La micropigmentación es una aliada para el vitiligo
Su objetivo es corregir, modificar y embellecer determinados rasgos
El vitíligo o también conocida como leucodemia es una enfermedad cutánea, crónica y no contagiosa, que provoca la formación de "manchas" o áreas pigmentadas en la piel. Se produce debido a una alteración que provoca la destrucción de los melanocitos encargados de aportar color a la piel, ocasionando que ésta se despigmente.
Las manchas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, generalmente de manera asimétrica, y pueden extenderse o permanecer sin alteraciones, según el tipo de vitíligo. Se cree que esta enfermedad está relacionada a problemas inmunológicos, estrés o algún acontecimiento determinado como una quemadura.
Entre 1% y 2% de la población sufre de vitíligo; generalmente en edades inferiores a los 20 años y superiores a las 50. Al ser una enfermedad muy visible a nivel de la piel, suele afectar psicológicamente a quien la padece.
Actualmente, existe una alternativa que ofrece buenos resultados para las personas con vitíligo, como la micropigmentación. "Este procedimiento trabaja con técnicas de camuflaje en varios tonos de color que se mezclan entre sí y se implantan por medio de agujas. De esta forma, se logra igualar el tono de la piel en tan solo tres sesiones, comenzando desde la parte más clara de la piel", explicó Raquel Díaz Casado, especialista en dermatocosmiatria hospitalaria y micropigmentación paramédica.
El objetivo es corregir, modificar, embellecer y equilibrar de forma semipermanente determinados rasgos faciales o corporales a nivel epidérmico.
"La micropigmentación no es dolorosa y no tiene ningún efecto secundario; siempre y cuando se trabaje correctamente. Es una técnica muy superficial, por lo cual no conlleva a que el paciente tenga algún tipo de sangrado o hematoma", afirmó la experta.
Es importante que cada paciente, después de ser sometido a la técnica, espere a que el tejido cicatrice correctamente por unos 40 días, para que la piel se regenere y reconozca el pigmento. Se recomienda luego de un tiempo, realizar un reforzamiento. Se necesitan tres sesiones o algunas más para lograr un resultado natural que puede tomar de tres a cuatro meses.
No se puede utilizar ningún tipo de maquillaje y protegerse del sol sin utilizar protector solar las primeras seis semanas después del procedimiento y lavar la zona intervenida después de 48 horas de haberse realizado el procedimiento. "Es importante aclarar que es un tratamiento temporal, pues los pigmentos implantados se van absorbiendo con el tiempo. Su duración dependerá del estado emocional del paciente", concluyó Díaz Casado.
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