Un controversial estudio genético publicado en 2003 sugería que uno de cada 200 hombres vivos en la actualidad es descendiente del conquistador mongol Genghis Khan. En Asia Central esta figura asciende al 8%, es decir 16 millones de hombres” (www.bioedge.org/bioethics/what-about-the-super-sperm-spreaders/13569). Un fenómeno que imaginamos imposible en la actualidad. Mucho menos en occidente.

Sin embargo, el artículo citado nos pide no concluir tan rápido. La tecnología de reproducción asistida ha hecho posible que también ahora, existan “súper esparcidores de semen”. Las noticias y las querellas legales, en los países donde esta tecnología lleva más años, corroboran la hipótesis. Que además cuentan en la actualidad con el apoyo de los servicios en línea para rastrear a los ancestros. Como Ancestry.com.

Hijos de...
Una historia reciente publicada en The Guardian, señala el caso del Dr. Tony Walker. Un médico sudafricano que utilizó su propio semen para asistir reproductivamente a más de 100 familias, muchas de ellas con varios hijos. Los cálculos realizados con la ayuda de miembros del equipo del Dr. Walker, señalan que deben existir entre 200 y 300 parientes biológicos frutos de estas inseminaciones. Actualmente se encuentran esparcidos por los cinco continentes.

El caso del Dr Bryce Cleary, no deja de ser llamativo. Hace poco el Dr. Cleary descubrió que es el padre biológico de aproximadamente 19 hijos. Muchos de ellos viven, a menos de dos horas de su residencia. Podemos referirnos también al caso del Dr. Norman Barwin, que fue eliminado de los registros canadienses por haber inseminado a muchas de sus pacientes con su propio semen, o de hombres desconocidos. Produciendo la concepción de al menos 50 niños, cuyas madres recibieron el semen equivocado. La existencia de este tipo de médicos inescrupulosos, usando técnicas de alto riesgo, nos lleva a pensar en ellos, no precisamente como hijos de Khan.

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