El líder empresarial debe hacer de los valores de su organización una forma de vida, que su comportamiento esté en consonancia con los mismos, al tiempo que muestra cualidades apropiadas a su condición de líder. Lealtad, respeto, integridad, valentía y vocación de servicio, entre otros, constituyen elementos determinantes en el tipo de líder en el cual la persona puede convertirse, la manera como se vive con esos valores fuera y dentro de la empresa marca un hito en la conciencia de los colaboradores. Por otra parte, las cualidades mentales, físicas y emocionales que ese líder tiene complementan la dimensión del SER. El líder debe no solo mostrar estas cualidades, sino exigirlas en su entorno laboral y observar quienes realmente, por vocación, viven apegados a los valores empresariales y muestran las cualidades apropiadas para determinar quiénes podrían ser los futuros miembros de su staff.

El SABER se inscribe en el enfoque de las competencias, habilidades y destrezas que han sido cultivadas a través del tiempo y forman parte del inventario de conocimiento que el líder muestra para cumplir su cometido. Pero no basta SABER, hay que dar facilidades para que el liderazgo emergente se capacite y obtenga las destrezas necesarias para cumplir sus labores en el mediano plazo y más aún, tener la visión suficiente para preparar a esta camada de lideres para obtener las habilidades que se requerirán en el futuro.

Sin las otras dos dimensiones no ha de ser posible EL HACER (las cosas bien); pero sin este accionar pierde sentido las anteriores. EL HACER implica tres acciones específicas: primero, INFLUENCIAR, la cual se logra comunicando eficientemente, tomando decisiones oportunas y acertadas y estimulando a los colaboradores. La segunda es DESARROLLAR y se efectúa planificando, asesorando y ejecutando; y tercero MEJORAR y se efectúa desarrollando, construyendo y aprendiendo.

Esta ecuación de perfecta aplicabilidad a todo ejercicio profesional permite lograr verdadera influencia sobre los demás y forjar las generaciones de líderes emergentes, prevaleciendo siempre el factor humano. La valoración de las dimensiones del SER (valores y atributos), SABER (habilidades) y HACER (ejecutar) es lo que determinará su nominación de líder y el de los que vienen después de usted.