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¿Teatro progresista?

Ulive reaccionó contra la moda Brecht de los 70, montando teatro político y estético. Ahora se impone el “teatro progresista”... ¿proselitista?

  • JAVIER VIDAL

12/08/2022 05:01 am

En mi reciente incursión en la selva venezolana rodando el film “Los Herederos” de don Pablo de la Barra, tuve el grato reencuentro con el fiel amigo: Anibal Grunn, quien soporta la carga de la protagonización.

Nos conocemos, Anibal y yo, desde su primera incursión en el teatro venezolano cuando recién aterrizaba de Bahía Blanca, Argentina a El Nuevo Grupo de Caracas en 1975 en una olvidable obra de Larry Herrera “J.C. Mártir”.

Después vinieron los días de la fundación de “Tablas 70” con Pilar Romero y José Simón Escalona. Grupo que fundamos para la difusión del teatro en colegios, liceos y universidades. Un ilusorio proyecto que abortó a los dos años de su creación por inoperante. Sin embargo, ya como director de Cultura de la Universidad Simón Bolívar en el Núcleo del Litoral, lo contratamos para que organizara y llevara a cabo la creación del grupo teatral de dicha entidad universitaria. Anibal siguió por muchos años, yo sólo soporté dos, antes de mi viaje a Nueva York.

Durante todo el rodaje de más de un mes, Anibal y yo repasábamos los momentos cumbres de la época dorada de los setenta y los ochenta hasta los declives y cambios finiseculares y el desafortunado proceso de destrucción revolucionaria.

Añoramos sin lágrimas la creación del Círculo de Críticos de Teatro (CRITVEN) y de la Asociación venezolana de profesionales del teatro (AVEPROTE) ambas desaparecidas, así como las temporadas capitalinas desde el teatro Cadafe (en la urbanización El Marqués) hasta el Cristo Rey (23 de Enero) con más de 20 teatros activos de martes a domingos. La fundación de los emblemáticos grupos Rajatabla, Theja, TET, Compás de Romeo Costea… que se unían, ensanchaban, competían con los pioneros Horacio Perterson del Ateneo y El Nuevo Grupo de Chocrón-Chalbaud-Cabrujas y otros más que mantienen su vigorosa actividad como Ga’80, AGO-Teatro, Thespis, Teatrela… y tratábamos de recordar los grupos que nacen y mueren como las revistas literarias y las peñas tangueras. Caso del grupo que fundé en 1979: Autoteatro. Grupo de raíz universitaria de la UCAB que la crítica bautizó como “plus-vanguardia” que en su razonable dialéctica no podía convertir la vanguardia en una convención.

Mucho antes de esa fundación, tuve la fortuna de producir al lado de Esther Bustamante el montaje del maestro Ugo Ulive “El círculo de tiza caucasiano”, traducida y versionada por él mismo. Anibal, manteniendo el rictus brechtiano, llegó a interpretar una decena de personajes, en uno de ellos salía desnudo de un tina, evocando entre risas y vergüenzas.

Ulive, maestro en toda su esencia y existencia, nos evangelizaba sobre lo que era el teatro político de Bertolt Brecht y lo que él, en carne propia, vivió cuando estuvo trabajando en el Berlirner Ensamble al lado de la viuda Helen Weigel. Ni didáctico ni proselitista: teatro político.

Ulive reaccionó contra la moda Brecht de los 70, montando teatro político y estético. Ahora se impone el “teatro progresista”... ¿proselitista?

javiervidalpradas@gmail.com
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