Identidad libertaria
Cuando se desafía con democracia y movilidad se produce una determinación, al tiempo que se acentúa la respuesta del totalitarismo. La decisión la he llamado surgimiento de una “identidad libertaria”.
La psicología social, dentro de sus variantes y evolución, se ocupa del lugar del hombre en la cultura y la sociedad. Desde Emilio Durkheim se trabaja con los fenómenos de sugestión y conformación de identidades en la interacción social y Gustave Le Bon insistió en una psicología de las multitudes.
Cierto es que los comportamientos sociales no se pueden predecir, no hay determinismos sociológicos ni psicológicos. Entender la conducta social solo es posible en el contexto de una estructura concreta.
La aceptación del colectivo de una estructura en particular proviene de la admisión de un orden social incuestionable afianzado por una disciplina desde el poder. De allí la pérdida del deseo de cambio y del acomodo del individuo como sujeto que debe modificarse para adecuarse a ella. Se le conoce como “condicionamiento respondiente” que solo es vencido por un estímulo que llamaremos concientización y que pasa por pensar y, en consecuencia, por una análisis de las contradicciones.
De esta manera podríamos concluir que un nuevo pensamiento social está, más que dentro de las personas, entre las personas y que allí se dé inicio a un proceso que comienza a romper con la conducta de la autoridad dominante. Es todo un proceso de aprendizaje que proviene de las dificultades para hacer frente a una realidad. Ese cambio actitudinal deviene de las necesidades que provoca una agresión.
Las actitudes determinan el comportamiento y hacen entender la nueva conducta que se dirigirá hacia las acciones. Llegar a esas actitudes nuevas requiere de aprendizaje que cambia las representaciones por las condiciones socio-económicas. Ellas son siempre dinámicas.
Cuando se desafía con democracia y movilidad se produce una determinación, al tiempo que se acentúa la respuesta del totalitarismo. La decisión la he llamado surgimiento de una “identidad libertaria”, una que creo constituida entre nosotros. Ha provenido de una interacción social y del brote de una psicología colectiva. La observación sobre un retardo en su aparición es banal y no debe confundirse con acciones anteriores. No habíamos tenido un antecedente de “unidad superior”. Ahora aquí libertario excede a la polisemia y se hace un contexto propio de identidad nacional.
teodulolopezm@outlook.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones