institucionales de danza contemporánea, pero no puede ser solamente a nivel institucional, hay que apoyar a los nuevos creadores, los nuevos bailarines, hay que darles espacio, hay que escucharlos, hay que ver lo que están haciendo.
@juanchi62
(CORTESÍA AKTION KOLECTIVA)
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