Pedro Rojas
EL UNIVERSAL
“Cuando se hace un llamado de emergencia, por ejemplo en una autopista, las motocicletas siempre van como la punta de una flecha. Van abriendo camino para la ambulancia y el tiempo de respuesta se reduce a cinco minutos, que son clave para salvar una vida. Normalmente varía entre dos a cinco minutos. No más de ahí. La motocicleta ayuda a ir entre los carros y a llegar antes, por eso es que mi proyecto se apoya en el uso de las motos para mejorar la atención en diversas situaciones”.

Con estas palabras Michael Vargas, quien es Técnico en Emergencias Prehospitalarias, destaca el valor que puede tener, para atender una emergencia, el uso de vehículos que reduzcan las esperas innecesarias. Uno de esos vehículos, cuyo uso se ha masificado en el país, es la motocicleta.

Con ellas, recalcando su uso responsable, Vargas apunta a que se logran solventar de forma exitosa numerosas situaciones.

Actualmente busca apoyo para impulsar esa cultura del uso de las motos para salvar vidas y conseguir unidades que faciliten el traslado del personal médico y paramédico en las operaciones.

Contrario a lo que se piensa, son pocas las unidades con las que se cuenta en ciudades como Caracas para este tipo de traslados y, en muchos casos, las mismas no están habilitadas totalmente, sobre todo para acudir a zonas populares cuyo acceso solo se puede hacer en moto, pero con unas características especiales.

-¿Qué tipo de servicios de atención prehospitalaria se pueden prestar utilizando motocicletas?
-El tipo de servicios realmente es limitado en la actualidad. Porque normalmente en una moto van el conductor y el paramédico que lleva un bolso o un chaleco y dentro van los materiales que va a utilizar para la atención. En este proyecto que estoy presentando la clave es equipar a las motos para que puedan ser más efectivas en la atención, mientras llega la ambulancia. Se trata de prestarle ayuda al paciente, estabilizarlo de una manera que apenas llegue la ambulancia, se monte y se traslade sin demoras.

Vargas explica que normalmente los profesionales llegan al lugar y se atiende al paciente, pero hay que esperar a la ambulancia para que baje equipos e implementos, como por ejemplo una férula, que perfectamente podrían adelantarse en una motocicleta. “Hoy estamos limitados porque no se ha trabajado en un proyecto para equipar correctamente a las unidades tipo motocicleta”, detalla.

La velocidad y el tiempo
La ventaja de las motocicletas es que, con un manejo y las destrezas adecuados, pueden acortar los tiempos, ya que pueden ir entre los carros cuyos conductores se percatan de la emergencia y se retiran para dar paso. “Podemos llegar más fácil a un paciente así la ciudad esté congestionada, que es lo que sucede siempre. Además de agilizar la atención con motos, estoy planteando llegar a zonas más vulnerables, muchas de ellas populares, que con una moto de buena cilindrada no representan un problema”, detalla.

Explica que en una zona popular una señora con hipertensión, por ejemplo, “yo la puedo controlar con mi equipo y no hace falta una ambulancia”.

-¿Qué características técnicas debe tener una motocicleta para servicios de atención prehospitalaria?
-La que mejor se adapta es la de alta cilindrada o por lo menos que cuente con un motor que garantice mayor respuesta y mayor fuerza en caso de necesitar llegar a sitios con dificultades, caminos de tierra sin asfaltar y ese tipo de situaciones. Una moto del tipo Adventure es robusta, es una buena moto y si bien pueden decir que no va a ser fácil que pase entre los carros, podemos destacar que es una de las que puede con todo el equipamiento que llevaría un profesional.

-¿Qué tipo de modificaciones o adaptaciones se realizan a las motocicletas para equiparlas para la atención prehospitalaria?
-Una de ellas es el ponerles defensas laterales por si acaso se sufre alguna caída. También están las maletas, tres, con los insumos. Cada una con sus inventarios de insumos para trauma, control de hemorragia, y algo que es esencial, un dispositivo que se utiliza en caso de una parada cardiaca.

Vargas detalla que este equipo es clave, “pues el protocolo básicamente es llegar al paciente, ver su estado, luego tomar signos vitales, respiración, pulso. El protocolo te dice que hables con un compañero y le pidas llamar al servicio de emergencia mientras se inicia RCP. Todo ese proceso se ahorra si tenemos todo en una moto equipada y se ve al paciente, se hace todo el protocolo y simplemente se busca en la maleta el equipo”.

Todo pasa por la seguridad
Quienes utilizan motocicletas deben estar muy atentos al camino, los otros carros, otras motos y hasta el estado de la vía. Sobre ello Vargas recuerda que no se debe escapar ningún detalle porque “los pilotos somos puerta parachoques, techo, todo en una moto”.

