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Dr. Miguel González Guerra, catedrático en historia de la Medicina en la UCV

Entre sus muchos trabajos de investigación destaca, en nuestro concepto, el referido y publicado sobre la obra de Lorenzo Campins y Ballester, pionero y fundador de la Cátedra Prima de Medicina en la Real y Pontificia Universidad de Caracas

  • ALBERTO NAVAS

15/04/2025 05:02 am

A nuestra Universidad de Salamanca

No hay profesión más cercana a la Historia que la Medicina y la Medicina es, a su vez, una de las fuentes más importantes para el estudio de del pasado histórico, se trata de un matrimonio académico, de origen medieval, que fue concertado y realizado con el nacimiento de las Universidades en aquellos tiempos góticos. Por ello han sido muchísimos los médicos que, en la Venezuela republicana, han combinado su ejercicio profesional de la ciencia entre esos dos caminos paralelos, verdaderamente humanistas, del estudio de la Medicina y del pasado humanos. El Dr. Miguel González Guerra, hombre sabio, silencioso, perfeccionista y honesto, supo ejercer este doble camino del conocimiento universitario, con disciplina y eficacia intelectual que ha dejado huella en sus libros, artículos, conferencias y alumnos que, como nosotros mismos, le recordamos con afecto y respeto.

La vida de González Guerra representa un testimonio de la permanente superación por el esfuerzo del estudio, que fue posible en la Venezuela republicana y democrática en la que evolucionamos los venezolanos del siglo XX. Nacido de padres humildes, originarios del pueblo de El Espinal, en la isla de Margarita, un 30 de septiembre de 1936, inició su vida entre las poblaciones de La Guaira y Maiquetía, apoyado por el trabajo de su padre y sus hermanos pudo estudiar la primaria y parte de la secundaria en su población natal, pero más tarde tuvo que trasladarse a Caracas para terminar el Bachillerato en el entonces célebre Liceo Aplicación de la urbanización El Paraíso, en aquellos años en que nuestros liceos funcionaban en excelentes condiciones y fomentaban el ascenso hacia los estudios universitarios.

Pero la dictadura militar instaurada en nuestro país entre 1948 y 1958, pese a haber inaugurado la moderna Ciudad Universitaria de Caracas en 1953, la mantuvo frecuentemente cerrada, acosada e intervenida por el enfoque represivo y tecnocrático de aquel régimen tiránico, con el agravante de querer imponer el pago de elevadas matrículas a los estudiantes, cercenando así las aspiraciones de la juventud venezolana de escasos recursos (es decir la mayoría) para formarse en una profesión digna en una Universidad autónoma, democrática y ´popular, como venía gestándose desde 1946 con la aprobación del Estatuto Orgánico de las Universidades Nacionales, por iniciativa de la Junta Revolucionaria de Gobierno vigente desde los acontecimientos del 18 de octubre de 1945.

Estas limitaciones impidieron a muchos egresados de los liceos venezolanos realizar sus estudios universitarios, los más pudientes salieron a estudiar en el exterior (Colombia, los Estados Unidos y Europa), una minoría, con gran esfuerzo y, este fue el caso de la familia González Guerra, obligada a exprimir los recursos familiares para poder enviar a su hijo, hacia la esperanza de un futuro mejor (sin seguir la carrera militar) para lograr embarcarse hacia el exterior en busca de alguna Universidad prestigiosa que le pudiese acoger como estudiantes extranjeros. Fue este el caso de Miguel González Guerra, quien logró matricularse en la carrera de Medicina en la célebre Universidad de Salamanca, la más antigua y activa de España. Allí recibió el grado de Médico en 1961, campeón de Ajedrez y adquirió el corazón salmantino al casarse con doña Ángela Rodríguez Díaz, natural de aquella región del río Tormes, en la ciudad que Cervantes señaló que “enechizaba” a quien la visitaba.

Al regresar a Venezuela en 1962 se desempeñó como médico rural en Capatarida (Estado Falcón), más tarde fue Profesor de Biología en educación secundaria y luego, ya en Caracas, se desempeñó en varias instituciones como el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS), el Concejo Municipal del Distrito Federal y el Ministerio de Educación Nacional. En 1965 obtuvo la reválida como Médico Cirujano de la UCV, donde también obtuvo la Maestría y el Doctorado en el área de Salud Pública. Pasó, desde 1968, a ser Profesor de la Facultad de Medicina de la UCV, tanto en la Escuela Básica como en la Escuela de Medicina “Luis Razetti”, llegando a ser jefe de la Cátedra de Historia de la Medicina y, más tarde, Individuo de Número en la Academia Nacional de Medicina y de la Sociedad de Historia de la Medicina.

Entre sus muchos trabajos de investigación destaca, en nuestro concepto, el referido y publicado sobre la obra de Lorenzo Campins y Ballester, pionero y fundador de la Cátedra Prima de Medicina en la Real y Pontificia Universidad de Caracas en el siglo XVIII, como también tiene inédita una Historia de la Medicina en Venezuela. También destacamos su valioso trabajo de investigación sobre: “Siete Rectores americanos de la Universidad de Salamanca” publicado en 1992 por dicha Universidad, donde descubre un panorama nuevo para el investigador histórico, al revelar la importancia de los estudiantes hispanoamericanos en aquel Instituto tan antiguo, fundado en 1218, así como también la vocación universitaria americanista salmantina. Trabajo en el que se destaca la presencia de estudiantes hispanoamericanos en Salamanca, incluyendo venezolanos, en el período provincial colonial. Señalando que tal importancia se reflejaba en la elección de algunos de ellos como rectores de la Universidad desde el siglo XVI hasta el XVIII, cuando el Rey Carlos III derogó la antigua disposición que permitía a los Bachilleres elegir y ser elegidos como Rectores, pues desde 1770 se exigió el título de Doctor o Licenciado para poder ser Rector de la Universidad de Salamanca,

El valioso trabajo de González Guerra en el Archivo Histórico de la Universidad salmantina nos reveló los nombres y expedientes de aquellos estudiantes hispanoamericanos: Diego de Castilla, natural de México estudiante de Cánones electo Rector el 10 de noviembre de 1571. Joseph González de Andia e Irrarazabal natural de Chile estudiante de Cánones, electo rector el 10 de noviembre de 1644. Luis Gómez de Parada natural de México (Guadalajara) estudiante de Leyes elegido Rector el 10 de noviembre de 1713. Manuel Villar y Gutiérrez natural de México y estudiante de Cánones electo Rector el 10 de noviembre de 1749. Nuño Navia y Bolaño natural de Perú (Lima) electo Rector el 10 de noviembre de 1754. Y finalmente, Francisco Xavier Caro y Torquemada natural de Santo Domingo, Bachiller y Licenciado en Leyes electo Rector el 10 de noviembre de 1798.

Nuestro valioso y querido amigo Dr. Miguel González Guerra regresó a Salamanca en 2017 por razones familiares, y falleció allí, en el Hospital Universitario de dicha ciudad un 2 de junio de 2022, dejando su alma en ese territorio “Charro” que tanto dio a sus talentos.

A.N.B. Cronista Oficial de la UCV
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