Semana Santa en Venezuela
Hay tantas manifestaciones piadosas en Caracas durante la Semana Santa, que no alcanzan los días para disfrutar esta ingenuidad pura y sencilla de nuestra capital, que casi nunca descubrimos
La Semana Mayor, como le decían nuestros abuelos, tradicionalmente representó para los venezolanos un período de reflexión, de introspección, un momento para tratar de encontrarse con Dios, con su alma, consigo mismo. La Semana Santa se celebra en Venezuela desde los tiempos de la colonia, y siempre ha formado parte importante de nuestras tradiciones religiosas. Antes no se viajaba durante estas fechas, pero con el mundo moderno y la masificación, los venezolanos comenzamos a pensar en viajar durante Semana Santa. Apenas en la década del cincuenta, alguno que otro se aventuraba a conocer el llano en estos días sagrados, o a visitar a sus familiares en cualquier ciudad del país.
Si quiere guardarse esos días, Caracas conserva celosamente sus ritos religiosos. Hay tantas manifestaciones piadosas en Caracas durante la Semana Santa, que no alcanzan los días para disfrutar esta ingenuidad pura y sencilla de nuestra capital, que casi nunca descubrimos. Por ejemplo, el domingo de Ramos y la bajada de los Palmeros de Chacao es una tradición bellísima que hay que disfrutar. En las iglesias del centro de Caracas las misas son muy vistosas ese día.
La Catedral de Caracas ofrece un programa muy completo de misas y procesiones esta semana. Allí deben visitar la capilla de la Santísima Trinidad, donde están enterrados los padres de Bolívar, y donde estuvo sepultado el mismo Libertador cuando su cuerpo llegó a Venezuela, mientras le acondicionaban el Panteón Nacional.
Sin embargo, el Miércoles Santo ocurre en la Iglesia de Santa Teresa la costumbre religiosa más impactante de Venezuela desde el año 1580: La procesión del Nazareno de San Pablo. Es impresionante ver como miles de feligreses vestidos con túnicas moradas, salen a venerar a Cristo milagroso, que salvó a Caracas de una epidemia de viruela en el siglo XVII. Ese día hay una misa cada hora en la basílica, y más de 60 miembros de la cofradía de cargadores del Nazareno, sacan a la imagen para que todos la vean.
El Viernes Santo hay una bella tradición religiosa, que consiste en escuchar el sermón de las Siete Palabras, y visitar los Siete Templos de la capital: La Catedral, el Corazón de Jesús, la iglesia de Las Mercedes, San Francisco, Altagracia, la Santa Capilla y Santa Teresa.
El Sábado Santo ocurre la bendición del cirio pascual con el agua, y el Domingo de Resurrección hacen la quema de Judas, que es una tradición popular muy antigua. El rito ocurre todavía en los barrios más populosos de la ciudad, siempre haciendo alusión, con humor y sarcasmo, a cualquier personaje público rechazado. Todas estas prácticas religiosas valen la pena mil veces conocerlas, porque son costumbres que caracterizan a la ciudad, representan una bonita parte de nuestra venezolanidad, y pueden desaparecer en cualquier momento con tanta modernidad.
Una vez que su alma esté fina y sensible por la devoción, aproveche estos días de asueto para subir por las escalinatas de El Calvario para visitar el bello parque de arriba, que lo tienen muy bien mantenido. Cruzando el Arco de la Federación, y caminando en los alrededores de El Gazebo o los espejos de agua, se sentirá como si viviera en la época de Guzmán Blanco.
Disfrutar de una Caracas tranquila y serena, es una experiencia fascinante que solo podrá hacer pocas veces en su vida. Una buena oportunidad es durante la Semana Santa.
Pero si usted lo que desea es salir más lejos, cambiar de ambiente, ir a viajar, entonces Venezuela ofrece muchos destinos preciosos, donde con su familia podrá descansar y a la vez alimentar su fe. La isla de Margarita es uno de ellos. Este es el lugar preferido por los venezolanos para distraerse en época de Semana Santa. Allí también hay muchísima tradición religiosa, que se conserva intacta desde la época colonial hasta nuestros días. En la Catedral de La Asunción, usted puede asistir a las más hermosas ceremonias y procesiones que se puede imaginar. Allí también existe una cofradía de palmeros, que sube al cerro Copey para buscar las palmas del Domingo de Ramos. Todos los días Santos hay peregrinaciones, que guardan con esmero las costumbres por generaciones.
En Semana Santa las playas de Margarita se llenan con vacacionistas, que vienen en busca de sol y diversión. Los restaurantes a lo largo de la isla no se dan abasto, y los centros comerciales se llenan de gente al final de la tarde. Si a usted no le gustan las multitudes, le recomiendo buscar las playas más tranquilas como Caribe, al norte de la isla, y Punta Arenas, en la península de Macanao.
