Consideraciones sobre Palestina e Israel
Hamás nunca ha reconocido al estado de Israel y permanentemente ha declarado una guerra continua con cohetes y ataques en las fronteras, donde Israel ha construido un muro de separación entre ambas comunidades
En estos momentos tan delicados para la paz y la seguridad internacional, el conflicto entre Palestina e Israel puede convertirse en un punto sin retorno, en el caso de su internacionalización; tanto por los diferentes actores involucrados, como por el potencial de armas y sistemas bélicos de los mundos en los cuales transitamos, en lo analógico y virtual.
La primera (1914-1918) y segunda (1939-1945) Guerra Mundial se mantuvo dentro de las dimensiones y estrategias del complejo militar convencional.
Con los actuales movimientos y pronunciamientos del Presidente de Estados Unidos, al visitar Israel y postergar su encuentro con los Gobiernos Árabes; la declaración conjunta de los jefes de estado de China y Rusia, además de la participación directa de la Unión Europea y la amenaza abierta del Gobierno de Irán; pareciera la inevitabilidad de la globalización de esta pequeña pero larga guerra, que se inició a finales del siglo IX y que en 1948 luego de la decisión de la ONU de crear dos Estados soberanos (Israel y Palestina), vivieron la primera confrontación militar. En ese tiempo, la causa Palestina era de todo el mundo Árabe, por eso las guerras abiertas del mundo Árabe y el estado Judío. Una referencia importante es la guerra de 1967, cuando de continuado conflicto Israel ocupó Cisjordania, Gaza y Jerusalén. La construcción de asentamientos judíos en estos territorios y la ausencia de dialogo entre Palestina e Israel, impidió encontrar una solución definitiva. Desde del 2007, los sectores radicales palestinos con presencia mayoritaria en la franja de Gaza, lograron dentro de una visión similar a Al-Qaeda y al ISIS controlar política y militarmente ese territorio (45km) y Cisjordania (6.475km).
Hamás nunca ha reconocido al estado de Israel y permanentemente ha declarado una guerra continua con cohetes y ataques en las fronteras, donde Israel ha construido un muro de separación entre ambas comunidades. Esta división entre Hamás y Al Fatah ha complicado la necesidad del diálogo y la negociación para la convivencia entre los dos estados.
En Israel por ser una democracia integral, las contradicciones internas frente al caso Palestina también se orientan a la negación territorial para estos, por una minoría religiosa y por partidos conservadores, mientras que la mayoría se inclina a la aceptación y a la convivencia entre los pueblos. Incluso Israel estaba viviendo un proceso inédito de grandes manifestaciones populares para impedir que el actual Primer Ministro Benjamín Netanyahu, neutralizara la independencia de los jueces. Pero ante esta situación, acaecida del pasado 7 de octubre con el terrorismo de Hamás, todo Israel se declaró en estado Guerra y formó un gobierno de unidad nacional superando las divisiones ideológicas y políticas domésticas. Fue la respuesta al ataque de los militantes Palestinos de Hamás, desde Gaza, que originó la mayor tragedia en el conflicto Palestino-Israelí. Hamás, envió una masiva ola de cohetes y sus combatientes armados, incursionaron en territorio Israel en la frontera Sur. Por primera vez, el grupo Hamás tiene en su poder como rehenes a soldados y a civiles cuyo futuro es incierto, aunque hay una propuesta de intercambio de prisioneros y un cese de fuego entre las partes.
Actualmente, considerando el caldeado sistema internacional, con amplios focos de inestabilidad político-territorial, geopolítica y diplomática, preocupa la extensión de este conflicto a un nivel subregional pero también a escala global. En lo inmediato se suceden multitudinarias protestas a favor de Palestina alrededor del mundo pero especialmente en el mundo Árabe. Se han concentrado manifestaciones masivas frente a las Embajadas de Israel en países como Jordania; un frente de alta preocupación y alarma es la situación en el Líbano, donde Hezbolá, una milicia chií con un ala política y otra paramilitar ha realizado ya ataques de misiles contra Israel y amenaza con abrir un nuevo frente de batalla.
El ataque terrorista de Hamás dinamitó el proceso de paz que precisamente en años recientes avanzaba para la normalización de las relaciones diplomáticas entre Israel y algunos países Árabes como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos o Bahrein; incluso se esperaba la apertura de Embajadas entre Riad y Tel Aviv.
No podemos dejar de condenar el ataque contra el Hospital de Gaza que representa un acto violatorio del Derecho Internacional Humanitario que es un imperativo en tiempos de guerra. En el futuro un Tribunal Penal Internacional podrá realizar las respectivas investigaciones y juzgar a los responsables.
En estos momentos, aunque lejana, confiamos en los esfuerzos de mediación diplomática de diversos países para la apertura de corredores humanitarios y el llamamiento urgente a un cese al fuego que ha sido un clamor respaldado por líderes mundiales como el Papa Francisco y el Secretario General de Naciones Unidas Antonio Guterres.
