Valorar el trabajo para generar cambios
Ahora es solamente Gama y su símbolo continúa siendo esa “G” dinámica. Una empresa donde la segunda generación sigue teniendo como norte el valor por el trabajo, el sentido de superación, la responsabilidad social y la cooperación
Hay empresas conscientes de que cada época es diferente, por eso están en una constante innovación para ir con los signos de los tiempos. La cadena de supermercados Excélsior Gama celebró sus 52 años y lo hizo con un cambio que atiende a una necesidad, simplificar. Ahora es solamente Gama y su símbolo continúa siendo esa “G” dinámica.
Detrás de este nombre hay una familia que comenzó de cero, que conoce lo que es emigrar y cuyo norte ha sido la superación. Hoy, al frente de la empresa, están los dos hijos de Manuel Da Gama; el arquitecto Nelson Da Gama y Luis Miguel, también universitario con una especialización en Banca y Finanzas.
Al igual que aquellos grandes navegantes portugueses, Manuel Da Gama, el fundador, atravesó el Atlántico, llegó a Venezuela para trabajar y aprovechar las oportunidades que el país ofrecía. Comenzó siendo un simple subalterno pero no renunció a sus sueños. De ser empleado, después de muchos ahorros, adquirió su propio negocio. Para enfrentarse a la competencia ofreció buen servicio y productos de calidad. Sus grandes aliados fueron sus hermanos.
Se esmeró en educar a sus hijos que hoy se encuentran al frente del negocio. Atrás quedó la bodega para convertirse en vanguardia de las grandes superficies. Incorporaron nuevas tecnologías y apoyan a la comunidad y a sus empleados a través de programas de incentivos para mejorar sus capacidades. El respaldar a instituciones sin fines de lucro habla sobre su concepto de Responsabilidad Social Empresarial, una acción donde también involucran a sus clientes.
Como lo expresaron los hermanos Da Gama en el encuentro virtual que contó con Román Lozinski como moderador y participaron clientes, proveedores y amigos, tener fe en el país y en su gente, cumplir con las metas y superar las caídas es parte del secreto.
Para cerrar el citado encuentro, actuó la Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, dirigida por Elisa Vegas y los espacios del supermercado se llenaron de música.
Detrás de este nombre hay una familia que comenzó de cero, que conoce lo que es emigrar y cuyo norte ha sido la superación. Hoy, al frente de la empresa, están los dos hijos de Manuel Da Gama; el arquitecto Nelson Da Gama y Luis Miguel, también universitario con una especialización en Banca y Finanzas.
Celestino De Care y José Da Gama en los primeros años del negocio
Al igual que aquellos grandes navegantes portugueses, Manuel Da Gama, el fundador, atravesó el Atlántico, llegó a Venezuela para trabajar y aprovechar las oportunidades que el país ofrecía. Comenzó siendo un simple subalterno pero no renunció a sus sueños. De ser empleado, después de muchos ahorros, adquirió su propio negocio. Para enfrentarse a la competencia ofreció buen servicio y productos de calidad. Sus grandes aliados fueron sus hermanos.
Se esmeró en educar a sus hijos que hoy se encuentran al frente del negocio. Atrás quedó la bodega para convertirse en vanguardia de las grandes superficies. Incorporaron nuevas tecnologías y apoyan a la comunidad y a sus empleados a través de programas de incentivos para mejorar sus capacidades. El respaldar a instituciones sin fines de lucro habla sobre su concepto de Responsabilidad Social Empresarial, una acción donde también involucran a sus clientes.
Elisa Vegas, dirigió la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho
Como lo expresaron los hermanos Da Gama en el encuentro virtual que contó con Román Lozinski como moderador y participaron clientes, proveedores y amigos, tener fe en el país y en su gente, cumplir con las metas y superar las caídas es parte del secreto.
Después de 52 años de trayectoria, la visión de la familia da Gama sobre los valores, el sentido de la familia, compromiso, vocación de servir, la excelencia y honestidad continúan intactas.
La inauguración del Automercado Excélsior G en Los Palos Grandes
Para cerrar el citado encuentro, actuó la Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, dirigida por Elisa Vegas y los espacios del supermercado se llenaron de música.
Nelson Da Gama y Luis Miguel Da Gama anuncian las novedades
Los músicos tuvieron un nuevo escenario
Román Lozinski junto a los hermanos Da Gama
Los oboes se dejaron oír en el supermercado Gama
Las trompas mostraron su versatilidad
La zona de las verduras fue propicia para los bajos
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