-¿Qué medidas de seguridad adicionales debe tomar un paramédico al conducir una motocicleta?
-Un paramédico debe buscar prepararse con técnicas para manejar motocicletas de manera segura. También está el uso del equipo adecuado, un buen casco, guantes, rodilleras, botas, etc. En mi caso, que soy voluntario, yo manejo motocicleta y me he preparado. Tengo un buen casco certificado. Hay accidentes mucho peores y aparatosos, pero si la persona tiene un casco certificado no pasa a mayores.

El futuro se hace presente
Para Michael Vargas los desafíos de avanzar en el país con el uso de unidades de atención en motocicletas no son muchos. “Veo uno importante y es conseguir las unidades. No es para nadie un secreto que se hace esencial que las empresas pueden ayudar en este cometido. En Caracas hay muchos chamos que están en la calle, trabajando a diario, que se quieren meter a los barrios a atender pacientes, a atender emergencias. Los desafíos hoy implican llamar la atención para que quienes tengan capacidad, colaboren de cierta forma y entiendan que las ventajas son muchísimas”, detalla.

Vargas visualiza una capital con motocicletas y paramédicos certificados que puedan tener un tiempo más rápido en puntos de control y que puedan llegar con todo el equipamiento y reducir el tiempo de espera antes de que llegue la ambulancia.

“Vamos desde lo más mínimo, como una persona en un bulevar caminando con una hipertensión y que podamos acceder sin demoras y ayudar a esa persona. Se trata de tener la capacidad de atenderla y en ello las motos se imponen, pues el acceso a un bulevar en carro es difícil”, ejemplifica.

Vargas reitera que tiene un proyecto adaptado a nuestro país. “En otros países hay muchísimos modelos de atención. Yo no compararía ningún modelo de atención de otro país con Venezuela”, detalla, al referirse a las opciones que hay.

Detalla que “a nivel de estudio es importante irse actualizando, y obviamente los pioneros no somos nosotros, pero en el tema de las motocicletas, a pesar de que en otros países las hay y las hay muy bien equipadas, no es lo mismo porque no hay el nivel de congestión que hay en ciudades como Caracas y otras de Venezuela”.

La necesidad de establecer una cultura vial sólida en Venezuela, que priorice el paso de las unidades de emergencia, es un asunto de vital importancia que afecta directamente la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.

Para Vargas, establecer una cultura vial que priorice a las unidades de emergencia es un desafío que requiere un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: Gobierno, instituciones educativas, medios de comunicación y ciudadanos.

Un perfil de atención e interés que hace la diferencia
Michael Vargas tiene 38 años y es Técnico en Emergencias Prehospitalarias y paramédico de la Brigada Ángeles de la Autopista. Además, forma parte de las fundaciones Cascos Azules y Día de Acción de Gracias. Una gran tarea con sentido social y con gran solidaridad se la ha trazado al buscar el apoyo para conseguir una unidad tipo moto que facilite el traslado del personal médico y paramédico en las operaciones de atención.

Su voluntad se une a la de miles de profesionales que, en todo el país, brindan su apoyo voluntario y desinteresado a quienes, por razones de salud, lo necesitan. Por ello inició una campaña que motiva a la ciudadanía a colaborar con aquellas entidades que requieren apoyo significativo, especialmente para reforzar los insumos que se tienen y elevar la cantidad de unidades de transporte adecuadas para brindar atención a quienes lo necesitan.

Los servicios de atención prehospitalaria son generalmente prestados por equipos de profesionales de la salud altamente capacitados. Gracias a la labor de los profesionales de la salud que trabajan en este campo, se salvan muchas vidas cada día.

“Nosotros los voluntarios necesitamos de personas y empresas que se toquen el corazón y nos apoyen”, expresa Vargas, agregando que “si estás interesado en apoyar en esta noble causa, no dudes en comunicarte a través de las redes sociales, en Instagram con la cuenta @yosoymaii y en TikTok con @Paramedicovzla.

Vargas se encuentra en la fase de culminación de su carrera universitaria como Técnico Superior Universitario en Emergencias Prehospitalarias, en el Instituto Universitario Rufino Blanco Fombona. Las emergencias prehospitalarias son aquellas situaciones médicas críticas que ocurren fuera de un entorno hospitalario y requieren atención médica inmediata. Las mismas pueden variar desde accidentes de tránsito con heridos graves hasta paros cardíacos, ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares y otras condiciones que ponen en peligro la vida.

Previamente a su carrera en el ámbito de la medicina, fue integrante de la agrupación musical Calle Ciega, desde donde hizo la transición a esta importante rama de la salud, dedicándose a labores voluntarias.