Sombras del Mal: La familia de envenenadores de Kiev
Tamara Ivanyutina, su hermana, su padre y madre durante años solucionaron sus problemas envenenando a quienes se atravesaran en su camino
Tamara Ivanyutina, nacida como Tamara Antonovna Maslenko en 1941 en Tula, Unión Soviética, es conocida como la "Envenenadora de Kiev" debido a una serie de asesinatos cometidos por ella y por sus familiares. Crímenes que conmocionaron a la sociedad soviética en la década de 1980. Su caso es recordado por ser de los más notorios de envenenamiento en la historia criminal de la antigua URSS.
Proveniente de una familia numerosa, Ivanyutina fue educada con la creencia de que la seguridad material era primordial, eso la llevó a usar los mecanismos que creyera necesarios para lograr sus objetivos, esto combinado con rasgos de carácter sociópata como el egocentrismo, el rencor y la venganza, sentó las bases para sus futuros crímenes.
Esa búsqueda de dinero, sin importar el costo, la llevó a las cárceles, fue detenida por especulación y, a pesar de eso, con una identidad falsa para ocultar su historial, logró emplearse como lavaplatos en el comedor de la Escuela Nº 16 en el distrito Podilskyi de Kiev.
Entre el 17 y 18 de marzo de 1987, varios estudiantes y empleados de la mencionada escuela comenzaron a presentar síntomas de intoxicación alimentaria y fueron hospitalizados. Cuatro de ellos, dos niños y dos adultos, murieron, otros nueve pacientes fueron ingresados a las unidades de cuidados intensivos.
Inicialmente, se sospechó de una infección intestinal, pero ciertos síntomas como la caída del cabello en las víctimas llevó a los médicos a considerar la posibilidad de envenenamiento.
Las investigaciones determinaron que los afectados habían comido en la escuela un plato de hígado y cereales cocidos, por lo que investigaron quiénes estuvieron encargados de ese plato y llegaron a Tamara Ivanyutina, por lo que se ordenó el registro de su vivienda. Allí encontraron un frasco con una solución utilizada en algunas ramas de la geología. El compuesto, basado en talio, extremadamente tóxico, fue un hallazgo crucial para vincularla con los envenenamientos.
A medida que avanzó la investigación, se descubrió que los envenenamientos de la Escuela Nº 16 no eran un hecho aislado, los detectives identificaron 40 casos previos de envenenamiento, de los cuales 13 fueron mortales.
Fue entonces cuando se descubrió que Tamara Ivanyutina, sus padres y su hermana habían estado envenenando a personas durante más de una década para eliminar a quienes les resultaban molestos o que representaban un obstáculo para sus intereses.
La familia había cometido numerosos asesinatos y tentativas de asesinato mediante envenenamiento, motivados por intereses económicos y rencores personales. De los 40 casos de envenenamiento detectados y las 13 muertes certificadas. Ivanyutina fue responsable directa de nueve muertes y 20 intentos de asesinato.
A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, nunca admitió su culpabilidad ni mostró remordimiento. Fue condenada a muerte y ejecutada en 1990. Sus cómplices, padres y hermana, recibieron diversas penas de prisión; sus padres fallecieron en la cárcel, mientras que el destino de su hermana Nina es desconocido.
Proveniente de una familia numerosa, Ivanyutina fue educada con la creencia de que la seguridad material era primordial, eso la llevó a usar los mecanismos que creyera necesarios para lograr sus objetivos, esto combinado con rasgos de carácter sociópata como el egocentrismo, el rencor y la venganza, sentó las bases para sus futuros crímenes.
Esa búsqueda de dinero, sin importar el costo, la llevó a las cárceles, fue detenida por especulación y, a pesar de eso, con una identidad falsa para ocultar su historial, logró emplearse como lavaplatos en el comedor de la Escuela Nº 16 en el distrito Podilskyi de Kiev.
Entre el 17 y 18 de marzo de 1987, varios estudiantes y empleados de la mencionada escuela comenzaron a presentar síntomas de intoxicación alimentaria y fueron hospitalizados. Cuatro de ellos, dos niños y dos adultos, murieron, otros nueve pacientes fueron ingresados a las unidades de cuidados intensivos.
Inicialmente, se sospechó de una infección intestinal, pero ciertos síntomas como la caída del cabello en las víctimas llevó a los médicos a considerar la posibilidad de envenenamiento.
Las investigaciones determinaron que los afectados habían comido en la escuela un plato de hígado y cereales cocidos, por lo que investigaron quiénes estuvieron encargados de ese plato y llegaron a Tamara Ivanyutina, por lo que se ordenó el registro de su vivienda. Allí encontraron un frasco con una solución utilizada en algunas ramas de la geología. El compuesto, basado en talio, extremadamente tóxico, fue un hallazgo crucial para vincularla con los envenenamientos.
A medida que avanzó la investigación, se descubrió que los envenenamientos de la Escuela Nº 16 no eran un hecho aislado, los detectives identificaron 40 casos previos de envenenamiento, de los cuales 13 fueron mortales.
Fue entonces cuando se descubrió que Tamara Ivanyutina, sus padres y su hermana habían estado envenenando a personas durante más de una década para eliminar a quienes les resultaban molestos o que representaban un obstáculo para sus intereses.
La familia había cometido numerosos asesinatos y tentativas de asesinato mediante envenenamiento, motivados por intereses económicos y rencores personales. De los 40 casos de envenenamiento detectados y las 13 muertes certificadas. Ivanyutina fue responsable directa de nueve muertes y 20 intentos de asesinato.
A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, nunca admitió su culpabilidad ni mostró remordimiento. Fue condenada a muerte y ejecutada en 1990. Sus cómplices, padres y hermana, recibieron diversas penas de prisión; sus padres fallecieron en la cárcel, mientras que el destino de su hermana Nina es desconocido.
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