El tándem EEUU/Guyana centrado, exclusivamente, en el interés de la explotación petrolera, constituye un elemento estratégico que la megapotencia incursione y custodie las costas guyanesas, ya que la perspectiva marítima del territorio Esequibo es estratégica, sobremanera, para garantizar tanto nuestro acceso al Atlántico, así como la guarda del delta del Orinoco, enclave oceánico geoestratégico de Venezuela, y del resto del continente suramericano.
El Esequibo es el acceso ideal y franco al oriente y sur de Venezuela, en donde se halla la producción hidroeléctrica más importante del país (represa de Guri), centros de explotación de recursos minerales y de hidrocarburos –Faja Petrolífera del Orinoco, además de pasos fluviales claves hacia el continente suramericano (río Negro-río Amazonas), que, aparte de otras ventajas de la situación geográfica y extensión de nuestro territorio, facilita un comercio por vía marítima y aérea hacia otros confines (Europa y África). Asimismo, nos confiere derechos de plataforma continental, que conlleva explotación exclusiva de todos los recursos subyacentes, muchos de ellos en la mira de transnacionales –Exxon Mobil-, con Visto bueno del gobierno guyanés, tal y como hemos denunciado en diversas ocasiones.
Según el V/A Elías Daniels H.,“Fachada Atlántica Venezolana”, es la parte de la Fachada Marítima Venezolana que se proyecta al océano Atlántico, la cual no está conformada, definitivamente, ya que está pendiente la delimitación con Grenada y la solución sobre la Reclamación Esequiba, que deriva del rechazo oficial venezolano a la soberanía guyanesa del territorio, íntegro, a la margen izquierda del río Esequibo, tomado éste desde su fuente hasta su afluencia al océano Atlántico; cerca de un mil km de longitud, cuya cuenca es equivalente a casi un 73 % del área en disputa.
Geográficamente, se conforma de tres secciones: a) Golfo de Paria y mar Caribe; b) Delta del Orinoco y c) Zona en Reclamación.
El rescate de este espacio, y las reservas subyacentes, representaría un recurso estratégico para el vigor y recuperación socioeconómica, ya que el cauce del río Mazaruní posee un potencial hidroeléctrico relevante, donde el gobierno guyanés adelanta, furtivamente, un proyecto de represa hidroeléctrica, así como sobre el río Kuribrong (cataratas de Amalia).
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