En el artículo “¿Lo haremos?” comentamos: Sin embargo está en cada uno seguir haciendo lo mismo para que todo siga igual, o efectuar un cambio radical en nuestra visión ante la vida…que elijamos parar, prestar de verdad atención a lo que ocurre y tomar una decisión intencional de empezar a cambiar la visión egocéntrica, individualista, hacia una más desinteresada, más atenta a las situaciones que afectan a otras personas, lo cual al final incidirá en nuestro propio provecho. En un mundo en el que abundan conflictos de toda índole, unos más graves que otros, se hace vital dicho cambio. Hasta para reducir estados de ánimo que se han agravado y multiplicado en esta época: el desánimo y la depresión. Cuando estamos muy concentrados en nosotros mismos (como en la visión egocéntrica) es más probable que nos deprimamos, más aún en los ambientes conflictivos de hoy día.

Por otro lado, al hablar de depresión se ha visto que a menudo se puede romper el patrón de depresión a través del comportamiento, y de estar activo. Influye que la mayoría de las personas se sienten mejor cuando participan en actividades agradables. Hace poco conversé un rato con alguien cercano, quien me comentó que en estos días una niña muy amiga de la suya iba a cumplir años. Ella supo que la mamá de la niña había pensado en no celebrar dicho cumpleaños por estar de luto, ya que poco tiempo antes habían fallecido las dos abuelitas de la niña cumpleañera a causa del covid-19. Luego ella tuvo ocasión de hablar con la mamá y estuvieron hablando sobre que quizás sería mejor que sí celebraran el cumpleaños de una manera más discreta (sin la música típica de esos eventos), pero hacerlo, para que no pasara desapercibida una fecha importante para la niña y para su familia. Al final los padres de la niña en cuestión decidieron celebrar el cumpleaños de ella, de manera muy discreta pero con mucha creatividad, incluso mi amiga me comentó que la pasaron muy bien tanto los niños como los adultos que asistieron, y hasta pudieron conversar con más tranquilidad porque no había música que lo dificultara. Este es un buen ejemplo de cómo, hasta en medio del dolor, si pensamos más en el bienestar de otros el resultado es muy positivo, y ayuda a evitar que caigamos en otros problemas como la depresión.

Lo cierto es que una solución factible ocurre cuando sencillamente nos tomamos el tiempo para servir a los demás. Cuando pasamos por un dolor, la mejor forma de superarlo es salir de él. Lo he descubierto por mí mismo a través de tiempos oscuros personales. En estos decidí servir a otros a pesar de que sentía un gran dolor emocional. Esto tuvo un notable efecto positivo en mi estado emocional.