MIGDALIS CAÑIZALEZ V.

José Antonio Sucre nació con la enfermedad de Stargardt, que es una patología hereditaria que se caracteriza por una degeneración de la retina, sin embargo la dolencia se la detectaron a los 15 años y cuándo tenía 30 años perdió totalmente la visión. 

Cuenta que a través del convenio de salud Venezuela-Cuba viajó a la isla del caribe y fue operado logrando recuperar 40% de su visión. No obstante, esa discapacidad no ha sido limitante para seguir adelante y formarse. 

A pesar de esta enfermedad degenerativa se graduó de bachiller, también se formó en el centro de formación profesional para personas con discapacidad en el Inces, posteriormente se graduó de Licenciado en Gestión Social de Desarrollo Local en la Universidad Bolivariana y actualmente está realizando una maestría de Ciencias para el Desarrollo y Estrategias enfocadas en políticas para personas con discapacidad. 

"Mientras más formación tenga una persona, más oportunidad tiene para la integración y la inclusión en la sociedad", afirma José. 

Paralalemente a sus estudios, Sucre decidió en el 2006 crear la Organización para el Desarrollo Integral para Personas con Discapacidad a través de la cual ayuda a las personas que tengan alguna condición especial no solo visual, sino psicomotora e intelectual. Además dictan cursos de formación para la inserción laboral. 

"Las personas con alguna discapacidad tenemos un mundo distinto y posible. Encontrarnos consigo mismo se pueden hacer muchas cosas buenas", aseguró. Según Sucre el apoyo familiar fue muy importante. "Recuerdo que mi madre me acompañó cuando perdí totalmente la visión y eso para mí fue fundamental". Actualmente Sucre labora en el Ministerio del Despacho de la Presidencia donde atienden a las personas con discapacidad.