Jorge Mario Bergoglio fue el primer Papa latinoamericano, lo cual marcó un hito importante en la iglesia católica.

La escogencia de su nombre papal, en honor a San Francisco de Asís, demostró su compromiso con la humildad, la paz y el cuidado del planeta.

Su legado en Venezuela

El papado de Francisco en Venezuela dejó la canonización de dos figuras emblemáticas. El 25 de febrero, firmó el decreto que elevó a los altares al doctor José Gregorio Hernández, un médico venerado por su dedicación a los más necesitados. La noticia llenó de júbilo a los venezolanos, quienes durante años esperaron este reconocimiento.

El 31 de abril, Francisco aprobó la canonización de la madre Carmen Rendiles, la primera santa venezolana. Rendiles, nacida en Caracas y conocida por su servicio a los más pobres, fundó la congregación de las Siervas de Jesús, cuya labor social se extiende por Venezuela, Colombia y Ecuador.

Durante la pandemia

En el momento más crítico de la pandemia de COVID-19, a través de la transmisión en vivo de sus servicios religiosos, logró conectar con una audiencia estimada de 500.000 espectadores diarios.

Francisco supo transmitir mensajes de fe y solidaridad más allá de las palabras. Su aparición en una desolada Plaza de San Pedro, bajo una lluvia torrencial, donde ofreció una misa y bendijo al mundo con una custodia de oro, se convirtió en uno de los momentos más emblemáticos de la pandemia.

Jorge Mario Bergoglio nació en Buenos Aires en 1936, en una familia de ascendencia italiana. Su fe se forjó en el seno familiar, influenciada por su abuela italiana. A los 16 años, sintió el llamado al sacerdocio y se unió a la orden jesuita, destacando por su liderazgo.