Otro destino muy especial en Semana Santa son los llanos de Venezuela. Visitar el llano en esta época es toda una tradición, que existe desde que nació el turismo en Venezuela. Si le gusta el llano, visite el pueblo apureño de Achaguas, en cuya iglesia reposa desde el año 1835 un Nazareno muy milagroso, que regaló a la ciudad el General Páez como pago de una promesa por haber ganado la Batalla de Carabobo.
Venezuela está llena de bellas tradiciones religiosas populares. Aproveche la Semana Santa para reencontrarse con lo más bonito de su alma, y con Papá Dios que nos ha dado todo.
alvaromont@gmail.com
Si quiere guardarse esos días, Caracas conserva celosamente sus ritos religiosos. Hay tantas manifestaciones piadosas en Caracas durante la Semana Santa, que no alcanzan los días para disfrutar esta ingenuidad pura y sencilla de nuestra capital, que casi nunca descubrimos. Por ejemplo, el domingo de Ramos y la bajada de los Palmeros de Chacao es una tradición bellísima que hay que disfrutar. En las iglesias del centro de Caracas las misas son muy vistosas ese día.
La Catedral de Caracas ofrece un programa muy completo de misas y procesiones esta semana. Allí deben visitar la capilla de la Santísima Trinidad, donde están enterrados los padres de Bolívar, y donde estuvo sepultado el mismo Libertador cuando su cuerpo llegó a Venezuela, mientras le acondicionaban el Panteón Nacional.
Sin embargo, el Miércoles Santo ocurre en la Iglesia de Santa Teresa la costumbre religiosa más impactante de Venezuela desde el año 1580: La procesión del Nazareno de San Pablo. Es impresionante ver como miles de feligreses vestidos con túnicas moradas, salen a venerar a Cristo milagroso, que salvó a Caracas de una epidemia de viruela en el siglo XVII. Ese día hay una misa cada hora en la basílica, y más de 60 miembros de la cofradía de cargadores del Nazareno, sacan a la imagen para que todos la vean.
El Viernes Santo hay una bella tradición religiosa, que consiste en escuchar el sermón de las Siete Palabras, y visitar los Siete Templos de la capital: La Catedral, el Corazón de Jesús, la iglesia de Las Mercedes, San Francisco, Altagracia, la Santa Capilla y Santa Teresa.
El Sábado Santo ocurre la bendición del cirio pascual con el agua, y el Domingo de Resurrección hacen la quema de Judas, que es una tradición popular muy antigua. El rito ocurre todavía en los barrios más populosos de la ciudad, siempre haciendo alusión, con humor y sarcasmo, a cualquier personaje público rechazado. Todas estas prácticas religiosas valen la pena mil veces conocerlas, porque son costumbres que caracterizan a la ciudad, representan una bonita parte de nuestra venezolanidad, y pueden desaparecer en cualquier momento con tanta modernidad.
Una vez que su alma esté fina y sensible por la devoción, aproveche estos días de asueto para subir por las escalinatas de El Calvario para visitar el bello parque de arriba, que lo tienen muy bien mantenido. Cruzando el Arco de la Federación, y caminando en los alrededores de El Gazebo o los espejos de agua, se sentirá como si viviera en la época de Guzmán Blanco.
Disfrutar de una Caracas tranquila y serena, es una experiencia fascinante que solo podrá hacer pocas veces en su vida. Una buena oportunidad es durante la Semana Santa.
Pero si usted lo que desea es salir más lejos, cambiar de ambiente, ir a viajar, entonces Venezuela ofrece muchos destinos preciosos, donde con su familia podrá descansar y a la vez alimentar su fe. La isla de Margarita es uno de ellos. Este es el lugar preferido por los venezolanos para distraerse en época de Semana Santa. Allí también hay muchísima tradición religiosa, que se conserva intacta desde la época colonial hasta nuestros días. En la Catedral de La Asunción, usted puede asistir a las más hermosas ceremonias y procesiones que se puede imaginar. Allí también existe una cofradía de palmeros, que sube al cerro Copey para buscar las palmas del Domingo de Ramos. Todos los días Santos hay peregrinaciones, que guardan con esmero las costumbres por generaciones.
En Semana Santa las playas de Margarita se llenan con vacacionistas, que vienen en busca de sol y diversión. Los restaurantes a lo largo de la isla no se dan abasto, y los centros comerciales se llenan de gente al final de la tarde. Si a usted no le gustan las multitudes, le recomiendo buscar las playas más tranquilas como Caribe, al norte de la isla, y Punta Arenas, en la península de Macanao.
Otro destino muy especial en Semana Santa son los llanos de Venezuela. Visitar el llano en esta época es toda una tradición, que existe desde que nació el turismo en Venezuela. Si le gusta el llano, visite el pueblo apureño de Achaguas, en cuya iglesia reposa desde el año 1835 un Nazareno muy milagroso, que regaló a la ciudad el General Páez como pago de una promesa por haber ganado la Batalla de Carabobo.
Venezuela está llena de bellas tradiciones religiosas populares. Aproveche la Semana Santa para reencontrarse con lo más bonito de su alma, y con Papá Dios que nos ha dado todo.
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