Espacio publicitario

Recrear el pasado

En todas y cada una de las disciplinas que tienen que ver con la configuración humana, cabe repensar cómo se observa una realidad que puede acartonarse, tal como lo vemos en la actualidad

  • CARLOS A. ROMERO

29/09/2024 05:01 am

En época de crisis y en cualquier sociedad, el pasado puede convertirse en presente. A qué voy: es tan fuerte el cambio actual que aquellos tiempos se recrean desde ahora, desarrollando una visión y una narrativa que se transforman a propósito, para gritar a los cuatro vientos que todo pasado fue mejor. Me opongo a ese pensamiento. El pasado, pasado está y debe estudiarse teniendo en cuenta su contexto histórico. Los tiempos de antes tienen su lugar. Pueden ilustrar el presente, pero no sustituirlo.

Estas divagaciones las empleo para alertar sobre un fenómeno que está pasando en nuestro país, principalmente en los sectores pensantes. Se está recurriendo al pasado para proyectar cómo sería el futuro y así vamos consolidando la idea del sistema político venezolano como la obra magna de unos demócratas iluminados que en 1958 crearon las bases del paraíso. Falso de toda falsedad.

En realidad, el mal llamado “Puntofijismo” es como orden político algo mejor de lo que tenemos ahora. De eso no cabe ninguna duda. Pero, ¡cómo costó organizar la política en Venezuela desde el año 1958! A la Junta que derrocó al dictador Pérez Jiménez no le fue fácil mantenerse, hubo intentos de derrocarla, cambiaron sus componentes, el líder principal se retiró para ser candidato presidencial, se trató que él u otra personalidad fuera un candidato unitario y finalmente hubo tres aspirantes a presidir la nación.

En ese contexto, asume el primer presidente de esta etapa y desde el comienzo de su gestión se ve acorralado por una serie de crisis militares, la lucha armada y el descontento popular. Los presidentes sucesivos llegan a estabilizar la situación, pero siempre estuvieron presentes las sombras que no permitieron un sistema completo y en total funcionamiento.

Entonces a la hora de comparar la situación actual con el pasado, se desvía la discusión hacia un lugar que en todo caso es reparado con aceites nuevos y que alteran las bases originales del tiempo. En particular me llama la atención como la figura de Rómulo Betancourt ha entrado por un camino sin historia como lo hicieron otros con figuras de la política regional y mundial. Se trata de imponer unos íconos que no permiten la crítica y las reservas del caso. De igual manera pasa lo mismo con líderes controversiales, como Lenin, Juan Domingo Perón o Fidel Castro.

Es por ello que debe apoyarse un movimiento crítico que dentro de las ciencias sociales busque colocar los acontecimientos históricos en su justa dimensión. Ese revisionismo no sólo debe aplicarse a las ciencias políticas. Sino también a la economía y la sociología, así como al derecho y el urbanismo. En todas y cada una de las disciplinas que tienen que ver con la configuración humana, cabe repensar cómo se observa una realidad que puede acartonarse, tal como lo vemos en la actualidad.

En síntesis, el debate político debe tener como resultado un espacio para la discusión veraz sobre los acontecimientos históricos. La momificación de los hechos no ayuda para nada en la búsqueda de la verdad, que por cierto nunca será completa y menos mal que no lo es, añadimos con responsabilidad…

romecan53@hotmail.com
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario