¿A las puertas de un desenlace?
La fractura interna ya se produjo. La discusión política ha aumentado en los cuarteles como efecto del 30-A. Donde se han desatado prisiones, bajas y reprimendas...
Incertidumbre y angustia entre la población opositora. La situación es confusa. Hay ambigüedad en las interpretaciones y percepciones. ¿Qué pasará ahora? Parece ser la interrogante en la mente de muchas personas. Las cosas han cambiado. Lo que se ve es un gobierno en la ofensiva. Intimidando a la AN y a sus principales miembros. Allanan la inmunidad parlamentaria de un numeroso grupo de diputados. Les secuestran, les abren juicios y la policía del régimen les amedrenta en sus propias casas. Toman la Asamblea Nacional. Lo que trae al presente el “Asalto al Congreso” de 1848, perpetrado por José Tadeo Monagas. Una clara persecución al liderazgo de Guaidó; protagonista del 30-A. ¡Se radicalizó el gobierno de Maduro! Busca debilitar a las fuerzas oponentes. Específicamente a quienes rodean a Guaidó. Parece una persecución contra AD, pero no es así… más bien aspiran distanciarla de Guaidó. En una clara y maquiavélica táctica política, pegan a los lados, para ir apagando la imagen de Guaidó y dividir a los contrincantes. ¡Divide y reinarás! Lo están logrando. La relativa frustración del 30-A, produjo desgano, bajar la guardia y achicar la esperanza.
El 30-A arrebató careta democrática
Pero en verdad, quien más sale perjudicado por el 30-A es el gobierno de Maduro. Porque se abrió la brecha a la posibilidad de un golpe militar. Demostró, que no hay tal homogeneidad militar. Que el descontento va por dentro (silencioso, cauteloso y secreto). La fractura interna ya se produjo. La discusión política ha aumentado en los cuarteles como efecto del 30-A. Donde se han desatado prisiones, bajas y reprimendas. Y los sistemas de espionaje, investigación y pesquisa han sido sometidos a duras revisiones, evaluaciones y cambios. Tal es la situación, que la meta ahora es fortalecer la milicia, reforzar los colectivos y darle prioridad a la organización de las comunas. Es un mensaje de advertencia a lo interno de las FFAA y al país todo. Por otro lado, el secuestro, prisión y asedio a los miembros de la AN, deteriora aun más la imagen democrática del gobierno y acelera con mayor fuerza la lucha internacional contra el gobierno. El 30-A, le terminó de quitar la careta democrática al socialismo del siglo XXI. Y le puso el tenebroso rostro de dictadura… tiranía; que hace recordar a los tiempos de J. V. Gómez y M. Pérez Jiménez.
Combatir el pánico y el estrés
Puestas así las cosas, se nos ocurre pensar que, como lo dijo recientemente el presidente Donald Trump “Venezuela está en las puertas de un acontecimiento histórico”, no en balde un jefe de gobierno estadounidense habla en esos términos. Además, la situación interna apunta hacia un desenlace de cambio en corto tiempo. El escenario económico es inaguantable para la totalidad de la población. El precio de los alimentos sube vertiginosamente, las controversias en los cuarteles y oficinas de mando nacional y regional se incrementan y las sanciones ahogan inmisericorde a las finanzas públicas. Tengo la sensación que estamos al borde de una explosión o de un levantamiento militar de grandes proporciones. A los gobiernos los tumban las crisis económicas; así ha sido en el transcurso de la historia. Esto es lo que me dicta la información que poseo y la lectura que hago de la actual problemática venezolana. No hay que desesperarse. Debemos combatir el pánico y el estrés. Pudiera venir una Junta de Gobierno consensuada. Un gobierno de transición y unas elecciones democráticas.
Los militares piensan… no son robots
Sabio el pensamiento de Mario Briceño Iragorry “Aunque parezca dormido y engañado el pueblo siempre tiene la razón, el dura más que aquellos que lo explotan y lo oprimen”; lema que teníamos mi hermano Luis y yo, en el programa radial “El Mensajero del Pueblo”, por Radio Barquisimeto, en 1958, cuando teníamos 18 y 17 años. Hay que continuar las protestas en manifestaciones, con ánimo y espíritu de lucha. Se están produciendo importantes diálogos entre el gobierno y líderes de la oposición. La presión internacional se intensifica a todos los niveles y el país está acorralado. Crece la desconfianza entre Maduro y Padrino López. La presencia de Maduro en las marchas militares es un claro signo de búsqueda de credibilidad y aceptación. ¡Como si no lo conocieran! Se presenta para demostrar liderazgo y jefatura. Pero los militares piensan… no son robots. Es grave la situación de sus familias y la pérdida de calidad les atormenta. Tampoco ven solución a sus problemas. Pareciera que estamos a las puertas de un desenlace.
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