La paz se torna en este marco no sólo un anhelo sino una necesidad imperiosa.
Seguiremos atentos al transcurso de estos acontecimientos donde debemos considerar su vertiente religiosa, política, geopolítica, económica y diplomática
Jcpineda01@gmail.com
La primera (1914-1918) y segunda (1939-1945) Guerra Mundial se mantuvo dentro de las dimensiones y estrategias del complejo militar convencional.
Con los actuales movimientos y pronunciamientos del Presidente de Estados Unidos, al visitar Israel y postergar su encuentro con los Gobiernos Árabes; la declaración conjunta de los jefes de estado de China y Rusia, además de la participación directa de la Unión Europea y la amenaza abierta del Gobierno de Irán; pareciera la inevitabilidad de la globalización de esta pequeña pero larga guerra, que se inició a finales del siglo IX y que en 1948 luego de la decisión de la ONU de crear dos Estados soberanos (Israel y Palestina), vivieron la primera confrontación militar. En ese tiempo, la causa Palestina era de todo el mundo Árabe, por eso las guerras abiertas del mundo Árabe y el estado Judío. Una referencia importante es la guerra de 1967, cuando de continuado conflicto Israel ocupó Cisjordania, Gaza y Jerusalén. La construcción de asentamientos judíos en estos territorios y la ausencia de dialogo entre Palestina e Israel, impidió encontrar una solución definitiva. Desde del 2007, los sectores radicales palestinos con presencia mayoritaria en la franja de Gaza, lograron dentro de una visión similar a Al-Qaeda y al ISIS controlar política y militarmente ese territorio (45km) y Cisjordania (6.475km).
Hamás nunca ha reconocido al estado de Israel y permanentemente ha declarado una guerra continua con cohetes y ataques en las fronteras, donde Israel ha construido un muro de separación entre ambas comunidades. Esta división entre Hamás y Al Fatah ha complicado la necesidad del diálogo y la negociación para la convivencia entre los dos estados.
En Israel por ser una democracia integral, las contradicciones internas frente al caso Palestina también se orientan a la negación territorial para estos, por una minoría religiosa y por partidos conservadores, mientras que la mayoría se inclina a la aceptación y a la convivencia entre los pueblos. Incluso Israel estaba viviendo un proceso inédito de grandes manifestaciones populares para impedir que el actual Primer Ministro Benjamín Netanyahu, neutralizara la independencia de los jueces. Pero ante esta situación, acaecida del pasado 7 de octubre con el terrorismo de Hamás, todo Israel se declaró en estado Guerra y formó un gobierno de unidad nacional superando las divisiones ideológicas y políticas domésticas. Fue la respuesta al ataque de los militantes Palestinos de Hamás, desde Gaza, que originó la mayor tragedia en el conflicto Palestino-Israelí. Hamás, envió una masiva ola de cohetes y sus combatientes armados, incursionaron en territorio Israel en la frontera Sur. Por primera vez, el grupo Hamás tiene en su poder como rehenes a soldados y a civiles cuyo futuro es incierto, aunque hay una propuesta de intercambio de prisioneros y un cese de fuego entre las partes.
Actualmente, considerando el caldeado sistema internacional, con amplios focos de inestabilidad político-territorial, geopolítica y diplomática, preocupa la extensión de este conflicto a un nivel subregional pero también a escala global. En lo inmediato se suceden multitudinarias protestas a favor de Palestina alrededor del mundo pero especialmente en el mundo Árabe. Se han concentrado manifestaciones masivas frente a las Embajadas de Israel en países como Jordania; un frente de alta preocupación y alarma es la situación en el Líbano, donde Hezbolá, una milicia chií con un ala política y otra paramilitar ha realizado ya ataques de misiles contra Israel y amenaza con abrir un nuevo frente de batalla.
El ataque terrorista de Hamás dinamitó el proceso de paz que precisamente en años recientes avanzaba para la normalización de las relaciones diplomáticas entre Israel y algunos países Árabes como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos o Bahrein; incluso se esperaba la apertura de Embajadas entre Riad y Tel Aviv.
No podemos dejar de condenar el ataque contra el Hospital de Gaza que representa un acto violatorio del Derecho Internacional Humanitario que es un imperativo en tiempos de guerra. En el futuro un Tribunal Penal Internacional podrá realizar las respectivas investigaciones y juzgar a los responsables.
En estos momentos, aunque lejana, confiamos en los esfuerzos de mediación diplomática de diversos países para la apertura de corredores humanitarios y el llamamiento urgente a un cese al fuego que ha sido un clamor respaldado por líderes mundiales como el Papa Francisco y el Secretario General de Naciones Unidas Antonio Guterres.
La paz se torna en este marco no sólo un anhelo sino una necesidad imperiosa.
Seguiremos atentos al transcurso de estos acontecimientos donde debemos considerar su vertiente religiosa, política, geopolítica, económica y diplomática
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