Caracas.- El primer vicepresidente de Fedeagro, Celso Fantinel, consideró este lunes que la situación para los productores es muy delicada porque aún no reciben los agroinsumos necesarios para empezar la siembra, a pesar de que el invierno ya está próximo y los lapsos se van acortando.

“Ya el invierno arranca en Barinas, el 15 de abril, en Portuguesa el primero de mayo, y después el primero de junio en Guárico”, recordó el productor agropecuario, antes de resaltar que las “ventanas de siembra” cada vez son más pequeñas debido a los cambios climáticos, por lo que señaló que si no se inicia la siembra en esta fecha “será muy difícil empezar a producir”.    

Dichas declaraciones fueron ofrecidas a César Miguel Rondón en el circuito Unión Radio, donde Fantinel destacó las restricciones que tiene el sector privado en el acceso a las semillas o fertilizantes, los cuales son distribuidos de manera casi exclusiva por el Gobierno nacional.

“Existe un total desabastecimiento de los agroinsumos y los fertilizantes, prácticamente los lubricantes han desaparecido, por lo que realmente sembrar en Venezuela va a ser una odisea”, agregó.

Importación de rubros

En lo referente a las declaraciones del pasado viernes del vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, donde expresó que ya no se asignarían divisas para la importación de rubros como el maíz blanco y amarillo, arroz, azúcar, caraotas, entre otros, con la intención de promover la agricultura nacional; el representante de Fedeagro indicó que cuando la producción estaba al 100%, igual debía exportarse para complementar la demanda que superaba la oferta en muchos de estos rubros, por lo que no cree acertada la decisión.

“Si el Gobierno no hace estas importaciones complementarias en arroz, maíz blanco, azúcar, grasa de soya o harina de soya y otros rubros vegetales, es muy difícil que se mejore en los niveles de producción y abastecimiento en el país”, aseguró antes de recordar que la producción nacional actual de estos rubros “ni siquiera están a niveles del 60%”.

A su juicio, el debilitamiento que existe en la agricultura venezolana en los últimos años, hace casi imposible volver a los niveles de 2008 o 2010, donde se alcanzaron picos de producción, ya que se requiere de “mayor trabajo y tecnología”, aunado a una legislación de tierras acorde a las necesidades del país. “El Gobierno debe ofrecer rentabilidad al agricultor para así volver a arrancar la producción en Venezuela”, recalcó. 

Sin embargo, señaló que los productores son optimistas, por lo que mostró su deseo de que tarde o temprano cambie esta situación.

“Ojala el Gobierno voltee la mirada al campo venezolano porque ya no es solo que nos traigan los agroinsumos y nos den repuestos, es la seguridad y la infraestructura, son un conjunto de cosas que están afectando seriamente la producción”, indicó antes de destacar que uno de los grandes problemas que están afectando a los agricultores es la falta de transporte “no hay transporte ni para sacar las cosechas de las unidades de producción ni para distribuir los fertilizantes necesarios para la siembra”, concluyó.