¿Quién tendrá razón?
A pesar de lo difuso de las opciones que están en juego, no dejan de impresionar las estrategias y acciones que han surgido: La oposición está unida
Si la ruta actual de la oposición tiene como consecuencia la salida de Maduro del poder, se reivindicaría la abstención como estrategia en las elecciones presidenciales del pasado 20-05-18 ya que el argumento del desconocimiento de Maduro como Presidente se basa en que su elección fue inconstitucionalmente convocada por la Asamblea Nacional Constituyente, obviando al Consejo Nacional Electoral, adelantada y plagada de ventajas. Pero, de no alcanzar el objetivo, la opción abstencionista quedaría desacreditada por haber inducido la pérdida de una enorme ventaja, 78% a 22%, que era el potencial de votos de la oposición en mayo pasado. Una ventaja imposible de escamotear si la oposición se hubiese organizado para defender el triunfo, como sí lo hizo en 2015 para las elecciones de diputados.
En la actualidad, el desconocimiento de Maduro como Presidente tiene las bases que provocaron la abstención. Pero esta ruta tiene también limitaciones: las herramientas, como el cabildo abierto y las protestas, son menos concretas que la herramienta del voto. Es difícil explicar qué se espera de un cabildo abierto, cómo manejarlo, si en él debe realizarse una votación a mano alzada o por otro mecanismo. De la misma manera, es difícil explicar qué se espera de una protesta, por más masiva y nacional que sea, y del apoyo de la multitud de países que se han pronunciado por un cambio de gobierno en Venezuela.
A pesar de lo difuso de las opciones que están en juego, no dejan de impresionar las estrategias y acciones que han surgido: La oposición está unida; está clara que la ruta tiene que ser legal y pacífica. Se cumplió el pacto institucional según el cual la presidencia de la Asamblea le tocaba este año a Voluntad Popular. El nuevo presidente de dicha Asamblea, Juan Guaidós, es una persona joven, preparada, de buen discurso, excelente currículo personal y familiar. Su solicitud a la FANB de respetar, en vez de reprimir la protesta, y de mantenerse al margen de la política, en vez de pedirles un ramplón golpe militar, representa un reencuadre psicológico refrescante que preludia la reinstitucionalización del país.
@joseagilyepes
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