A CONTROL REMOTO
Rosa Virginia Chacín, una voz y un sentimiento
La más celebrada intérprete de las canciones de su descubridor y mentor, Chelique Sarabia, desgranará el 23 de junio su legendario repertorio de éxitos románticos en el Centro Cultural de Arte Moderno
Corría el año 1958, acababa de caer la dictadura perezjimenista y en los pasillos de la UCV reinaba el entusiasmo por la recién recuperada democracia. La campaña electoral para elegir a los estudiantes que integrarían la Federación de Centros Universitarios (FCU) estaba en su apogeo. En el auditorio de Humanidades se celebraba un festival musical animado por el conjunto de Chelique Sarabia, alumno de la Escuela Técnica Industrial, quien apenas arrancaba su carrera musical. En un momento del acto, el autor de Ansiedad pidió que una chica del público cantara con ellos, a lo que el grupo de jóvenes donde se encontraba Rosa Virginia Chacín, una tímida estudiante de economía de 18 años e integrante del Orfeón Universitario, comenzó a auparla para que subiera al escenario. Lo hizo y allí comenzó todo.
"Canté dos temas de Juan Vicente Torrealba y tuve una calurosa respuesta", revela hoy, 67 años después de aquel episodio que definió su futuro. "Cuando terminamos, Chelique me propuso grabar un disco y formar parte de su conjunto, a lo que mi papá accedió a cambio de que no abandonara los estudios y mantuviera mi buen promedio de 17 puntos. Así lo hice y logré graduarme de economista precisamente con esa puntuación.
Su irrupción como cantante fue tan afortunada, que los locutores más influyentes de la época quedaron cautivados por el estilo de esa joven que le imprimía matices interpretativos muy especiales a las canciones que su descubridor y mentor escribía para ella. Alguno de ellos comenzó a llamarla "La voz más dulce de Venezuela", apelativo que todos acogieron y que convirtió en su santo y seña.
-Fue una época en la que se difundían las canciones de forma absolutamente espontánea, según a cada discjockey le provocara, pulsando el gusto de la gente -recuerda la cantante- . El suceso de Cuando no sé de ti (su primer gran éxito), por ejemplo, fue tan grande que la gente quiso verme en televisión y no tardaron en presentarme en el show meridiano de Víctor Saume por Radio Caracas Televisión.
Lo demás es historia conocida. La carrera de Rosa Virginia se fue cimentando con otras canciones emblemáticas de su repertorio, como Ayúdame, Necesito pensar, Mi propio yo, No te muerdas los labios, Te necesito, Rumor de una cascada, Quiero contarte algo, Chinita de Maracaibo y Ha llegado el momento, entre otras muchas que volverá a recrear el domingo 23 de junio, a las 11:30 am, en el teatro del Centro Cultural de Arte Moderno, en el espectáculo con el cual celebrará sus 85 años de edad, que cumple ese mismo día, acompañada de un grupo de músicos de primera línea. Además de los temas de Chelique Sarabia que hizo famosos, incluirá también los de otros compositores que escribieron para ella, como Hugo Blanco, Aldemaro Romero y Luis Cruz.
"A esta altura de mi carrera sigo pensando en que el artista debe andar siempre en lo que le gusta y no dejarse influenciar por modas ajenas. El arte del canto es un regalo de Dios, que agradezco y quiero seguir compartiendo mientras pueda", puntualiza entusiasta la cantante, que a sus 85 años no piensa en el retiro.
@aquilinojmata
"Canté dos temas de Juan Vicente Torrealba y tuve una calurosa respuesta", revela hoy, 67 años después de aquel episodio que definió su futuro. "Cuando terminamos, Chelique me propuso grabar un disco y formar parte de su conjunto, a lo que mi papá accedió a cambio de que no abandonara los estudios y mantuviera mi buen promedio de 17 puntos. Así lo hice y logré graduarme de economista precisamente con esa puntuación.
Su irrupción como cantante fue tan afortunada, que los locutores más influyentes de la época quedaron cautivados por el estilo de esa joven que le imprimía matices interpretativos muy especiales a las canciones que su descubridor y mentor escribía para ella. Alguno de ellos comenzó a llamarla "La voz más dulce de Venezuela", apelativo que todos acogieron y que convirtió en su santo y seña.
-Fue una época en la que se difundían las canciones de forma absolutamente espontánea, según a cada discjockey le provocara, pulsando el gusto de la gente -recuerda la cantante- . El suceso de Cuando no sé de ti (su primer gran éxito), por ejemplo, fue tan grande que la gente quiso verme en televisión y no tardaron en presentarme en el show meridiano de Víctor Saume por Radio Caracas Televisión.
Lo demás es historia conocida. La carrera de Rosa Virginia se fue cimentando con otras canciones emblemáticas de su repertorio, como Ayúdame, Necesito pensar, Mi propio yo, No te muerdas los labios, Te necesito, Rumor de una cascada, Quiero contarte algo, Chinita de Maracaibo y Ha llegado el momento, entre otras muchas que volverá a recrear el domingo 23 de junio, a las 11:30 am, en el teatro del Centro Cultural de Arte Moderno, en el espectáculo con el cual celebrará sus 85 años de edad, que cumple ese mismo día, acompañada de un grupo de músicos de primera línea. Además de los temas de Chelique Sarabia que hizo famosos, incluirá también los de otros compositores que escribieron para ella, como Hugo Blanco, Aldemaro Romero y Luis Cruz.
"A esta altura de mi carrera sigo pensando en que el artista debe andar siempre en lo que le gusta y no dejarse influenciar por modas ajenas. El arte del canto es un regalo de Dios, que agradezco y quiero seguir compartiendo mientras pueda", puntualiza entusiasta la cantante, que a sus 85 años no piensa en el retiro.
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