Incapacidad de dirigir la economía
La historia registra el desastre económico que significa una sociedad que fundamenta su economía en las directrices y manejo de los medios de producción desde el Estado
Muchas de las decisiones, del régimen riñen con la lógica y del sentido común, han sido tomadas sin aplicar el pensamiento crítico a la situación objeto de la decisión o, peor aún, han sido tomadas ignorando orígenes, causas, y consecuencias, que inciden sobre un los valores.
Durante las dos últimas décadas Venezuela adoptó por un sistema político con un alto intervencionismo en todos los ámbitos de la sociedad, que llamaron Socialismo del Siglo XXI. Para aplicar políticas populistas clientelares, ejerciendo un poder casi hegemónico. Las libertades política, económica y civiles fueron más restringidas, dado que el régimen interpreto, cambiado y acomodado la constitución y las leyes a los intereses del grupo gobernante. Esto provoco abuso de poder político, corrupción, inseguridad, escasez, inflación, restricción a los derechos de expresión, entre otros.
El régimen concentró el poder a través del control de las instituciones políticas y la toma de la economía mediante controles de precios y cambiarios, expropiaciones, la dirección del crédito y la explotación de la empresa petrolera, entre otras medidas. En noviembre del 2013 entró en vigencia una Ley Habilitante otorgando poder casi ilimitado y discrecional al Presidente para emitir decretos con fuerza de ley. En definitiva, la concentración de poder se ha alimentado de sofocar los derechos individuales de los ciudadanos. Los venezolanos iniciaron protestas que todavía siguen en pie. Lo que presenciamos es una crisis económica, social y política sin precedentes en el país. No se vislumbra una solución fácil, lo que implicará mayor deterioro y, consecuentemente, una reducción en la calidad de vida de los venezolanos.
El poder se ejerce sin tomar en consideración los principios económicos más básicos, como el respeto a los derechos de propiedad. Se estima que bajo el régimen de planificación centralizada se expropiaron o estatizado más de 50.000 propiedades entre fincas (pequeñas, medianas y grandes), industrias y comercios, entre otros, sin compensación por valor de mercado. Durante los últimos 20 años se han expropiado empresas o sectores completos: electricidad, telecomunicaciones, banca y finanzas, petróleo y tecnología, entre otros.
El régimen convirtió al Estado venezolano en empresario, importador, comercializador y fijador de precios de los más diversos bienes y servicios. Sin embargo, la escasez de productos básicos hoy están a la orden del día. La historia registra el desastre económico que significa una sociedad que fundamenta su economía en las directrices y manejo de los medios de producción desde el Estado.
Con la justificación de que los empresarios son malandros que sólo obtienen beneficios explotando al prójimo, el régimen ha controlado toda la economía, ha distorsionando el consumo, el ahorro, el crédito, la inversión y la producción. En estos 20 años, los Presidente de Venezuela expresaron en sus discursos: “No me subestimen, sectores de la burguesía. Vamos a expropiar a quienes tengamos que hacerlo”. Esto se hace para combatir una “guerra económica” que ha enarbolado los regímenes desde sus inicios para justificar sus acciones.
Desde los inicios de estos regímenes ha habido un ataque frontal a la economía de mercado, solo hay que recordar la Gestión del Ex Ministro Jorge Giordani, que aplico un modelo corrosivo para el país, imponiendo trabas, barreras y altos costos ocultos que promovieron cada vez menor inversión, producción, generación de empleos y de riquezas. El ambiente de negocios en Venezuela se fue deteriorado llenándose incertidumbre por las expropiaciones, censuras a la libertad de asociación y despilfarro de recursos que utiliza el régimen para concentrar el poder a través del populismo y el clientelismo.
La embestida al funcionamiento de la economía de mercado es una de las principales razones de la crisis económica, social y política que vive Venezuela. Esto sucede porque los incentivos a incursionar en actividades económicas se desvanecen y se producen menor cantidad de bienes y servicios, se genera escasez que resulta en necesidades humanas insatisfechas. El desempleo de factores de producción implican menores salarios, e ingresos para diversos segmentos de la sociedad.
Venezuela se encuentra en posición muy desventajosas con respecto a la gran mayoría de países en el planeta con respecto al ambiente de negocios. En lugar de generar más riquezas, en Venezuela se han derrochado recursos limitados para la producción y salieron recursos financieros que pudieron traducirse en inversión de capital para el país.
En fin, el ataque a la economía de mercado sólo se utilizo para centralizar el poder y tratan de ejercerlo de manera hegemónica. Pero, debe reconocerse que hay mucha ignorancia con respecto a cómo funciona un sistema económico donde sólo se obtienen ganancias si se satisface a los consumidores (las masas) y en el cual, si los empresarios no sirven a “las masas”, sufren pérdidas. El capital, el trabajo y los recursos de la naturaleza son factores de producción complementarios, donde uno depende del otro para lograr bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas.
@el54r
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones