Para comunicar eficientemente un emprendimiento se debe aprender y aprehender del arte de la comunicación.
Más allá de atractivos diseños, de muchos me gusta y de cientos de seguidores el asunto fundamental es conocer la teoría que permitirá entender y conocer para preparar los mensajes con la efectiva pertinencia y el anhelado feedback para luego fidelizar y monetizar el emprendimiento.
La lectura y la investigación son fundamentales no sólo para mantenerse al día con las nuevas herramientas y tendencias, sino que además formarse y capacitarse nunca estará demás.
La comunicación lleva en si misma bidireccionalidad para poder existir. Un mensaje se envía y se recibe a cambio una respuesta. Está va permeada con el sistema de valores y creencias de nuestro interlocutor.
Quien recibe el mensaje lo procesa según su base de conocimientos y su visión e interpretación del mundo. Esto significa que la respuesta a recibir nos va a decir no solo la postura sobre el tema del interlocutor sino además nos revelará una parte de él.
Ese rasgo que nos trasmite su respuesta es parte de su perfil y según este perfil podemos saber si no es similar o disímil, si tiene los mismos intereses, gustos y prioridades y además mostrarnos que le interesa. Esos son datos que cotidianamente obtenemos de familiares, amigos y conocidos.
Hasta aquí estamos claros porque además es un ejercicio diario. Cada vez que comunicamos obtenemos una respuesta y en ella subyace parte de nuestro interlocutor. El asunto se complejiza cuando debemos hacer comunicación de masas.
Para entender la comunicación de masas debemos pasar por la Escuela Americana y conocer el trabajo de Harold Lasswell quien plantea un modelo que debemos internalizar: “quién dice qué, a quién, a través de qué canal y con qué efectos”.
En el mensaje que enviamos hay un interés, bien sea de comunicar o bien sea para lograr una conducta necesaria o una respuesta determinada.
Lasswell logró además establecer tres funciones sustanciales al proceso de la comunicación: la vigilancia del entorno donde se va a producir el acto comunicacional, la relación de los componentes de la sociedad y los sujetos sociales para producir una respuesta al entorno y, por tercero, la transmisión de la herencia social.
Todo actor social tiene un condicionamiento por parte de la misma sociedad que lo relaciona de una manera específica con su entorno y hace que genere respuestas ya condicionadas.
Desde nuestra infancia vamos siendo educados y formados de una manera tal que permita establecer una relación con nuestro entorno. Esa socialización nos va a condicionar en la forma de actuar y responder ante ciertos estímulos.
Carl Hovland, también de la Escuela Americana, al estudiar la eficacia de la persuasión de masas generó la Teoría de la omnipotencia de los medios donde explica como la influencia de éstos sobre la masa provocan inconscientemente el consumo y apropiación de ciertas conductas que terminan cambiando la manera de pensar de los sujetos.
Aunque ahora puede pensar que lo antes expuesto es exclusivamente para estudiar los medios y su implicación en la masa, me permito recordarle que tenemos por estos días una herramienta más fuerte, poderosa y de mayor alcance que cualquier medio tradicional: El Internet y las Redes Sociales.
Ahora el emprendedor puede construir un mensaje y enviarlo a su público objetivo del otro lado del mundo de manera inmediata sin mayor intermediación que un sistema tecnológico que le sirve de plataforma para lograr vender su producto o servicio.
Conociendo a quien se dirige y cómo y cuándo lo debe hacer, el emprendedor logrará una respuesta condicionada por la necesidad y creencias de su mercado. Ya no será solo comprar, terminará por satisfacer una necesidad, inducida o no, y los neurotransmisores de ese comprador le generarán bienestar por la respuesta ofrecida. Esto puede terminar fidelizándolo y haciendo de él un consumidor exclusivo.
Aunque pudiese sonar distante, la Tercera Ley de Newton o Ley de Acción y Reacción establece que una fuerza establecida por A sobre B, tendrá una respuesta de similar magnitud pero en sentido contrario.
Como la física explica al mundo, y muchas otras cosas, podemos inferir que si no se obtiene una respuesta en nuestra comunicación o no estamos aplicando la suficiente fuerza o nuestro mensaje no está llegando al público adecuado.
La comunicación efectiva es un arte. Tú decides si ser el artista o el espectador.
Comunicador Social UCV
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