Ridículo
Hoy en día, excepcionalmente, en noches de gala y matrimonios, muchas damas usan el “ridículo” en su definición primaria, de manera que el término analizado tiene ahora, en la práctica, un significado muy diferente al original
¿Saben ustedes el significado del término ridículo? De acuerdo al Diccionario de la Lengua Española, que es la obra lexicográfica académica por excelencia, que está a cargo de la Real Academia Española, institución cultural dedicada a la regularización lingüística en el mundo hispanoparlante, se van a sorprender, pues el término significa: Bolsa Manuel que, pendiente de unos condones, usaban las señoras para llevar el pañuelo y otras menudencias”
Se refiere a un pequeño bolso que era usado por las mujeres de alcurnia. Si quieren un ejemplo literario descriptivo lo pueden encontrar en la novela “La fontana de Oro” de Benito Pérez Galdos. Proviene de la voz latina “reticulus” el diminutivo de “rete” que significa red.
En 1.841 la revolución industrial trajo los viajes en tren. Un empresario británico muy acaudalado, encargó un conjunto de maletas y bolsos para él y su señora, que debían ser hechos del mismo cuero que los maletines y baúles, para distinguirlos de las bolsas de las clases humildes. El fabricante incluyó un maletín de viaje para la dama, que pasó a ser el primer bolso de mano femenino y así, el “Ridículo” fue sustituido casi totalmente a finales del siglo XIX. En aquella época, el gran empresario inglés, aunque a la larga tuviese razón, en distintas oportunidades hacia un papelón, lo que dio origen a otros significados del término.
Por ello, el mismo diccionario trae otras acepciones del término ridículo: “Que por su rareza y extravagancia mueve o puede mover a la risa” “Escaso, corto, de poca estimación” “Situación ridícula en la que puede caer una persona” “Expuesto a la burla o al menosprecio de las gentes, sea o no con razón justificada”
Hoy en día, excepcionalmente, en noches de gala y matrimonios, muchas damas usan el “ridículo” en su definición primaria, de manera que el término analizado tiene ahora, en la práctica, un significado muy diferente al original y regularmente referido a las conductas, que en determinados momentos, las personas asumen.
Mi venerado profesor de Derecho Romano I y II en la Universidad Central de Venezuela, Dr. Sebastián Artiles, y hago la aclaratoria porque él dictaba clases de esa materia también en la UCAB y en la Santa María; oriundo de La Guaira, de lo cual se sentía muy orgulloso, solía decir “Es que perdieron el concepto del ridículo”. Esa frase, que jamás olvido, la aplicaba cada vez que algún connotado político se la merecía por su actitud frente a un determinado asunto.
Un buen ejemplo de ello, es el tema de las primarias de la oposición. Capriles Radonsky, por citar un ejemplo, a instancia de su partido, se inscribió en las elecciones de escogencia, por llamarlas de alguna manera, del candidato único, y lo hizo a sabiendas de estar inhabilitado, lo mismo que María Corina Machado, quien resultó la ganadora en ese proceso pero que al igual que Capriles, con o sin razón, esta inhabilitada administrativamente, por tanto, pareciera no podrá inscribirse en el CNE, por una parte, y por otra, no existe tribunal al que pueda recurrir para lograr sus objetivos. ¿Entonces?
En consecuencia, tremendo proceso, bueno o malo, exitoso o fracasado, devino en un acto que, por sus resultados, actualmente es absolutamente inútil.
A 5 días de culminadas esas elecciones, que no son vinculantes para nadie, ni siquiera para los que en ellas participaron, veremos que se les ocurre ahora a los opositores parciales, los que participaron, veremos que inventarán ahora para presentar un verdadero candidato único, como aspiran los contrarios al oficialismo, para hacerle frente al candidato del PSUV, que, contra viento y marea, será Nicolás Maduro.
Veamos que ocurre.
@gadeaperez
Se refiere a un pequeño bolso que era usado por las mujeres de alcurnia. Si quieren un ejemplo literario descriptivo lo pueden encontrar en la novela “La fontana de Oro” de Benito Pérez Galdos. Proviene de la voz latina “reticulus” el diminutivo de “rete” que significa red.
En 1.841 la revolución industrial trajo los viajes en tren. Un empresario británico muy acaudalado, encargó un conjunto de maletas y bolsos para él y su señora, que debían ser hechos del mismo cuero que los maletines y baúles, para distinguirlos de las bolsas de las clases humildes. El fabricante incluyó un maletín de viaje para la dama, que pasó a ser el primer bolso de mano femenino y así, el “Ridículo” fue sustituido casi totalmente a finales del siglo XIX. En aquella época, el gran empresario inglés, aunque a la larga tuviese razón, en distintas oportunidades hacia un papelón, lo que dio origen a otros significados del término.
Por ello, el mismo diccionario trae otras acepciones del término ridículo: “Que por su rareza y extravagancia mueve o puede mover a la risa” “Escaso, corto, de poca estimación” “Situación ridícula en la que puede caer una persona” “Expuesto a la burla o al menosprecio de las gentes, sea o no con razón justificada”
Hoy en día, excepcionalmente, en noches de gala y matrimonios, muchas damas usan el “ridículo” en su definición primaria, de manera que el término analizado tiene ahora, en la práctica, un significado muy diferente al original y regularmente referido a las conductas, que en determinados momentos, las personas asumen.
Mi venerado profesor de Derecho Romano I y II en la Universidad Central de Venezuela, Dr. Sebastián Artiles, y hago la aclaratoria porque él dictaba clases de esa materia también en la UCAB y en la Santa María; oriundo de La Guaira, de lo cual se sentía muy orgulloso, solía decir “Es que perdieron el concepto del ridículo”. Esa frase, que jamás olvido, la aplicaba cada vez que algún connotado político se la merecía por su actitud frente a un determinado asunto.
Un buen ejemplo de ello, es el tema de las primarias de la oposición. Capriles Radonsky, por citar un ejemplo, a instancia de su partido, se inscribió en las elecciones de escogencia, por llamarlas de alguna manera, del candidato único, y lo hizo a sabiendas de estar inhabilitado, lo mismo que María Corina Machado, quien resultó la ganadora en ese proceso pero que al igual que Capriles, con o sin razón, esta inhabilitada administrativamente, por tanto, pareciera no podrá inscribirse en el CNE, por una parte, y por otra, no existe tribunal al que pueda recurrir para lograr sus objetivos. ¿Entonces?
En consecuencia, tremendo proceso, bueno o malo, exitoso o fracasado, devino en un acto que, por sus resultados, actualmente es absolutamente inútil.
A 5 días de culminadas esas elecciones, que no son vinculantes para nadie, ni siquiera para los que en ellas participaron, veremos que se les ocurre ahora a los opositores parciales, los que participaron, veremos que inventarán ahora para presentar un verdadero candidato único, como aspiran los contrarios al oficialismo, para hacerle frente al candidato del PSUV, que, contra viento y marea, será Nicolás Maduro.
Veamos que ocurre.
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